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10A La Prensa Panamá, martes 15 de abril de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. trar sus propios recursos y territorio, violando su soberanía. El presidente Mulino había sido firme al rechazar las afirmaciones del gobierno estadounidense, bajo la administración de Donald Trump, que aseguraban que Panamá permitiría el paso gratuito de buques de guerra estadounidenses por el Canal. Esta información, divulgada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, fue calificada por Mulino como una “falsedad intolerable”. Sin embargo, tras la visita del secretario de Defensa Hegseth, Panamá anunció que hay un sistema de compensación de costos: Estados Unidos pagará con servicios el paso de sus buques. También se anunció la firma de un memorando de entendimiento entre el secretario de Defensa de Estados Unidos y el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, que permitiría que tropas norteamericanas estuvieran en áreas adyacentes al Canal, cuyo alcance debe ser explicado a la ciudadanía. El Canal, por el bien de las presentes y futuras generaciones, debe seguir bajo la soberanía panameña y su administración bajo la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), una entidad autónoma del Estado. La ACP es responsable de fijar las tarifas de peajes, según lo establecido en el título XIV de la Constitución. Esta facultad recae en su Junta Directiva, compuesta por 11 miembros, cuyas decisiones deben ser aprobadas por el Consejo de Gabinete, conforme al artículo 319. Estas tensiones subrayan la importancia de defender la soberanía nacional. La geopolítica sigue influyendo en la administración de esta infraestructura clave. Más allá de lo polítiLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. ¿Cuál es el país que queremos? Cleptocracia Por otro lado, vemos cómo un ministro de Defena de Estados Unidos viene a Panamá, suscribe “acuerdos” o “memorándum de entendimiento”, o como los queramos llamar, y sorprendentemente la versión en castellano tiene diferencias con la versión en inglés. Me recuerda a la famosa frase “como si fuera soberano”, en cuya interpretación se basó por muchos años la posición de los estadounidenses, pues en la versión inglesa del tratado, que nunca fue firmado por panameño alguno, se interpretaba que efectivamente ellos eran soberanos en la Zona del Canal. O sea, en vez de caminar hacia adelante, ¿echamos para atrás? ¿De veras fue un error? ¿Cómo es posible que nadie se hubiera dado cuenta? Lo que nos lleva entonces a poner en tela de duda la buena voluntad que debe regir los acuerdos entre naciones. Ojo, no estoy entrando a calificar el contenido de los dos documentos firmados, pero sí entro a levantar mi ceja derecha y repito la pregunta: ¿Por qué es diferente el contenido de los referidos acuerdos? Otro tema que a muchos nos ha llamado la atención es la cantidad de panameños que se han manifestado en favor no solo de una presencia militar estadounidense en el país, sino en favor de una invasión. Muchos sustentan su posición en el hecho de que el país “no puede con más corrupción”. A ellos les hago una primera pregunta: ¿Y qué es lo que estamos viendo en la nación del norte? En mi forma de ver las cosas, lo que ha venido sucediendo allá en los últimos casi tres meses no se diferencia mucho de lo que hemos estado viendo en varias de nuestras repúblicas bananeras debajo del río Grande. Irónicamente, muchos de los que claman por una invasión no la padecieron a finales de Juan B. Mckay A. El Canal de Panamá: orgullo nacional, desafíos globales Soberanía En 2005, con apenas cinco años, el mundo era para mí un vasto espacio lleno de maravillas por descubrir y preguntas sobre el lugar que ocupamos en él. A esa corta edad, realicé mi primera visita a las esclusas del Canal de Panamá, la tierra natal de mi padre. Este recuerdo se ha mantenido vívido en mi memoria, como si hubiera ocurrido ayer. En ese momento, al estar frente a esa obra monumental, me sentí diminuta, como una hormiga en un mundo construido para gigantes. La inmensidad y la grandeza de su ingeniería me dejaron sin palabras, maravillada por cómo conecta océanos, culturas y sueños. Desde entonces, el Canal de Panamá es parte esencial de mi identidad y de la de todos los panameños. Como joven panameña preocupada por el futuro, no puedo dejar de preguntarme: ¿estamos preparados para los nuevos retos que enfrentamos? Los cuestionamientos sobre la soberanía del Canal de Panamá, especialmente desde el gobierno de Estados Unidos, generan preocupación en la sociedad panameña. Estas declaraciones son percibidas como una intromisión en el derecho legítimo de Panamá a adminisco, este debate nos lleva a reflexionar sobre lo que significa realmente la soberanía para un país como Panamá. Así como aquella niña, frente a la inmensidad del Canal, vio en su grandeza un futuro lleno de posibilidades, hoy, como panameña, sigo viendo en esa misma obra monumental el símbolo de nuestra fortaleza y de nuestra independencia. Debemos seguir protegiéndolo: es el lazo más fuerte que nos conecta con el mundo y con nuestra historia. El Canal no es solo una vía marítima ni una fuente de ingresos. Es un símbolo de nuestra capacidad de autodeterminación. Hemos demostrado que somos capaces de administrarlo con eficiencia y responsabilidad. Frente a presiones externas, las nuevas generaciones debemos mantenernos firmes. La soberanía del Canal es irrenunciable. Su control no es solo un derecho político: es un compromiso con nuestro desarrollo, nuestra democracia y nuestra dignidad nacional. El Canal es más que una obra de ingeniería. Es un puente entre generaciones. Así como alguna vez, siendo niña, me impresionó su grandeza, hoy, como ciudadana, veo en él una expresión de nuestra independencia. Por ello, preservarlo es proteger nuestra historia, pero también nuestro futuro. La lucha por la soberanía ha estado históricamente vinculada con la consolidación democrática. La defensa del Canal de Panamá va más allá de un asunto nacional. Es un ejemplo para otros países de la región que buscan fortalecer su independencia política y económica. Proteger la soberanía del Canal significa también proteger la democracia panameña, garantizando que los ciudadanos tengan el poder de decidir su destino y que los recursos nacionales sean gestionados en función del bienestar común. Opinión LA AUTORA forma parte de Jóvenes Unidos por la Educación. EL AUTOR es dirigente cívico y analista político. los años ochenta. Hablan inglés machucado y no me tienten, pero son los mismos que pareciera que compraron sus títulos universitarios. Son los mismos que sugieren a sus hijos “que no se mezclen con niños de color extraño” y que hacen negocio con cualquier gobierno que gane las elecciones. Ah, y para colmo de males, fueron los que financiaron y votaron por los diputados de siempre. Estamos empezando la Semana Mayor para el mundo cristiano y las fiestas de Pesaj para el mundo judío. Ambas conmemoran eventos muy especiales y que han marcado el calendario de gran parte del mundo como lo conocemos hoy. Exhorto a los políticos, activistas sociales, dirigentes gremiales y sindicales y, en fin, al público en general a adoptar una actitud fraternal hacia nuestro prójimo. Que el respeto, la tolerancia, la ética y la fraternidad prevalezcan por sobre cualquier otro sentimiento que pueda aflorar en nuestro corazón y en nuestra mente. Miremos a nuestros hermanos con ojos bondadosos, y que ese amor que nos enseñó nuestro Señor Jesucristo sea la guía que marque nuestros caminos, cualesquiera que estos sean. Si seguimos en la ruta que vamos, para el 2029 tendremos luchas en las calles (más de las peleas que ya se ven), el narcotráfico tomándose barriadas y calles, y cleptocracia a la orden del día. La verdad es que ese no es el Panamá que yo anhelo para mis hijas y nieto. Ejemplos en América Latina hay muchos. Veámoslos de lejitos, no los quiero en mi país. Gran parte de la gente decente que reside en este país no sale de su asombro por varias de las tantas cosas que sucedieron la semana pasada, muchas de ellas provenientes de la Asamblea Nacional. Por un lado, tenemos a un grupo de diputados que proponen una ley para decretar una amnistía a quienes hayan resultado o resulten culpables de delitos políticos. Conocida como la ley pro-Martinelli, en referencia al expresidente de la república que ha sido hallado culpable de crímenes comunes, nada que ver con crímenes políticos. Este anteproyecto de ley no solo atenta contra la separación de poderes democráticos, sino que permitiría a un órgano del Estado encargado de la confección de leyes y de la supervisión del órgano Ejecutivo calificar en qué clase se ubica algún tipo de delito. No entiendo cómo este tipo de enajenamiento podría ser siquiera considerado para ser evaluado en primer debate, mucho menos pasar al pleno para su consideración. Mientras tanto, se debería adelantar en las reformas necesarias para que el reglamento interno de la propia Asamblea sea actualizado de la manera que se requiere y que ha sido sugerido en múltiples ocasiones por algunos buenos congresistas, sin mucho éxito, pues a los otros no les convienen dichas reformas. Noemy Catalina González Vargas Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón Réplica sobre El Knockout de Pedro Meilán Panamá, 13 de abril de 2025 Señora Annette Planells Presidente Diario La Prensa Estimada señora Planells En la columna Knockout, firmada por la periodista Flor Mizrachi, publicada el doComplicidad crónica Desmemoria La capacidad de los panameños de hacernos los pendejos es de campeonato. Cada marzo, desde siempre en este país, las escuelas no están listas para recibir a los estudiantes, pero nos sorprendemos y nos indignamos hasta que pasan unas semanas, y nos olvidamos, otra vez, de lo mismo. ¿Desde cuándo los chances clandestinos? ¿Desde cuándo las botellas? ¿Desde cuándo los «Bolota», «Benicio», «Toros», «Loco», corruptos, huelguistas y vendepatrias?: de toda la vida. Pero nos hacemos los pendejos, otra vez. En redes, sobran políticos sorprendidos, abogados sorprendidos, poetas patrioteros sorprendidos, nacionalistas sorprendidos, y hasta periodistas sorprendidos, que dicen que este país es previsible, y lo es, pero por la complicidad crónica de la que formamos parte, y que se demuestra en el «periodismo» pueril que practican los que quieren azuzar a la gente sin dar nombres de lo que dicen denunciar, asumiendo su responsabilidad en el silencio internacional de nuestra causa. Hacerse el pendejo nos hace cómplices de la corrupción sistémica o de una profunda ignorancia de lo que somos. Panamá ha muerto, «entre todos la matamos y ella sola se murió», y no aceptamos que somos parte del problema: que un gobierno con un 34% no representa nada; que sentarse a esperar que pase la era Trump o Mulino es cobardía; que invocar a un dictador muerto como fuente de frases soberanistas o profeta de nuestra circunstancia manifiesta que tenemos lo que nos merecemos. Somos tan cómplices, que seguimos aguantando a expresidentes y exmagistrados hablando por televisión, o a expolíticos criticando la situación actual, pero cuando estuvieron en el poder, seguro vieron cosas y miraron para otra parte. Hablan paja de revocatoria de mandato, y ningún político se atreve a presentarla. Tienen miedo a no dar la talla. Prefieren seguir crónicos y cómplices, no complicándose la vida, agitando banderas en manifestaciones de lunes a viernes. Así es mi país, y por eso tiene lo que se merece: es lo que tiene hacerse el pendejo. EL AUTOR es escritor. Pedro Crenes mingo 13 de abril de 2025, aparece una entrevista al Lic. Pedro Meilán, en la que este afirma que una “demanda por bien oculto” presentada por él contra Panamá Ports ante el Ministerio de Economía y Finanzas fue negada por Dulcidio De La Guardia en su calidad de Ministro. Lo cierto es que la denuncia por bien oculto del Lic. Meilán ante el MEF fue negada mediante resolución MEFRES-2019-1251 del 31 de mayo de 2019. Este servidor ocupó el cargo de Ministro de Economía y Finanzas hasta el 30 de junio de 2018, por lo que difícilmente puede haber negado la denuncia mencionada, toda vez que no era Ministro en ese momento. El propósito de esta nota no es otro que solicitar la correspondiente aclaración en la próxima edición del diario. Atentamente, Dulcidio De La Guardia Cédula 8-230-531 * Las réplicas son publicadas tal como son enviadas por su autor. La Prensa no modifica, edita o corrige su contenido.

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