revistak_20211018

¿Qué mitos deben romper los latinoamericanos sobre vivir en una comunidad de adultos mayores? Que la persona estará más feliz y saludable que en su casa de toda la vida. Un número significativo de los nuevos residentes llegan a las comunidades de Insignia deprimidos. Hay que reconocer que el adulto mayor ya no tiene la misma libertad y movilidad de antes, y pasan innumerables horas en su hogar acompañados de una empleada, la cual no tiene nada en común con ellos. Comen cuando la empleada quiere, ven en la televisión lo que la empleada le pone porque es lo que le gusta a ella, no los arreglan bien diariamente, etc. Y solo gozan de otra compañía cuando hijos y familiares visitan esporádicamente. Cuando se mudan a Insignia encuentran una vida nueva. Hacen nuevas amistades, tienen conversaciones largas de cosas que a ellos les interesa, juegan cartas u otros juegos, comparten en las horas de comida, ríen, bailan y se divierten. Además al Insignia monitorear su comportamiento y estado de salud diariamente, se pueden prevenir o actuar rápidamente para tratar esos cambios. Al nosotros encargarnos de la dispensación de las medicinas que le recetan sus médicos, en su horario correcto y evitando errores, muchas veces las condiciones de salud mejoran grandemente. ¿Cuál es su aporte en la organización? Mi rol principal dentro de la empresa es el desarrollo de nuevas comunidades. Trabajo directamente con los arquitectos, y contratistas de los proyectos. Estoy presente en todo el diseño para asegurarme que se tomen en cuenta todas las necesidades de este tipo de comunidad de adultos mayores. Durante la construcción, participo en las reuniones del grupo gerencial a cargo del proyecto y tomar decisiones en los cambios que surjan. Otra de mis responsabilidades es la obtención de propuestas de equipo, accesorios y mobiliario y su compra. Me encargo de que cada comunidad se mantenga en óptimas condiciones. ¿Cómo es un día típico en su trabajo? Insignia siempre está lleno de reuniones y llamadas, ya que son 9 comunidades. Hace varios años adquirimos un sistema para poder comunicarnos en remoto, y se siente como si fuera una reunión presencial. Creemos mucho en la comunicación rápida y eficiente, y le damos paso a nuestro gerentes a expresar sus ideas y opiniones, y por eso estamos en contacto directo con ellos. De esa manera tomamos decisiones de una forma no burocrática. ¿Alguna vez atendió a un residente? Muchas veces. Cuando camino por los pasillos y algunos residentes me ven, me piden ayuda, como acercarles algo, caminarlos al baño, etc. Otras veces me llaman para que me siente a comer unas galletitas, o hasta ver con ellos la Opera. La mejor lección que le han enseñado Tenemos una residente que no es tan mayor, pero tuvo un accidente hace muchos años el cual la dejó ciega. Es impresionante ver como ella ha logrado adaptarse a su nueva vida. Esto me enseño que pese a la discapacidad o la edad, los retos físicos o emocionales se pueden manejar y se puede vivir feliz, en un ambiente que propicie la socialización y a la vez vele por el bienestar de cada cual. Un último libro que leyó ‘En el tiempo de las mariposas’, de Julia Alvarez, sobre las hermanas Mirabal en la época de Trujillo en la República Dominicana. Habla sobre la lucha de las mujeres en ese tiempo. Han hecho una gran inversión en Panamá, qué parámetros tuvo en cuenta para dar su visto bueno en cuanto a proyección económica Primero, tomamos en cuenta la posible demanda en el mercado. Aunque nuestro análisis arrojó que el mercado era pequeño decidimos proceder ya que no existía el ofrecimiento de los servicios que Insignia provee. Entendíamos que se requiere educar a la comunidad sobre las ventajas de vivir en una residencia de calidad, con un personal altamente calificado, y un estilo de vida que merece el adulto mayor. En Puerto Rico no existía este tipo de comunidades hasta que llegamos con Insignia, y sabemos que se puede educar a las personas sobre este nuevo concepto en Panamá. El segundo parámetro era una localización céntrica a un precio accesible, y que tuviese las características necesarias para poder convertirlo en el sitio ideal para el adulto mayor. Finalmente, como todo negocio, sus proyecciones económicas tienen que ser rentables. Una historia que la emocione Fue en 2017, cuando vinieron a Puerto Rico dos huracanes Irma y María. Era la primera vez que una tormenta azotaría nuestras comunidades y teníamos listos los planes de contingencia en manejo de colaboradores, comida, generadores eléctricos y cisternas. Todo se había construido cumpliendo con los códigos, pero no sabíamos cuán resistentes eran las locaciones. Gracias a Dios, Irma fue un simulacro para ver las áreas a reforzar. Nos quedamos a dormir en la comunidad más cercana al mar y la noche de las tormentas no dormimos ni un minuto para asegurarnos de la seguridad de nuestros residentes. Conocimos de primera mano la calidad de seres humanos que son nuestros colaboradores. Muchos residentes ni se dieron cuenta.

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