2020-10-01

20 revistaK café panameño P anamá sirvió de escenario para un relevo entre amigos y colegas. El embajador de Francia en Panamá, Brice Roquefeuil, quien partió hace dos semanas para relevar otra misión, le dio la bienvenida al nuevo embajador Arnaud de Sury. Curiosamente el embajador saliente había reemplazado a Sury en sus labores en Moscú hace varios años. Son trajines de la diplomacia, momentos que parecen de películas, pero que suceden en este bello istmo que produce un café que como un buen vino, genera amenas conversaciones. Antes de dejar nuestro país, tomando una taza de café desde un balcón frente a la Plaza de Francia, mirando al Pacífico, Brice Roquefeuil se despidió de este amado trópico. Sobre su primer trabajo fuera de Francia, haber participado en la gestión de la crisis en la antigua Yugoslavia y el conflicto de Kosovo, no es la idea romántica que se tiene de la vida diplomática. ¿Qué le enseñó? De hecho, comencé mi carrera diplomática lidiando con la crisis en la ex Yugoslavia, que fue un gran desafío para Europa. Lo que esta crisis me enseñó es la fuerza del atractivo y el poder estabilizador de la Unión Europea. Las guerras se superaron en gran parte porque la Unión Europea abrió a los países de la ex Yugoslavia la posibilidad de una relación sólida que podría extenderse a la adhesión. T E X T O / / / L U C E R O M A L D O N A D O F O T O S / / / A L B E R T O H E R N Á N D E Z hasta Uzbekistán

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