8A LaPrensa Panamá, jueves 31 de octubre de 2024 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. 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La contención de $4 mil millones, frente a la necesidad de un presupuesto “conservador ”, desapareció. O mejor dicho, esta se reduce a solamente $580 millones; con el mérito, para no decir consuelo, de tratarse de un presupuesto “materialmente inferior ”al de 2024, según el ministro de Economía y Finanzas (MEF). Con el “alivio”también, de no aplicar el de 2024 de haber sido rechazado por los diputados, al tratarse el nuevo de un presupuesto “maneja - ble”. En esto podría estar de acuerdo, porque cualquier presupuesto puede ser mejor que los de Héctor Alexander en el quinquenio pasado, así como cualquiera sería mejor presidente que Laurentino Cortizo. Por lo tanto, Felipe Chapman manifestó que “conti - nuamos con nuestro propósito de tener un presupuesto conservador, prudente y responsable, que consideramos se puede lograr en el próximo año 2025, a pesar de que aceptó no tener la certeza de que se pueda ejecutar en su totalidad. Ahora bien, solo el día anterior el ministrodelMEFhabíadicho,enuna conferencia de prensa, que los ajustes al presupuesto “representarían cerca de 1,000 millones más … ”. Y aunque terminaron aumentando $2 mil millones sobre esa cifra, Chapman aclaró que lo que trató de decir era que el presupuesto subiría más de mil millones. Al ministro del MEF lo desajustaron las leyes especiales y los aumentos automáticos. Elaboró en primera instancia y no dudo que, de buena fe (aunque presentándose tardíamente en detrimento de la Constitución), un presupuesto que, por desconocimiento, incumplió una serie de normativas que se desbordan en los fueros y privilegios que están haciendo desaparecer al Estado nacional. Una especie de campo minado, que hace imposible la elaboración de un presupuesto cónsono con la realidad económica del país; frente a normas jurídicas insostenibles en el tiempo y que nos llevarán al despeñadero financiero. No creo que el tema de los “errores humanos”o“go l e s ”en cifras que ni el ministro Chapman ni el Consejo de Gabinete aprobaron, sin especificar cuáles son los rubros o las cantidades involucradas, tenga mayor relevancia. Los errores son humanos, pero este asunto va mucho más allá. Después de resolver la trama de la Caja de Seguro Social, habrá llegado el momento de eliminar las leyes especiales y los aumentos automáticos, aunque sea paulatinamente. Este asunto no puede esperar, porque la maniobra o manejabilidad a la que se refiere Chapman, pronto quedará supeditada a la insostenibilidad de gastos que suben como la espuma. La cual nos está desintegrando en este círculo vicioso que perjudicó el ideal de Chapman del 15% de contención, para pasar a un insignificante 4% gracias a las “leyes especiales”. El momento para desmantelar el campo minado llegó. A lo largo del 2025 y antes de la presentación del próximo presupuesto, toca al Ejecutivo presentar las iniciativas legislativas y así, modificar las leyes para que se apliquen en base a los ingresos y no en función del PIB y con objetivos definidos. Es necesario eliminar normas desconectadas de la realidad, que, como expresó Chapman, crean una “in - flexibilidad descomunal al presupues to”. No basta con decirlo; hay que hacerlo. El problema surge cuando Chapman añade que no hay condiciones, porque la mayoría quiere más gastos del Estado, más beneficios y pagar menos impuestos o no pagarlos del todo y agrega que no hay respaldo para contener el gasto público. Y que las malas decisiones vienen de la Asamblea “por medio de las presiones de los ciudadanos que exigen más gastos y pagar menos impuestos”. Me voy más allá, porque la contención debe incluir dietas, viáticos, porcentajes de ganancias para cónsules de la marina mercante, asesorías excesivas, sueldos de funcionarios que superan al de ministros y del presidente, viajes incontrolables, subsidios, auxilios, exoneraciones, incentivos y exenciones. Rubros que no necesariamente están ligados a una ley especial o que, en lugar de gastos, implican la privación de ingresos al Estado a través de esta economía de amiguetes. La labor de un estadista no es imponer, es instruir; no es someterse, es empinarse; no es resignarse, es guiar. Y si alguien no instruye, no se empina y no guía al ciudadano, el mantenimiento del campo minado será el soporte del endeudamiento permanente, el despilfarro imparable, el clientelismo camuflado y la contención inviable. A lo largo del 2025 y antes de la presentación del próximo presupuesto, toca al Ejecutivo presentar las iniciativas legislativas y así, modificar las leyes para que se apliquen en base a los ingresos y no en función del PIB y con objetivos definidos. EL AUTOR es abogado Con paso firme, pero en arenas movedizas Gobierno Jorge Obediente [email protected] Ya sea caminando sobre arenas movedizas o sobre cáscaras de huevo, el gobierno electo intenta cumplir una agenda que no necesariamente representa el mandato de la mayoría que no lo eligió. El presidente ha enfrentado grandes retos, y sus maniobras con las fuerzas oscuras requieren una destreza que, hasta ahora, no parece haber demostrado, pues está perdiendo. El ejemplo más reciente es el presupuesto 2025, donde se pregonaba contención del gasto, pero la última versión no reflejó tal intención. La versión original era un documento razonado y técnicamente elaborado, pensado en un Panamá mejor y proyectado hacia el futuro. Sin embargo, en un esfuerzo por complacer políticamente a las mismas fuerzas que lo llevaron al poder, ignoraron la posibilidad de que las agencias calificadoras rebajen las calificaciones crediticias del país. Esto podría convertir su reciente viaje a Francia, en busca de sacar al país de las listas grises, en meras vacaciones. ¿Qué sería peor, que nos saquen de las listas grises o perder el grado de inversión por una política fiscal deficiente? Cuando los diputados aprobaron la ley del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) para educación, no dimensionaron, o desconocían por completo, el alcance de esta medida. Lo peor es que aún persisten algunos de estos legisladores en la Comisión de Presupuesto, insistiendo en leyes absurdas y mal concebidas, nacidas de la ignorancia y del afán de imitar modelos de países desarrollados. Para entender el impacto de ese 7% del PIB, es necesario recordar que el PIB representa el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos en el país. Por ejemplo, si yo vendo limones a un mayorista, quien los revende a un distribuidor, y este a su vez a tiendas que los venden a quienes hacen limonadas, y estos a una fonda para el cliente final, todas estas transacciones forman parte del PIB. Asumiendo un PIB de B/.100 mil millones, el 7% destinado a educación equivaldría a B/.7 mil millones. Ahora, si analizamos los B/.30 mil millones que se contemplan en el presupuesto, incluyendo ingresos fiscales, aportes del Canal y otros, vemos que no alcanzan para cubrir todo. Se requiere más endeudamiento, una política común de todos los gobiernos: gastar más de lo que ingresa. Si el déficit proyectado es de B/.4 mil millones, los ingresos presupuestarios reales sumarían B/.26 mil millones. Restando los B/.7 mil millones destinados a educación, quedarían solo B/.19 mil millones para cubrir todos los demás gastos del Estado, incluyendo el servicio de la deuda pública, lo cual resulta claramente insuficiente. En lugar de acoger recomendaciones de políticas fiscales realistas, el Ejecutivo y Legislativo han optado por “más de lo mismo”. Han perdido la oportunidad de reformar leyes absurdas como esta, junto con otras que contemplan jubilaciones especiales y aumentos automáticos, beneficios exclusivos para unos pocos en detrimento de la mayoría. No hay contención del gasto; se perpetúan distorsiones que benefician a unos pocos, marginando a la mayoría que no votó por ellos. Ingenuamente, en su mensaje a la nación, el ministro Chapman exhorta a los contribuyentes a pedir facturas y contribuir al combate de la evasión fiscal. Pero, como todo buen padre de familia, el Estado debe dar el ejemplo, algo que no está haciendo. La desilusión crece, sobre todo entre quienes no apoyaron al “Cartel Político 2024”, ya que aquellos bien acomodados no enfrentan dificultades. La contención del gasto tampoco se aplica a los nuevos nombramientos con altos salarios para allegados, el escandaloso nepotismo en una universidad estatal y los rumores de familiares del dictador emplantillados en el gobierno. Anteriormente sugerí que el presidente debía ser un Hércules para enfrentar estos problemas; sin embargo, a este ritmo, parece que ni siquiera será un “Herculito”p a ra aplastar una lombriz. Es comprensible que no deseen realizar una encuesta de satisfacción ciudadana sobre la gestión gubernamental, pues resultaría tan reveladora como las pruebas PISA que se dejaron de lado para evitar saber lo mal que está la educación en Panamá. Claro, hay encuestas y encuestas. Como todo buen padre de familia, el Estado debe dar el ejemplo, algo que no está haciendo. La desilusión crece, sobre todo entre quienes no apoyaron al “Cartel Político 2024”, ya que aquellos bien acomodados no enfrentan dificultades. EL AUTOR es ciudadano El anillo de fuego Israel Ezra Homsany [email protected] Hay fechas que marcan un hito y quedan grabadas en la memoria colectiva de la humanidad. El 7 de diciembre de 1941, un día que ‘vivirá en la infamia’, según las palabras del presidente Roosevelt, Japón atacó Pearl Harbor, lo que forzó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial; es un claro ejemplo. Del mismo modo, el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás rompió las barreras de la Franja de Gaza, asesinó a 1,200 israelíes y secuestró a más de 300, marca un cambio radical en la realidad política y militardeMedioOriente. Israel actualmente está rodeado por un ‘anillo de fueg o’, con fuerzas proxis de su mayor enemigo, Irán. Al norte, en el Líbano, está Hezbolá; al sur, Hamás; los hutíes en Yemen; y, más allá, moviendo y fomentando el caos bélico, el propio Irán, que ya ha atacado directamente a Israel en dos ocasiones. Está de más repetir noticias ya conocidas. Este escrito está dirigido a los líderes occidentales y sus seguidores, quienes, en su ingenuidad y miopía, ven esta guerra que Israel libra en múltiples frentes como una de tantas. No perciben que Israel es el único bastión en Medio Oriente que defiende los valores judeocristianos contra movimientos fundamentalistas y wahabistas, que promueven un islam militante y agresivo de conquista. Si el Estado judío desaparece (porque esto es lo que persiguen estas corrientes), ¿quién quedará para enfrentarlos? Es cierto que no todos los árabes son fanáticos, pero sus movimientos sí lo son. Israel no busca una guerra de conquista territorial, aunque su extensión es menor que la del estado de Nueva Jersey en EE. UU. Y aun así, para sus enemigos, eso no es suficiente. De allí el lema que aboga por un dominio ‘del río Jordán al Mediterrán e o’. Guardando las proporciones, esto recuerda al appeasement de Múnich, cuando Francia, Gran Bretaña y otros cedieron Checoslovaquia a Hitler y, meses después, Alemania se anexó lo que quedaba de ella. Lo más triste es que, si se embargan las armas a Israel para defenderse, más adelante se enfrentará al mismo conflicto en una posición de debilidad. Como señalaba un editorialista del Wall Street Journal, Occidente debería estar agradecido con Israel, cuyo ejército está eliminando a potenciales terroristas cuyo próximo objetivo sería Occidente y el hemisferio occidental. Y, lo más importante, Israel está librando esta lucha titánica solo. Algunos países reprochan a Israel que su respuesta es asimétrica, es decir, que no guarda proporción con el ataque del 7 de octubre de 2023. Pero, ¿qué conflicto bélico en los últimos 2,000 años ha mantenido una reciprocidad entre ataque y defensa? ¿Se espera que el Estado judío deba eliminar a 1,200 terroristas de Hamás y secuestrar a otros 300? Esto es absurdo. Es cierto que han muerto miles de civiles, muchos de ellos probablemente inocentes. Toda vida humana es preciosa. Sin embargo, es fundamental entender que Israel enfrenta una lucha existencial. Sus enemigos pueden perder muchas vidas; pero el Estado judío no puede perder ni una, pues eso significaría su desaparición. EL AUTOR es especialista en relaciones internacionales.
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