2020-11-01

77 T ristemente, al tenor del poco valor que hay en nuestro país para las estadísticas, no hay datos mensuales de muertes y sus causas, y la última estadística anual data de 2018. La de 2019 aun no ha salido. Lo ideal sería poder analizar provincia contra provincia, mes contra mes, cuántos muertos demás (o de menos) hubo con covid. Y el asunto es que aunque existiera esa estadística de fallecimientos por mes y provincia digamos, de los últimos 5 años, no se hubiera podido hacer nada con ella porque quien quiera analizar las cifras de covid de Panamá, solo podrá ver las cifras acumuladas del país. No hay una base de datos pública, aun 8 meses después de la llegada de la epidemia, con las estadísticas de los contagios y fallecimientos por provincia, distrito y corregimiento. Esta información es clave para dimensionar la magnitud de la epidemia. Si en efecto, como señaló la ministra consejera de Salud, Eyra Ruiz, el 90% de los que mueren de covid ya venían con factores de riesgo como hipertensión, diabetes, disfunción renal, obesidad, entre otros, entonces se puede replantear la enfermedad como algo de extremo riesgo para esas personas. (90% de los pacientes con Covid-19 llega tarde a las salas de urgencias, Aleida Samaniego C., La Prensa, 16 noviembre 2020). Regresando a los datos económicos, no es que sean absolutamente indispensables; la economía seguirá andando y los agentes privados tomarán decisiones con base en su experiencia del comportamiento de la demanda y la oferta. Lo peligroso en la coyuntura actual son las decisiones del gobierno en cuanto a gasto y endeudamiento. Y a sabemos que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyecta un déficit fiscal en torno a $6 mil millones y que espera que los ingresos sean similares a 2014 (Gobierno busca más espacio para déficit fiscal, Roberto González, La Prensa, 20 octubre 2020). Ello significa que el gobierno terminará gastando en 2020 alrededor de un 55% más de lo que obtenga en ingresos. Además, para 2021 proyecta un déficit de $4 mil 700 millones. Esos huecos se rellenan con deuda y esos préstamos no lo pagarán ni los diputados ni los ministros. El repago vendrá de los impuestos a los ciudadanos honestos y trabajadores. E l país navega sin brújula, bajo la suposición que siguiendo el mismo derrotero llegaremos a buen puerto. De vuelta al futuro, nos encontramos con el ejecutivo cediendo al chantaje de los diputados: fondos para planillas improductivas y clientelistas a cambio de su apoyo para aprobar leyes. Siendo el gobierno el actor económico más grande de un país, es fundamental que logre balancear el presupuesto, reduzca el peso de la deuda y gaste mejor. El país ya venía atravesando una desaceleración económica previo a la pandemia y 2020 cerrará con decrecimiento, producto de los cambios en el consumo causados por la covid y las medidas severas de clausura económica impuestas por el gobierno. Si no hay un repunte económico fuerte, el impacto económico negativo futuro de la aceleración en el endeudamiento público será grave. K Ciudadano del mundo, permanentemente curioso, padre de Elena y liberal. Panameño, licenciado en economía internacional por la Universidad de Georgetown. Máster de la Universidad Rey Juan Carlos y el Centro de Estudios Manuel Ayau. Aprovechó sus estudios para vivir en Washington, París, Madrid y Japón. Sobre el autor: "...NOS ENCONTRAMOS CON EL EJECUTIVO CEDIENDO AL CHANTAJE DE LOS DIPUTADOS: FONDOS PARA PLANILLAS IMPRODUCTIVAS Y CLIENTELISTAS A CAMBIO DE SU APOYO PARA APROBAR LEYES".

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