2020-12-01

7 pecados 61 gula Mi gula no es por la comida. ¡Es por los libros! Devoro libros semanalmente. No te exagero. Cuatro o cinco a la semana. Ninguno de ficción. Todos con temas anclados a la realidad. No hay nada más intrigante y excitante que la realidad misma. Ya sea en su dimensión externa (geografía, arte, historia) como en su vertiente subjetiva (psicología, espiritualidad, teología). El mundo, afuera y adentro, no deja de maravillarme. Me lo quiero comer todo. Así que más que referencias de restaurantes puedo dar referencias de librerías. Mis gustos por la comida no son prioritarios, pero si me invitas a un restaurante (no suelo salir a comer afuera) gozo el ambiente, la conversación y un plato delicioso siempre ligero. He estado en los mejores restaurantes de Londres, donde viví 15 años, pero sigo contentándome con un buen arroz en casa y algo dulce al lado de mi cama en las noches. Soy hijo de cubanos y tengo un paladar muy dulce, ja, ja, ja. Sudáfrica tiene restaurantes y vinos de Primer Mundo. El panameño que tiene el dólar americano puede comer muy bien y tomar buen vino a niveles europeos a un precio relativamente barato. avaricia Mis amigos y familiares se soprenderían si les confesase que soy sumamente avaricioso. No con las posesiones materiales. Soy avaricioso con el tiempo. Desde ese ángulo, ellos estarían de acuerdo. soberbia La autoestima es esencial, sobre todo en la primera mitad de tu vida. En la segunda mitad toca desmantelar toda la construcción egoica que te ayudo a alcanzar las metas de tu infancia y de tu juventud. La autoestima solo se convierte en orgullo falso cuando se ciega de tal manera que juras que el mundo gira alrededor tuyo y por tanto te frenas de crecer, pues dejas de aprender y asimilar lo que el otro ofrece. No hay nada más triste que encontrarse con un viejo conocido que no ha cambiado a través de los años. El crecimiento, la vida y el cambio son tres sinónimos intercambiables. El orgullo los detiene a los tres. pereza Que pereza las personas tóxicas. No viven ni dejan vivir.