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MI DIARIO Domingo 2 de junio de 2024 |Página 5 Mi interior MONSERRAT ALZAMORA Mi Diario Amedida que vamos envejeciendo, nuestra capacidad para trabajar va disminuyendo hasta que decidimos que ha llegado el momento de acogernos a la jubilación. Pues la historia de la profesora Iris Griselda Hinestroza nos demuestra que llegada la edad dorada, aún podemos estar activos y ser personas de provecho. Esta educadora orgullosamente darienita nos contó que muy joven llegó a la capital en busca de oportunidades. En un primer momento pensó en dedicarse a la enfermería, pero luego se dio cuenta de que su futuro estaba en la docencia. Fue así como luego de trabajar como maestra en su provincia natal, se preparó como profesora de Filosofía e Historia. Su hoja de vida incluye numerosos cursos, seminarios, diplomados, posgrado en Docencia Superior e incluso maestrías en Didáctica de la Filosofía y en Filosofía Práct i ca . Ha trabajado en diferentes planteles educativos, como en el General José de San Martín, República de Haití, Alfredo Cantón, donde vivió muchas experiencias. A sus 74 años de edad, la profesora Iris Gricelda se desempeña como investigadora y asesora del director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Panamá. Ha escrito dos obras: “¿Có - mo incorporar los estudios indígenas en el sistema educativo panameño para consolidar la identidad como valor?, que es básicamente una guía para que los docentes puedan planificar su trabajo con los pueblos originarios. “Los maestros no quieren ir a la comarca a trabajar con los indígenas, de ahí la razón de este libro, que les enseña a los educadores a trabajar con los pueblos originarios”, señaló. Su segunda obra es: “La epopeya de Balboa y su encuentro con el océano Pacíf ico”, que nació de unos documentos que un alemán le había enviado al padre del señor Noé Alvarado y antes de que fueran a parar a la basura, ella los rescató y se dio cuenta de su potencial histórico y cultural, ya que en ellos estaba plasmada la vida de los indígenas de los tiempos coloniales y la rica biodiversidad de la provincia de Darién. La profesora Hinestroza nos dijo que antes de la pandemia le diagnosticaron una infección en el ojo izquierdo, por la que estaba recibiendo tratamiento en una clínica privada, pero al no ver mejoría acudió a la Caja de Seguro Social, donde le tuvieron que extirparle el ojo para poder salvarle la vida. Esta fue una experiencia muy dura para ella, pero lejos de dejarse vencer por ella, ha seguido adelante y asegura que va a seguir trabajando por su querida provincia. Siente que la manera de educar y de investigar ha cambiado. “Los profesores le mandan un torrencial de deberes a los estudiantes, pero ellos no quieren consultar los libros. Yo he descubierto que hasta copiándose ellos aprenden, el conocimiento se les graba. Actualmente los estudiantes han Un a educadora con vocación La profesora Iris Griselda Hinestroza es un ejemplo de trabajo sido absorbidos por la tecnología y ya no les interesa investigar. “Darién ya no es el Darién de gente humilde que te brinda un plato de comida o posada, que vivía de la agricultura. “Vi - vimos el sufrimiento a distancia. La familia darienita está sufriendo y no se lo merece”, sostuvo. Esta madre de cuatro hijas y abuela de ocho nietos tiene el programa “Darién al día”, los domingos a las 10:00 a.m. y confiesa que la razón por la que se mantiene activa a una edad en la que la mayoría de las personas estarían jubiladas es su amor al trabajo. ¿Cuándo va a dejar de trabajar? “Pues luego de que eche a andar mi proyecto para el Museo Regional del Darién, entonces me dedicaré a descansar y a mis nietos”, finalizó.

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