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prensa_2025_06_10

5B La Prensa Panamá, martes 10 de junio de 2025 La princesa Leonor regresa a España para seguir con su formación militar. Escanea el código QR para más contenido en Ellas.pa. La resistencia de los arrecifes de coral Cuando Victoria Glynn llegó a Panamá para estudiar en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) los efectos de las temperaturas oceánicas extremas en los arrecifes de coral como becaria predoctoral en el laboratorio del profesor Rowan Barrett de la Universidad McGill, dibujó corales para explicar su trabajo a los niños. Ahora, sus ilustraciones ayudan a un público más amplio a comprender cuando explica cómo los corales de entornos oceánicos más variables pueden estar mejor equipados para sobrevivir al aumento de las temperaturas oceánicas que los corales de entornos más estables, en un artículo publicado en Current Biology. Si se le pide a alguien que dibuje un coral, es posible que dibuje un bulto o una forma similar a las cornamentas de un ciervo, tal vez con algunos peces o conchas para ilustrar su entorno en el fondo marino. Pero los dibujos de Victoria son mucho más intrincados... porque los corales están formados por el animal coralino y su esqueleto; las algas simbióticas, para la captura de energía; y una multitud de diminutas bacterias... su microbioma... como el que tenemos en nuestros intestinos, responsable de muchas otras funciones. Los cientí”cos lo denominan holobionte de coral, del griego “todo lo vivo”. “La mayoría de la gente sabe que nuestro microbioma intestinal desempeña un papel fundamental en nuestra salud, dependiendo de nuestra dieta y de los microbios que tengamos. En muchos aspectos, los corales no son Las ilustraciones de Victoria Glynn muestran las complejas relaciones entre el animal coralino y las algas y bacterias que viven con él. Cortesía por. STRI [email protected] Para sobrevivir, el coral y sus algas mantienen una estrecha relación, pero cuando el agua del océano se calienta demasiado, las algas suelen abandonar el barco, dejando sólo el esqueleto blanco del coral. Victoria buceando en el archipiélago panameño de Las Perlas. Michael Connolly tan diferentes”, explica Victoria, ahora asociada posdoctoral en la Universidad de Vermont. “Su supervivencia está estrechamente ligada a su microbioma. Cuando explico cómo los corales se mantienen sanos a medida que cambia su entorno, espero que mis dibujos ayuden a ver lo complejos que son en realidad, y por qué es crucial tener en cuenta todos los organismos implicados: el animal coralino, sus algas simbióticas y el microbioma bacteriano”. Para sobrevivir, el coral y sus algas mantienen una estrecha relación, pero cuando el agua del océano se calienta demasiado, las algas suelen abandonar el barco, dejando sólo el esqueleto blanco del coral, un fenómeno llamado blanqueamiento del coral. Pacífico Oriental Tropical Victoria hizo su tesis doctoral en Panamá, en el marco del Proyecto Rohr de Resiliencia de los Arrecifes, dirigido por Sean Connolly, cientí”co de Smithsonian. La ubicación de STRI facilita el acceso de los investigadores al Pací”co Oriental Tropical, una zona oceánica que se extiende desde las islas Galápagos de Ecuador hacia el norte hasta las islas Cocos de Costa Rica. Se trata de un laboratorio natural perfecto para aprender cómo responden los corales a las temperaturas extremas. Los cientí”cos del proyecto aprovechan las gélidas corrientes oceánicas que salen a la super- ”cie en el Golfo de Panamá para preguntarse si los corales que crecen allí son más resistentes a las temperaturas extremas que los corales de otros lugares donde las temperaturas no son tan extremas, y por qué. El grupo tomó muestras de corales coližor (Pocillopora spp.) en el Golfo de Panamá (donde hay žuctuaciones anuales de temperatura) y en el Golfo de Chiriquí (cerca, pero con temperaturas más estables todo el año) y luego realizó un experimento para ver qué ocurre cuando suben la temperatura. “Expusimos a los corales a un rápido estrés térmico en tanques en el yate y, a medida que subía la temperatura, tomamos muestras para poder extraer el ADN de los corales, sus algas y bacterias”, explica Victoria. “De este modo, obtuvimos información sobre las relaciones entre los corales y los distintos miembros de su microbioma a medida que subía la temperatura”. A las temperaturas más altas, los corales recolectados en el Golfo de Panamá, donde las temperaturas son más variables, soportaron mejor el calor. En cambio, los corales del entorno de temperatura estable tuvieron problemas cuando se calentaron. Los hallazgos del equipo apoyan la idea de que los entornos naturalmente variables del Pací”co Oriental Tropical pueden contribuir a la mayor capacidad de estos corales para soportar el calor. Esto podría explicar por qué estos arrecifes fueron capaces de recuperarse tras el catastró”co episodio de El Niño Oscilación del Sur de 1982. “Los arrecifes de coral sólo cubren el 0.1% de la super”cie terrestre, pero albergan alrededor del 25% de toda la vida marina. Los arrecifes también proporcionan servicios críticos a más de mil millones de personas en todo el mundo, a través de la pesca, el turismo, la protección costera y la importancia cultural. A medida que aumenta la temperatura de los océanos, los arrecifes de coral se ven cada vez más amenazados”, a”rma Victoria. “Mi trabajo artístico me ayuda a hacerlo, y también me permite compartir mi amor por la belleza de la naturaleza y mi pasión por la conservación del mundo submarino”. “Entender qué hace que algunos corales sean más resistentes al calentamiento de los océanos será esencial para orientar los esfuerzos de conservación, proteger a las comunidades costeras y salvaguardar la biodiversidad”, a”rma Victoria. La ”nanciación del experimento CBASS corrió a cargo de la Fundación Mark y Rachel Rohr. La autora principal, Victoria Glynn, recibió apoyo adicional a través de una beca Fulbright de EE. UU. y una beca Vanier de posgrado de Canadá, que ”- nanciaron el trabajo molecular, el análisis de datos y la preparación del manuscrito. El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el NSERC y otros organismos también aportaron su ayuda. El Sistema Automatizado de Estrés por Blanqueamiento del Coral (CBASS por sus siglas en inglés) instalado en la cubierta del yate Acadia de Mark Rohr. Daviana Berkowitz-Sklar

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