MI DIARIO Domingo 8 de diciembre de 2024 l Página 5 propios hijos y responsabilidades, no dudó en poner su amor y esfuerzo al servicio de Gladys. “Sabía que no iba a ser fácil. Mi vida ya estaba ocupada con mis hijos, pero mi corazón me decía que no podía dejarla ir. La cuidé como si fuera mía”, asegura Catalina con una sonrisa, como si todo hubiera sido parte de un destino al que no podía renunciar Para Gladys, la figura de Catalina ha sido mucho más que la de una madre adoptiva. “Catalina no solo me dio lo que necesitaba para vivir, sino que me enseñó a ser fuerte. Me corrigió, me dio cariño, me educó... todo lo que una madre debe hacer. Hoy me doy cuenta de que, sin ella, no habría podido crecer como persona”, expresa Gladys, con gratitud y amor por la mujer que la crio con tanto sacrificio. Durante toda su vida, Gladys ha sido testigo del esfuerzo inquebrantable de Catalina. Ella no solo la alimentaba y la cuidaba, sino que también le brindaba una educación, le daba las correcciones necesarias y nunca dejó de estar a su lado. “Mi mamá Catalina siempre fue firme, y aunque no siempre entendía sus decisiones, ahora sé que lo hacía por mi bien. Cada corrección, cada enseñanza, eran su forma de amarme”, dice Gladys, con una voz llena de respeto y cariño. Hoy, en el Día de las Madres, Gladys quiere rendir homenaje a la mujer que la crio, que le dio una oportunidad en la vida y que siempre estuvo ahí, en cada paso de su camino. “Gracias, mamá Catalina, por ser mi todo. Por no rendirte nunca, por darme lo que no tenías, por estar a mi lado en todo momento. No solo me diste la vida, sino que me enseñaste a vivirla con dignidad”, expresa Gladys, con lágrimas en los ojos. Catalina, aunque siempre se ha mostrado humilde y sencilla, hoy se siente orgullosa de su rol como madre adoptiva.“Ser madre no es fácil, pero cuando el amor es verdadero, no hay sacrificio que no valga la pena. A Gladys le di mi amor, pero ella me dio mucho más de lo que yo esperaba. Me hizo ser la persona que soy hoy”, dice Catalina. Este Día de las Madres, la historia de Catalina y Gladys es un recordatorio de que el verdadero amor no tiene límites. Ser madre es mucho más que un lazo biológico; es un compromiso de vida, un acto de generosidad y sacrificio que puede transformarse en la historia más conmovedora. Y hoy, Catalina es la protagonista de una historia que nos recuerda que el amor incondicional es capaz de superar cualquier obstáculo. 15 años junto a la madre que le regaló la vida. Catalina junto a un persona muy especial que considera su madre. Catalina junto a su hijo biológico. Momento junto a personas especiales. Catalina Harrison.
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