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prensa_2024_07_10

2B LaPrensa Panamá, miércoles 10 de julio de 2024 Deuda del Minsa es el doble de la reportada por el pasado gobierno La deuda actualizada del Ministerio de Salud asciende a $650 millones, según el ministro Boyd Galindo. Fernando Boyd Galindo, ministro de Salud. Cor tesía Wall Street cerró mixto tras el optimismo en la Fed por rebaja de tasas MERCADOS EFE. NUEVA YORK, EU Wall Street cerró ayer martes en terreno mixto en una jornadaen la quela Re - serva Federal (Fed) trasladó un mensaje de optimismo sobre unafutura bajadade los tipos deinterés, tras "avances modestos" relati - vos a la inflación. Al término dela jornada enlaBolsa deNuevaYork (NYSE), elDow Jonesbajó un 0.13% (hasta 39,292 puntos) frente al avance del 0.07% en el S&P 500 (5,757 unidades,un nuevorécord paraelselectivo) ydel0.14% en el Nasdaq(18,429 ente - ros). "Laslecturas deinflación másrecientes hanmostrado algunos avancesmodestos y más datosbuenos fortalece - rían nuestra confianza en quela inflaciónse estámo - viendo de manera sostenible hacia el 2%", apuntó yaer martesel presidentedela Fed, Jerome Powell, durante suintervención anteelco - mité bancario del Senado. Powellinsistió enquela Fedno creeque sea"apro - piado"reducir lostiposde interés hasta quese haya "ganado una mayor confian - zaen quelainflación seestá moviendo de manear soste - nible hacia el 2%". Enmayo, elúltimodato conocido,la inflaciónbajó una décima hasta el 3.3%. FINANZA S Aleida Samaniego [email protected] Durante una reunión de transición entre el entonces ministrode Salud,Luis FranciscoSucre, y el actualministro, Fernan - do Boyd Galindo, se informó que la deuda del Ministerio deSalud (Minsa)era de $360millones, aunqueen realidad es el doble. Boyd Galindo precisó que ladeuda delMinsaasciende a $650 millones y que, a pesar de eseaumento, se ha mantenido una comunicaciónconstante conempre - sas proveedoras,construc - torasy todaslas partesinvo - lucradasen eldesarrollode las obras dela institución para garantizar el pago. El ministrorecalcó el compromiso de retomar y concluirproyectos talesco - mo elHospital deBugaba en Chiriquí, elHospital Dr. Manuel Amador Guerrero en la provinciade Colón, y reiniciarla construccióndel Hospital Regional de Metetí en Darién.Este últimofue abandonado por las pasadas administraciones, pero Boyd Galindo aseguró que próximamentese darálaor - den de proceder. “Todas lasestructuras que quedaron abandonadas av - mosa replantearlasy aeje - cutarlas para dar solución a todoslos panameños”, dijo el ministro. Durantela reuniónde transición el 13 de junio pasado, Sucre explicó que que - daban más de 300 millones dedólares enpagospendientes; sin embargo, ya se encontraban enproceso en elMinisterio deEconomíay Finanzas(MEF) para ser depositadosen laspróximas semanas enlas arcasdel Minsa. El presupuesto del Minsa para este año es de $2,636,421,271, delos cua - les $1,978,551,836 son paar funcionamiento y $657,869,436 para inversión, según la Gaceta Oficial. Sucre informó en aquel momento que,con respecto al presupuestodel Minsa para la vigencia fiscal 2024, solo se utilizó el 30% de la totalidad de lapartida. Entre los proyectosque quedaban pendientes parala próxima administración, destacaba la construcción dela prime - ra fase del ION, que actual - mente estáen procesode li - citación. Además, el tarsla - do del Hospital Modular de Albrook a La Chorrera. ElMinsaya hizolasolici - tud al MEF para el traslado de partidapara lamoviliza - ción de este hospital modu - lar,pero noha sidoaproba - da. Sucreinformó que “cuando se iniciósu admi - nistración en el Minsa, reci - bieron cerca de40 proyec - tosdetenidos porproblemas legalesy administrati - vos, quelamentablemente aún siguen suproceso legal, como el centrode salud de Puerto Caimito en La Cho - rrera y el de Guna Yala, en los que aún no culmina el pro - ceso con la aseguradora”. La pasada administración del Minsa tampoco pudo so - lucionar el problema presupuestario parahabilitar las plazas de trabajopara la for - mación demédicos internos.Estos médicosdeben sernombrados pordosaños enel sistemacon suspresta - ciones y pagos de turnos. Economía & Negocios ¿Hacia una nueva economía? Punto de vista Enzo Moschella [email protected] Durante más de 70 años, el pensamiento económico ha estado dominado por fundamentos teóricos clásicos, en un entorno muy lineal y previsible, donde los mercados se encargaban de establecer los equilibrios mediante actuaciones de participan - tes racionales e informados, en ambientes de libre competencia. El cre - cimiento económico, medido a través del pro - ducto interno bruto (PIB), era el indicador de progreso por excelencia de las naciones. Esto se inició a mediados de la década de 1930, cuando el Congreso de los Etsa - dos Unidos encargó al economista Simon Kuz - nets diseñar un indicador de la renta nacional del país. Sin embargo, ya en el si - glo XXI se comenzó a hablar de economías más dinámicas y compleajs, con actores que se de - sempeñan más por interés particular que colec - tivo, independientemente de las repercusiones degenerativas en el am - biente o distributivas de la riqueza con el resto de la población. En la última década, movimientos estudiantiles y economistas del siglo XXI han comenzado a hablar de una economía circular y de la necesidad de logarr un desarrollo sostenible. El objetivo principal, más allá de simplemente crecer indefinidamente, debía ser prosperar de forma más responsable, respetando el medio am - biente y los derechos humanos. La profesora Kate Ra - worth, una de las pensadoras recientes de las economías más humanistas o con propósito, ha desarrollado su pensamiento circunscrito en - tre dos círculos virtuosos que deberían limitar los espacios del desarrollo económico de forma más regenerativa y distributi - va. Uno superior representado por el aspecto ecológico, y otro inferior donde se sitúan los elementos sociales necesarios para el bienestar hu - mano, tales como salud, alimentación, educación, vivienda, agua, energía, trabajo digno, paz y justicia, entre otros. Todo esto es visualizado como una rosquilla o donut, a la que Raworth ha llamado la “economía del donut ” (doughnut economy). Aunque ningún país aún la ha aplicado literalmente, cada vez más naciones y ciudades han mostrado interés en adoptar sus principios en sus planes de desarrollo económico, tales como Costa Rica, Países Bajos, Escocia, Nueva Zelanda, Berlín y Bruselas. Por otra parte, a pesar de estar muy claras las limi - taciones del PIB como referente de prosperidad económica, sigue siendo el indicador más difundido y comentado por la mayoría de los economistas tradicionales. Sin embargo, resulta evidente que el crecimiento económico es una condición necesaria, mas no suif - ciente, para reducir la de - sigualdad y distribuir bienestar. Para lograrlo, se requiere planiifcar so - bre la base de una economía más inclusiva y sos - tenible por diseño, que incluya medidas reditsri - butivas como impuestos progresivos, estímulos a la contratación formal en el mercado laboral, pro - tección a los menos capacitados, un salario mínimo justo, medidas efecti - vas para la protección del consumidor y libertad de mercados, provisión de servicios públicos efi - cientes y accesibles, promocióndelainclusiónif - nanciera, desarrollo de procesos de transforma - ción digital sin deaj r a nadie atrás, entre otros. Para esto, es imprescin - dible la conjunción de esfuerzos entre el sector público y privado. No se trata de una nueva economía, sino de una visión ampliada de la misma, incorporando todos los ámbitos sobre los cua - les esta tiene o debería tener impactos. El proble - ma radica en aquellos países, ciudades u organizaciones que aún no lo han entendido y han seguido gestionando con un enfoque limitado. Por ello, estamos lejos de po - der cumplir para 2030 los Objetivos de Desarro - llo Sostenible acordados en 2015 por los 193 países miembros de las Nacio - nes Unidas. Peor aún, la situación es crítica en la gran mayoría de países que siguen lejos de cubrir las necesidades básicas sociales, reducir la pobreza y la desigualdad. Para acelerar estos pro - cesos, la tecnología puede ser la respuesta. La tecnología b l o ckchain, por ejemplo, jun - to con la inteligencia ar - tificial (IA) y otras tecno - logías emergentes, tiene un potencial enorme, aún poco explotado, para contribuir a la sostenibi - lidadylainclusiónifnan - ciera. Blockchain se constituye como una base de datos que alberga registros digitalizados de forma descentralizada (sin intermediarios), distribuida (la información está alojada en múltiples nodos o bases de datos), transparente e inmutable (una vez veriifcada e incorporada la informa - ción de forma criptográfica, nadie la puede modificar) y programable (autoejecutable sin in - termediarios al cumplir - se ciertas condiciones). Estas características fa - cilitan la identiifcación digital de los usuarios, manteniendo la conif - dencialidad y seguridad de la información que estos alojan en la cadena de bloques, facilitando, por ejemplo, la trazabilidad de objetos o activos tan - gibles del mundo real en las cadenas de suministros, asegurando que los proveedores sean los de menor impacto y permi - tiendo darle seguimiento, con el uso de sensores, a los productos desde sus materias primas hasta el consumo final. En el área financiera, también son amplios los usos que se les están dan - do a estas tecnologías. Todos los grandes bancos americanos y europeos están desarrollando o aliándose con empresas fintech para incorporar - se a una mayor digitaliza - ción financiera y poder así bancarizar a los más de 1,500 millones de personas que siguen sin estar bancarizadas en el mundo y no mantienen cuentas o ningún producto financiero. Bloc - kchain se está convir - tiendo en la autopista so - bre la cual se basarán to - das las otras tecnologías emergentes y sus usos se seguirán multiplicando aceleradamente en prác - ticamente todos los segmentos y áreas de nego - cios (salud, logística, agricultura, finanzas, co - mercio, educación, go - biernos, etc.). EL AUTOR es economista.

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