Página 8 | MI DIARIO Viernes 27 de octubre de 2023 MI DIARIO Viernes 27 de octubre de 2023 |Página 9 Enrique Geenzier REDACCIÓN Mi Diario Nació en la ciudad de Chitré, pronvincia de Herrera, el 12 de julio de 1887. Se desempeña como cónsul en Costa Rica, Nueva York y Venezuela. Además, ejerce como secretario de Relaciones Exteriores, gobernador de la provincia de Colón, en cuya cabecera vivió los últimos años de su vida. Fue el director de la revista “Esto y aquello”, publicación literaria que fue obra e inspiración suya. En el año 1916, obtiene la Flor Natural de los Juegos Florales celebrados con motivo del tricentenario de la muerte del autor español Miguel de Cervantes Saave d ra . Parte de la obra literaria de Enrique Geenzier es publicada bajo el seudónimo de “Clemencia Isaura”. Es nombrado miembro numerario de la Academia Panameña de la Lengua el 29 de agosto de 1940 para ocupar la silla B en sustitución de don Eduardo Chiari. Algunas de sus obras son: Crepúsculos y sombras (1916), La tristeza del vals (1921), Corazón adentro (1925), Poesías (1933), Sangre (1936), Viejo y nuevo (1943). Fallece el 21 de septiembre de 1943. La poesía de Geenzier pasa el retoricismo propio de los románticos, de los que conserva melancolía y sonoridad. Sin embargo, lo modernista predomina y en lo sentimental no falta cierta blanda ironía. Korsi, en su Antología de Panamá, dijo de él: “En sus ratos de verdadera inspiración es sencillamente exquisito”. PAT R I A Soy de una patria donde altivo crece el árbol Libertad con lozanía; patria que tiene la razón por guía que en su pecho de virgen resplandece. Tendida entre dos mares se adormece con la dulce y salvaje sinfonía de las ondas; y una Venus se diría surgiendo del abismo en que se mece. Acariciada por las brisas, sueña, bajo la glauca luz de sus montañas, con un futuro resplandor de gloria; Y, dando al aire fraternal enseña desgarra, como madre, sus entrañas y engalana con lauros nuestra Historia. Quiero una patria cuyo nombre santo repitan las lejanas potestades y lleve a las dormidas soledades de sus proezas el sonoro canto. Quiero una patria que no inspire espanto con infames oprobios y maldades; una patria que aplaudan las edades en la lengua del Manco de Lepanto. ¡V I VA PANAMÁ! Patria eternal cuyo baluarte sea el verbo sacrosanto de la idea que arrulla a las naciones con su beso; Patria feliz por cuyas ricas venas circule el gran torrente del progreso y el triunfo evoque de la sabia Atenas! Tal es la Patria que en mis sueños miro fuente de luz que en mi dolor invoco; patria por cuyo bien mi anhelo es poco poca la gloria por quien yo suspiro. Esa es la patria que en silencio admiro y la contemplo hasta volverme loco; porque es de América esplendente foco de un futuro de paz con que deliro. Por ella sigo en pos de la alta cumbre do surge la visión de mis ensueños, sin que me arredre la traidora muerte. Porque quiero abrasarme en esa lumbre que encendieron ilustres panameños al darnos Patria libre y digna suerte.
RkJQdWJsaXNoZXIy MzA4OTAx