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MI DIARIO Jueves 29 de agosto de 2024 |Página 5 Mi comunidad Cosechando sueños rotos RICHARD BARRERA Mi Diario El reloj marca las 5:00 a.m. y la neblina cubre las montañas del distrito de Renacimiento, en la provincia de Chiriquí. Mientras el resto del país aún duerme, César ya está despierto. Con solo 10 años, su mirada refleja una madurez forzada por las circunstancias. No lleva mochila escolar, sino un saco de tela descolorido. UNA VIDA SIN CLASES Hoy no va a clases, como la mayoría de los niños de su comunidad. En lugar de libros y lápices, sus herramientas son sus pequeñas manos, acostumbradas ya a recoger granos de café. César es uno de los 47,000 niños, niñas y adolescentes menores de 17 años que conforman la población económicamente activa en Panamá, según cifras de la Contraloría General de la República. De este total, el 26.4% tiene entre 10 y 14 años, mientras que el 73.6% está en el grupo de 15 a 17 años. ESTADÍSTICAS ALARMANTES Las estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) indican que dos de cada tres niños trabajadores laboran en fincas agropecuarias, mientras que las niñas se ocupan mayormente de las labores domésticas. La mitad de la niñez trabajadora a nivel nacional trabaja en la agricultura, según informes de Casa Esperanza. César es parte de esta estadística: uno de los muchos niños que cruzan la frontera hacia Costa Rica cada temporada de cosecha, no por vacaciones, sino por necesidad. A tan corta edad, el cafetal se convierte en su aula de clases, y las órdenes de los capataces reemplazan las lecciones de sus maestros. SUEÑOS Y REALIDADES “Yo quería ser futbolista ”, dice con una sonrisa tímida mientras guarda los granos que ha recolectado en su saco. “Pe ro ahora solo quiero ayudar a mi mamá. Ella siempre dice que necesitamos el dinero para comer”. La inocencia de su voz choca con la crudeza de su realidad. Cada grano de café que recoge representa un centavo más para su familia, una familia que, como tantas otras, ha sido arrastrada por la pobreza a buscar sustento en los campos. Según datos del Ministerio de Educación (Meduca), el 75% de los estudiantes del distrito de Renacimiento abandonan las aulas entre septiembre y diciembre, coincidiendo con la temporada de cosecha del café, particularmente en la frontera con Costa Rica. LA FRONTERA CON COSTA RICA En el distrito de Renacimiento, antes del inicio de la migración hacia Costa Rica, el promedio de la matrícula es de 180 estudiantes en las escuelas locales. Sin embargo, aproximadamente el 70% de estos niños, en su mayoría de la etnia Ngäbe Buglé, dejan las aulas para trabajar durante la temporada de cosecha. En las zonas cafetaleras, se estima que unos 500 indígenas cruzan la frontera diariamente, y entre septiembre y octubre, aproximadamente 12 mil indígenas han buscado ingresos en Costa Rica. El calendario escolar diferente entre Panamá y Costa Rica, junto con la necesidad de no desperdiciar ni un grano de café, contribuye significativamente a la alta tasa de deserción escolar. Las estadísticas revelan que el 68% de la fuerza laboral infanto-juvenil de 10 a 14 años no asiste a la escuela, y el 86.6% de los jóvenes de 15 a 17 años están fuera del sistema educativo. En áreas cafetaleras del país, como Boquete, Volcán, Santa Clara y Renacimiento, esta tendencia se acentúa durante los meses de cosecha, exacerbando el abandono escolar y limitando las oportunidades educativas para los niños en estas comunidades. Su día comienza antes del amanecer y termina cuando el sol ya se ha escondido detrás de las montañas. “A veces duele mucho la espalda y las manos se me hinchan”, dice César, pero nunca se queja. La vida en el cafetal no es fácil. Entre los árboles, el peligro acecha: mosquitos que dejan marcas dolorosas en su piel, serpientes que se deslizan entre las hojas secas y el frío de las madrugadas que cala hasta los huesos. EL TRABAJO DE CASA ESPERANZA Katherine Gutiérrez, ejecutiva de Comunicación en Casa Esperanza Panamá, comparte las dificultades y logros de su organización en la lucha contra el trabajo infantil. “No - sotros, como ONG, realizamos recorridos de identificación en diferentes áreas, pero son datos específicos nuestros. En 2023, realizamos 262 recorridos a nivel nacional, identificando a 143 niños y adolescentes en condiciones de trabajo infantil. La realidad del trabajo infantil en las fincas cafetaleras Escanea aquí para leer el artículo completo

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