2019-12-01

_ imagen & semejanza ¿Cómo fueron esos días en California cuando estudiaba en Stanford? Espectaculares. California es un lugar mucho más liberal que Panamá, apenas llegué a California me di cuenta de muchas cosas que no pasaban aquí sobre temas de familia, orientación sexual, una ciudad muy open y de emprendimientos por todas partes, de gente innovadora y mucha tecnología. Ocho panameños nos habíamos ganado la beca entre miles que aplicaron. ¿En qué año fue? En 1993 y 1994, en esa época estaba empezando la internet. Dentro de la maestría en Stanford, había una materia sobre que debían saber los abogados sobre negocios, nos enseñaban de mercadeo, contabilidad, cosas que en la Facultad de Derecho no enseñan, y cómo manejar una empresa desde cero. ¿Por qué Stanford? Cuando yo estaba en el segundo año de la carrera de derecho, empecé un negocio porque me suscribí para recibir la Gaceta Oficial. No había ningún tipo de distribución y yo iba a recogerla cada semana, entonces le dije a un profesor que por $5 al mes yo iría a buscarle su gaceta. Así yo buscaba la mía y la del profesor. Ese profesor habló con otros profesores y 4 profesores más me dijeron: ¿tú repartes la gacetas? Se fue regando la voz hasta que tuve 300 abogados a los que les recogía la gaceta cada semana sin falta, y cree una empresa que se llama Sistema Jurídico, S.A. que ya tiene 30 años. Hoy día publicamos todo los códigos de la República de Panamá y tenemos un app que se llama Sijusa Legis, y ese fue mi primer emprendimiento. Cuando apliqué en Stanford quería aprender cómo la informática se podía aplicar al derecho. A uno de mis profesores le gustó el tema y fue investigando con diferentes empresas de Estados Unidos que le prestaban al abogado información jurídica a través de la computadora; investigué y escribí varios “papers” con el profesor para especializarme en el tema de tecnología informática jurídica de una entidad bancaria. ¿Ahí usted pensó que iba a ser dueño de un banco? Jamás. ¿Pensó ejercer en el ámbito del derecho? Sí, a pesar de que no tenía ningún contacto con el derecho, pues mis padres eran comerciantes. ¿Sus padres son panameños? Mi papá nació en Panamá en 1924, así que mi abuelo tuvo que haber llegado a Panamá al final de la construcción del Canal. Mi mamá nació en Popayán, Colombia. ¿De qué país provienen sus abuelos? Del lado paterno, de Chipre; y del lado materno, de Siria. Eran épocas difíciles y me imagino que salieron a buscar mejor futuro en otro lado. ¿Dónde se asentaron en Panamá? Se asentaron en Colón. Yo nací en Colón y cuando cumplí 16 años no mudamos a Panamá. Estudiaba en La Salle de Colón, y en Panamá llegué a estudiar en el Instituto Alberto Einstein. Yo soy el mayor de 5 hermanos, 4 hombres y una mujer. Los últimos dos son mellizos: hombre y mujer. ¿Cómo se conocieron sus padres? Mi abuelo, que vino de Chipre, en algún momento se fue a vivir a Colombia. Mi papá fue de visita a Cali a saludar a su hermana, que estaba también en Cali. Llegó una amiga a visitarlos, y cuando mi papá le abrió la puerta a la mejor amiga de su hermana, pues así se conoció con mi mamá. ¿Qué hizo cuando regresó de Stanford a Panamá? Ya tenía la empresa Sistemas Jurídicos SIJUSA, pues mientras estuve estudiando en Stanford, mi novia se quedó manejando el negocio aquí, que hoy día es mi esposa. ¿Se conocieron en la USMA? Ella estudiaba en la Universidad Nacional. Nos conocimos en una fiesta, estuvimos hablando; ella estudiaba derecho, teníamos muchas cosas en común, como por ejemplo, a los dos nos gustaba bailar. Se quedó encargada del negocio cuando me fui a Stanford, y cuando regresé nos casamos. Antes de venirme a Panamá hice unos cursos en Harvard de Mediación y Negociación. Llegué y el presidente era [Ernesto] Pérez-Balladares. Un conocido en el Ministerio de Economía me dijo que necesitaban un abogado que fuera para Singapur a encargarse de la actividad marítima de Panamá en Asia, y mi esposa y yo nos fuimos para ayudar y trabajar por Panamá. ¿Qué aprendió en Singapur? Muchas cosas, primero que las cosas en un país se pueden hacer bien con honestidad y transparencia. Con su líder Lee Kuan Yew, Singapur pasó de ser un puerto de mala muerte hace 50 años a un lugar con mucho orden, disciplina, honestidad, seriedad, y gracias a eso se convirtieron en un país de primer mundo.

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