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edicion_2021_09_18

4A LaPrensa Panamá, sábado 18 de septiembre de 2021 Panorama El edén, tocadoporel narcotráfico, laguerrayelmandodel Senafront El corregimiento de Jaqué, en Darién, no es ajeno al conflicto armado y al narcotráfico, que tiene su génesis en la vecina Colombia. En el lugar señalan que el Senafront ejerce un ‘excesivo control ’ sobre la población. FRONTERAS OhigginisArciaJaramillo [email protected] E l resplandor del sol arremete contra una pila de embarcaciones multicolores ancladas en un improvisado puerto, mien - traslaoscuramareadescien - de. Enfrente hay un gran ró - tulodel ServicioNacionalde Fronteras (Senafront) que reza“BienvenidosaJaqué”. Acto seguido,aparece uno de los agentes fronterizos que, libreta de apuntes en mano, pide los siguientes datos: nombre decada per - sona, número de cédula, ocupación,motivode la visi- ta yduracióndela estadíaen elpueblo. Es una muestra clara de quién controlaJaqué, unpa - raísoescondidoentrelaespe- saselva deDariény elagresi - vo océano Pacífico. La enti - dad de seguridad tiene pre- sencia fija en al menos cinco comunidades de las11 que conforman este corregi - miento, en el que habitan aproximadamente4milper- sonas;un80% deellastiene susraícesenColombia. Para entender lo que suce- deenJaquéhayquetomaren cuentaquesetratadeunazo - na marcada, de alguna ma- nera,por elconflictoarmado enelvecinopaísconlasyaex - tintas FuerzasArmadas Re - volucionarias de Colombia (FARC)—se desmovilizaron en 2016, tras la firma de los acuerdos de paz—, así como porloscártelesdeesepaíssu - ramericano,que utilizanesa áreadel Pacíficopara el tráfi - codedrogasilícitas. A lo anteriorhay que agre - garlosaltosnivelesdepobre - za —que alcanzan amás del 60% de la población— y el control que ejerce el Sena - front, el cual irritapor mo - mentos a autoridades loca - les,dirigentesindígenasypo - bladores, cuando se les con - diciona sumovilidad porJa - qué. Lamigraciónsilenciosa En 1999, llegaron a Jaqué procedentes delvecino pue - blo deJuradó, enColombia, unasmil personas.Huíande losenfrentamientosentrelas FARCyelEjércitocolombia - no.Aquellavez, ungrupode cerca de 600 guerrilleros pertenecientesalbloqueJosé María Córdoba delas FARC se tomóJuradó, consaldode 26muertos. De esto se acuerda Celsa González, unade lasdespla - zadas quesemovilizóa suelo panameño y desdeese en - toncesviveenJaqué. “Yosalí, con16años, conmiedodemi país, enmedio de dos días de enfrentamientosy noquiero volver a Juradó”, subraya González, quien dice que hasta la fecha noha podido superar lo ocurridoy queca - da vez que escucha un heli - cópterosientemiedo. Ahora, un pocomás tran - quila, narra que formóuna familia en Panamá y tiene dos hijos. Tambiénagradece aPanamá porotorgarleresi - dencia permanente,aunque reconoce que no fue nada fá- cil su andar en estas tierras, pues tuvo que comenzarde cero, cuando enJuradó era una estudiante destacada, con muchas aptitudes para ser una buena profesional. Afirmaqueunodeloshechos quemásleduele slapérdida de dos hermanos, quienes fueronreclutadospor lague- rrillaenJuradó. Son las 6:03 p.m.y en Ja - qué comienza aponerse el sol.Algunosniñoscorrenpor lasveredasyenlacasadeMa - ría Bustamante juegana las cartas.Ellatambiéntuvoque escapar de laviolencia en la fronteracolombiana. Sus recuerdos losmantie - ne a flor de piel: “Si no sali - mos aquel diciembre de 1999, quizás hubiéramos muerto.Todolonuestroque - dó allá, pero novuelvo por - que tengomiedo ala violen - cia”. Y aunque manifiesta que Jaqué es un pueblo conca - rencias,allí encontrólatran - quilidad, lo que no cambia por nada delmundo. “Aquí por lo menos concilio el sue- ñoynotengoquepreocupar - meporunabalaperdida”, in- dica Bustamante, mientras mirahaciacielo. González y Bustamante, ambas desplazadas por la violencia, forman parte de esamigraciónsilenciosadela que poco se hablay la que se pierde entre lasmontañas e inhóspita selva de la extensa provinciadeDarién. Guerrillaydrogas A 45minutosde Jaqué ca - becera ymuy cerca del límite con Colombia,en un sector conocido como Guayabo, donde sólohayuna vivienda, seencuentraHoraciaChami. Perdió a suesposo hace tres meses y ahora viveen la selva consuhijayalgunosnietos. En su memoria está pre - sente cómo miembrosde las FARCsalíande lamontañay llegabana suvivienda,gene - ralmenteen horas de la no - che. “Nos decían quesi nos portábamosbienconellosno habría problemas... y claro quesentíatemor”,narraCha - mi y precisa quedesdehace comoseis añoslos guerrille - rosnoseasomanporel lugar, lo cual coincide con la firma delosacuerdosdepaz. Cuentaque esfeliz vivien - dosolaentrelajunglaylapla- ya, aunquereconoce quepor momentos sequeda sinpro - ductos básicos, como la sal o el azúcar. No obstante, sos - tiene que nunca le falta el aceite,porqueconlaspalme - ras del sitio produce con fre- cuenciaaceitedecoco. “Aquí, enmediodelanada,estamos tranquilos ”, indica Chami, mientraslasolasgolpeancon furiasuamadaplaya. Apesardequelapresencia de los grupos armados ha menguadoenJaqué,losesta - mentosdeseguridadseñalan el Pacífico panameño como una de lasrutas más utiliza - das por los cárteles para el tráfico de estupefacientes, entre ellos el temidoClandel Golfo. De hecho, enun informe presentado la semana pasa- da, el Servicio NacionalAe - ronaval (Senan) detalló que eneste litoralsehanincauta - do este año3.6 toneladas de drogas. Asimismo, el Sena - front reporta que ensu área de jurisdicción este año han incautado 11mil 421 kilogra - mos de sustancias ilícitas y aprehendidoa259personas. Enmediode todoestecon - texto están los moradores y autoridadeslocales eindíge - nas de Jaqué, que reconocen que el Senafront debe estar presente en el lugar, pero tambiénindicanquepormo- mentosselestratacomosito - dosfuerannarcotraficantes. Daniel Bacorizo, cacique regional suplente deJaqué, manifiestaqueenlazonahay 10 comunidadesindígenas y siente quehaymomentosen losqueselesprivadesuliber - taddemovimiento. “Nos ven como colabora - doresde laguerrilla,cuando en realidadsomos comuni - dades olvidadas. Nuestros ancestros han vivido libres y nosotros queremoslo mis - mo. A veces[el Senafront] nos establece horas para cir - cular o pescar y nosotros nuncahemos vividoasí... Es como una prisión”, indica el dirigente. Bacorizo fuetestigo decó - moelmayorAnselmoTaylor, uno de los responsablesdel Senafront en Jaqué, impidió que el equipo de La Prensa se trasladara de la comuni - dad deGuayabito ala deCo - calito, para tratar de conocer larealidaddesushabitantes. Inicialmente,Taylorenvió un mensaje através del re - presentante de corregi - miento, Macario Morales, indicando que los periodis- tasnopodíanmoversehacia Cocalitoporuntemadebio- seguridad. Luego, cuando se leconfrontó, dijo que era porseguridad,aunqueagre- góque noestabaautorizado para darentrevistas sobreel tema. Mientras caminábamos por el pueblo, nos abordó María Perea, una residente de Jaqué, quienmanifiesta que se sintió agredida por agentesdelSenafront. “Yo volví a Jaqué el 13 de agosto, luego de vender mi pescado en Panamá.Ese día que llegué,lesmostréel aviso deoperación,el talonariodel cheque dela ventay, aúnasí, me encerraron para conocer la procedencia del dinero. Tambiénme desnudaron,lo queconsiderounabuso.Mu - chos callanpor miedo,pero nomegustacómoestátraba - jando la Policía aquí. Ellos puedenhacer sutrabajo,pe - ro tampoco pueden atrope - llar a la población”, acotó la comerciante. Perea añade que luego de unahora fueli - berada, pero aúnno supera cómofueabordadaporelSe - nafrontaquel díade agosto, ensupropiopueblo. El representante deJaqué, MacarioMorales, resumelo que ocurre conel Senafront en el corregimientocomo un “control excesivo”, aunque tambiénadmitequeellosde- ben encargarse dela seguri - dad, yaque esuna zonacom - plejadesdehacedécadas. Laseguridad Frente alos señalamientos delacomunidad,elSenafront planteaquelaentidadnores - tringeolimitalamovilidadde losciudadanosenJaqué,aun - queprecisaqueconlapande- miasulabordeprotecciónes- ta direccionada a puertos, atracaderos y aeropuertos, conelobjetivodemantenerel ordenyvelarporlaseguridad, ante la faltade presencia de entidadespúblicas. “ Esderesaltarque lasitua- ción que acontecíaen años anteriores enel litoralPacífi - co y en las comunidades de Jaquécabecera, Guayabitoy Cocalito,reflejaunambiente deinseguridadporlapresen - ciadecélulasdeorganizacio - nes narcoterroristas, en la que varios pobladores eran colaboradores ”, dice la enti - dad, enunanota en laque da suversióndeloshechos. En ese contexto, agrega que actualmente lazona se mantiene con menor inci - dencia delictiva y faltas ad - ministrativas, en granmedi - da por el trabajo conjunto conlacomunidad. En cuanto aprohibir que el equipo de La Prensa se movilizara hacia Cocalito, el Senafrontdetalló que el oficial responsable de la zo- na estimó prudenteel con- trol y salida dela embarca- ción debido a fenómenos climáticos, como tiempo lluvioso, marea altay fuerte oleaje. “ Senafront no limita la movilidaddeningúnciuda - dano en nuestras áreas de responsabilidad; loque im - plementamos son medidas de seguridad para salva - guardar lavidadeciudada - nos ”, concluye el estamento deseguridad. Las paradisíacas playas y la selva deDarién son aprovechadas por los lugareños para obtener su alimento. No obstante, también sonusadas por grupos criminales, sobre todo para el tráfico de drogas haciaEstadosUnidos. AlexanderArosemena Senafront cuenta conuna imponente base en la comunidad de Jaqué cabecera. AlexanderArosemena MaríaBustamante fue, en 1999, una de las víctimas del con- flicto armado en el vecinoColombia. AlexanderArosemena Los lugareñosmanifiestan que no están en contra de la labor del Senafront, pero hicieronun llamado para quemejoren su trato a la comunidad. AlexanderArosemena

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