Marzo 2020

zonak_ ¿Cómo fue esa despedida? En El Chorrillo hay una iglesia, la Parroquia de Fátima, que visitamos regularmente y apoyamos con una obra social a niños y ancianos. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, visitó Panamá por la JMJ, y fuimos a El Chorrillo. El protocolo decía ‘no sé qué’, y el presidente nuestro dijo: ‘Sí quiero ir’. Fue a El Chorrillo, jugó cartas con las ancianas. Mucha gente piensa que El Chorrillo es un barrio imposible de entrar. Nunca me pasó nada, ni en la noche. Al final de mi estadía en Panamá decidí regalar [a la iglesia de El Chorrillo] un rosario bendecido por tres papas que perteneció a mi madre. Ella siempre nos enseñó que las herencias solo tienen razón de ser si son parte de un proyecto a futuro, sino se queda en el gavetero. Hablé con mis hijos y les dije: ‘Quiero regalar el rosario de vuestra abuela a Panamá. Y dijeron: ‘Sí’. ¿Cuál destino diplomático lo espera? Un gran país que fue colonia portuguesa, Angola, uno de los grandes países de África donde Portugal tiene inversiones. Espero estar a la altura y hacerlo bien porque es un reto enorme, una embajada grande con una comunidad portuguesa muy grande. Espero que Panamá me haya preparado para hacerlo. En Panamá también hay una comunidad muy grande de gente de Madeira. Pero él más reconocido, claro, no vive aquí: Cristiano Ronaldo. ¿Cree que Ronaldo contribuyó a que el mundo se fijara más en Portugal? Claro que sí, Ronaldo es una marca. Un producto y marca portuguesa espectacular, como la Virgen de Fátima y San Antonio. Un libro de historia para la gente que quiera conocer más de Portugal El Hombre de La Mancha está trayendo muchas obras portuguesas traducidas al castellano. También ‘The Beauty of Simplicity’ habla de la belleza de Portugal continental, Madeira y Azores, las espectaculares islas en medio del Atlántico. Después hay que leer a Fernando Pessoa, entender el alma portuguesa que habla de una manera muy simple y sencilla. Conocí a José Saramago en Londres, trabajé cinco años en la embajada y tuvimos una cena pequeña como de 10 personas con él. Saramago tenía la imagen de una persona poco divertida. En la cena escuché a Saramago con humor y alegría y al final me dijo: ‘¿Me llevas al hotel con Pilar [su esposa]?’. Le dije: ‘Tengo el carro un poquito lejos’. ‘No te preocupes, vamos caminando y hablando’, contestó. Y me firmó sus libros. De vinos y gastronomía ¿qué destaca de su país? Hay muchos, el vino Sandeman, por ejemplo. Si uno visita Felipe Motta encuentra 30 marcas de vinos portugueses desde $35 hasta $300 la botella. El vino de Madeira también se está dando a conocer ahora, pero fue el vino utilizado para celebrar cuando se declaró la independencia de Estados Unidos en 1876. El vino verde de Portugal tiene fama en el mundo y calza muy bien con la comida de Panamá. Siempre paso unos días de las vacaciones en los viñedos del Douro, pero por Lisboa hay fincas y vinos fantásticos. Además la bodega y hotel Quinta da Pacheca es uno de los mejores hoteles de vinos del mundo. También los invito a conocer las playas a 20 minutos de Lisboa, los restaurantes Michelin y en Algarve a dos horas y media por la autopista los ‘resorts’ cinco estrellas. ¿Qué puso en su maleta en Panamá antes de partir? La receta de los tamales de Panamá para hacer en Portugal y en Angola. Puse uno de los boleros más bellos: ‘Historia de un amor’, de Carlos Eleta. Y me gusta la canción ‘Pedro Navaja’. Llevé un poquito de café geisha y lo más importante, las cosas que están dentro de mi corazón. Amigos, familia; cuando uno está lejos hay gente que nos hace sentir como familia. Y las últimas semanas yo lloré en las despedidas.

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