Febrero 2020

gente. Hasta que llegó la época [durante la crisis pre invasión] que no había para pagarle a la gente con efectivo y un buen día me dijeron: “No te podemos pagar, cuando se acabe esta situación, regresas”. Mis papás me ayudaron y yo seguí trabajando en Physical. En 1992 pasé a manejar la cartera de azafatas, que en esa época era el ‘boom’. Después el protocolo con las modelos, y de ahí a involucrarme en las producciones cuando estaba el ‘ballet’ de Physical, Señorita Panamá y Chico y Chica Modelo, que lo hacíamos con la franquicia Ford Supermodel of the World. De ahí me involucré más en producciones, cotizar, conseguir los elementos, locación, vestuario. Y en 2007 Marie Claire me hizo socia, en pleno Días de Moda, dijeron: “Queremos anunciar que te vamos a hacer socia del proyecto”. ¿Entró como recepcionista porque le gustaba la moda o llegó por casualidad? Por pura necesidad de trabajar. Tengo una hija que tiene 35 años que la tuve siendo menor de edad. Entonces, me gradué de la escuela y me puse a trabajar, no fui a la universidad de forma inmediata, me formé en técnica de mercadeo y administración de empresas por casi dos años. Siempre me gustó la moda. Un día me llamaron a un ‘casting’, ¿‘casting’? Y fui. Así, flaca, jorobada, desgarbada. Resultó que el ‘casting’ era para promover los cursos de un lugar llamado Maniquí y nunca me metí. Tenía 17. Al trabajar aquí empecé a desarrollar aun más ese gusto o pasión por la moda. ¿Qué es la moda? Es todo lo que nos rodea; desde un accesorio a un celular, lo que comes, ahora está el keto, pero yo no soy de movimientos en cuanto a la alimentación, al menos que me lo impongan por temas de salud y he dicho siempre, todo es negociable menos el licor, ja, ja, ja. La moda es tu propuesta como individuo. Cuando te levantas y te vistes, estás enviando algún tipo de mensaje. La moda también la dicta un poco el ambiente en el que te mueves, porque una mujer puede ser una ejecutiva y no por eso ser aburrida al vestirse, siempre va a poder hacerle un ‘twist’ a un ‘suit’, sea con un pañuelo y no con uno clásico sino uno de Mola de Franklin Panamá. Siempre vas a tener tu ADN de alguna manera. Hay personas que no lo disfrutan, son automáticos [al vestirse] y no es algo que los llena o les apasiona, tiene que gustarte. Y ahí sí siento que a nosotras, a todos los que estamos aquí, nos encanta. _ imagen & semejanza

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