2020-12-01

7 pecados 59 Cuéntanos las bondades de residir en Sudáfrica Lo mejor es su clima. Solo cinco regiones en el mundo gozan de un clima meditarreaneo (con mucho sol pero temperatura agradable y sin mucha humedad) y Sudáfrica es una de ellas. Tan bueno es el clima, que en los dos meses que he estado de este año, no he utilizado ningún transporte, a donde acudo lo hago a pie. Sea al supermercado o al cine. A veces crees que estás en Europa por sus vistazos al Primer Mundo en sus restaurantes, hoteles, estilo de decoración... Otras veces atestiguas situaciones infrahumanas que jamás he visto en Panamá. Es decir, ves un Primer Mundo y un Cuarto Mundo en un mismo día. Como el clima es tan rico, el estilo de vida es muy californiano, muy dado a acoger amigos en el patio o en el jardín con una barbacoa (“braai”) al salir de la oficina. Sin formalismos, sin tener que irse a cambiar a casa, para tomar unos “sundowners”. Descomplicadismo. Ellos, los sudafricanos, son así, gregarios y sociales. Pero John y yo somos muy caseros, ja, ja, ja. Como buen inglés, John goza mucho de la jardinería. Mis dos actividades principales son la lectura y el yoga. Si tuviera que agregar un octavo pecado ¿cuál sería? El desperdicio. En todas los sentidos. Específicamente, en el sentido existencial, no estar consciente de que tienes un número limitado de días y que diariamente se agota uno de ellos. No puedes ahorrarlos por mas que te achiques. De nada sirven los cálculos, cada día se va uno. No estoy diciendo que hay que vivirlos acumulando experiencias nuevas o extremas cada día. Todo lo contrario, que estés consciente que hoy es uno de pocos días que te quedan, y que saborees serenamente el paso del tiempo dándole su valor supremo. El tiempo siempre ha sido, es y será el bien más preciado del ser humano. En buen panameño: no lo desperdicies en relaciones tóxicas de ningún tipo, ja, ja, ja. Nos resulta fácil reírnos de como los manuales de espiritualidad de la Edad Media hacían repaso de la interioridad humana a través de 7 pecados capitales. Estudió Derecho en la USMA, Maestría (LL.M) de Duke University, Becario Fulbright. Obtuvo idoneidad para practicar el Derecho en Panamá y Nueva York. Ha ejercido el derecho corporativo y marítimo en Panamá y Londres. Reside entre Sudáfrica y Panamá donde pasó la cuarentena de marzo a septiembre. Una vez abiertas las fronteras europeas viajó a Inglaterra, y en octubre pudo arribar a Johannesburgo. “Aprendí muchísimo durante la pandemia. Confirmé que el Mundo, ni mi mundo, se vinieron abajo al parar, una semana, un mes, un semestre. Siempre hemos vivido bajo el ‘principio de la urgencia’ , creyendo que todo hay que hacerlo hoy, pronto. Eso quedará en el imaginario colectivo ya que nunca creímos que tendríamos la oportunidad de verificar una de las falacias sobre las que está fundamentado nuestro sistema: ‘todo apremia’. Esa frase es mentira y nos mantiene como hamsters en una rueda”. *

RkJQdWJsaXNoZXIy OTUwNzQx