2020-11-01

¿Cómo lo educaron? ¿qué le exigían? Siempre me exigieron dedicación al estudio, y hoy más que nunca veo el valor de la educación. También la ética del trabajo fuerte, de ayudar a los demás y dar oportunidades a quien quiere desarrollar la capacidad. Parte de esa cultura es lo que llamo “la cultura del inmigrante”. Porque el inmigrante enfrenta los retos de manera distinta. Entiende que debe ser agradecido, trabajar duro, ser resiliente, empático, atento, agradecido y estar pendiente de todas y cada una de las oportunidades que la vida le da para poder aprovecharlas. Mi abuelo [Fernando Eleta Almarán] me enseñó a pensar en grande, y aunque cada uno debe llenar sus propios zapatos, sí quisiera que mis hijos sean mejores personas que yo. Y el activismo ciudadano… ¿quién se lo inyectó? Mi segundo papá, Roberto Brenes. También mi abuelo y mi mamá. Creo firmemente en la responsabilidad que cada persona tiene de participar para hacer un mejor país. El asistencialismo en Panamá, no se va ir de la noche a la mañana ¿cómo lograr generaciones más productivas en lo intelectual, en liderazgo, con una visión más amplia y no solo esperar un empleo? Nos toca a todos hacer la diferencia, por un lado, en el sector privado debemos mostrar ejemplos de éxito de cómo, por la vía de la educación, las oportunidades se abren, y por el otro, un nuevo sistema educativo. Hace ya varios años y varias administraciones he empujado y vociferado que debemos crear un sistema educativo totalmente nuevo que le dé las herramientas al panameño para poder salir del círculo vicioso de la pobreza. La vacuna contra la desigualdad es la educación. Propongo crear un sistema educativo con normativas y gobernanza como la del Canal de Panamá con una junta directiva de notables con permanencia larga (nueve años), un director general por diez años y comités de gestión y balance que permitan la constante adaptación y reinvención que un sistema político y rígido no solamente no permite sino que además no premia a los buenos ni castiga a los malos. Respecto a educación, ¿Ha oído de planes para que las carreras relacionadas al agro se especialicen más en el café panemeño? No he escuchado nada, pero parte de lo que estamos haciendo en Volcan va en ese camino. Invertir en la educación es fundamental… Mi abuelo [Fernando Eleta Almarán] fundó Haras Cerro Punta, en Chiriquí, como una finca de cría de caballos de carrera y nosotros la hemos desarrollado manteniendo su sitial como la más importante de la región. Y además hemos abierto sus puertas a todo el que la quiera visitar, y hoy es el primer destino turístico de Tierras Altas. En la próxima etapa construiremos un hotel boutique, el jardín botánico más importante de la región y un centro de educación gastronómica que compita para atraer a los mejores maestros y estudiantes de América... En Chiriquí, también se está desarrollando el circuito del café que es una alianza público privada que también incluye las promociones con ATP. En este sentido vamos bien. imagen & semejanza 27

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