2019-12-01
1 2 . 1 9 53_ sibaritas gula La gula es uno de mis pecados favoritos. Me encanta comer de todo, me encantan las grasas. Pienso que la gula no debería ser un pecado, es uno de los placeres de la vida. Pero con la gastronomía que hay hoy en el mundo, creo que es obligación pecar de la gula. En navidad cocino desde las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche. Cocino 10 platos para 20 personas y me queda muy rico, preparo jamón, pavo, los arroces que se me ocurran, las ensaladas que se me ocurran, vegetales, o sea, todo. Cuando vivía en Francia, en Fontainebleau y París, me encantaban los soufflés, dulce, salados, me encanta el Magret de pato, lo comía casi a diario. De restaurantes en Panamá me gusta Makoto, Azahar y Brutto. En Bogotá me gusta Harry Sasson, y no puedo irme sin haber ido por lo menos tres veces a Club Colombia por un desayuno, almuerzo y cena. ira Cuando era más joven conectaba muy fácil con mi ira. Me he calmado muchísimo, ya las cosas no me dan tanta ira. Pero siento que es una emoción que nadie nos enseña a manejar, o canalizar, y después hay personas que andan por la calle agrediendo, son agresivos en sus relaciones y eso va fomentando violencia. Imagínate en mi trabajo, que estoy constantemente repitiendo situaciones tan fuertes, si yo estuviera conectada con la ira, no podría vivir. A veces me toca leer unas cosas terribles y más cuando se trata de niños. soberbia Es muy curioso, porque la gente asume que una persona como yo es soberbia. Y bueno, partiendo de lo que la gente asume, pues es poco lo que uno puede hacer. La edad me ha funcionado para que la gente no ponga esa barrera por delante. La soberbia es como una línea muy fina entre la falsa humildad y el saber. Creo que la soberbia es cuando piensas que eres superior a lo que realmente eres. Pero no veo nada malo en saber, conocerte y saber cuáles son tus talentos, cuáles son tus fortalezas y si las quieres compartir, compártelas. No me considero soberbia, pero tampoco siento que debo hacerme la bruta ni la miserable ni nada para que otras personas estén contentas. Por ahí va la cosa, es una línea muy finita. envidia No envidio nada. Es algo con lo que no nací, amén. Creo que sería muy infeliz si envidiara. Tengo la capacidad de poder admirar a alguien que siento que ha tenido buena fortuna; deseo aprender, deseo replicarlo, pero nunca envidia. Así que quiero esa personalidad. Si hay algo que me da envidia, y lo reconozco, es la gente que sabe cuál es su propósito desde que nace. Hay gente que dice que quiero ser doctor, y es doctor; digo wao, que envidia, quisiera tener esa claridad para ver las cosas así. A nivel cultural, envidio la capacidad de otros países de trabajar juntos para empujar su país hacia el bien común, quizás en Panamá todavía somos muy individualistasy eso no deja que podamos avanzar todos juntos. avaricia Bueno, la avaricia va por ahí. Yo soy una persona cero avara, lo material nunca me ha importado tanto. Creo que ese no era uno de mis propósitos en esta vida, acumular riquezas. No entiendo cuál sería el gozo de ser avaro. No veo ningún gozo en estar acumulando cosas que no las puedes ni disfrutar, no lo entiendo. pereza ¡Ah, bueno! ja, ja, ja. Sí soy un poco perezocilla. Me permito descansar bastante. Me permito desconectarme. Quizás no soy el tipo de persona que está bregando, o sea, no soy una persona de desgastarme físicamente, al menos que sea algo que me apasione, que en cuyo caso ya no estoy bregando, ha fluido. Estoy muy en la economía del esfuerzo. Quizás podría forzarme mucho más en algunas cosas, pero como te digo, no jalo por ahí.
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