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2B La Prensa Panamá, viernes 26 de diciembre de 2025 Economía & Negocios Panamá no puede perder oportunidades millonarias por un grupo de tuberías Red de agua potable Gabriel Polanco Fossatti economí[email protected] Panamá atraviesa un momento en el que las decisiones técnicas se han convertido en decisiones estratégicas. No solo para el Canal, sino para el país entero. Y pocas decisiones son hoy tan urgentes y tan claras como esta: rehabilitar de manera integral la red de agua potable de la ciudad de Panamá. De acuerdo con estimaciones técnicas ampliamente conocidas, la capital consume alrededor de 400 millones de galones de agua por día. Sin embargo, entre el 40% y el 50% de esa agua se pierde por fugas, tuberías obsoletas, conexiones ilegales y una gestión deficiente de presión y medición. En términos simples, casi la mitad del agua potable ya tratada se desperdicia: agua que ya fue captada del sistema del Canal, bombeada, filtrada, clorada y distribuida. Este problema no es únicamente urbano. Tiene un impacto directo sobre el Lago Gatún, principal reservorio del Canal de Panamá. En términos operativos, las pérdidas actuales de la red de la ciudad equivalen a varios esclusajes diarios. Agua que hoy se pierde bajo las calles podría estar reforzando la capacidad del Canal, especialmente en periodos de sequía, cuando cada metro cúbico cuenta. Lo más preocupante es que no estamos ante un problema técnicamente complejo ni financieramente desproporcionado. Un programa serio, intensivo y bien enfocado de rehabilitación de la red hídrica crítica —sectorización por distritos hidráulicos, control de presión, reemplazo de tramos prioritarios y automatización— puede ejecutarse con una inversión del orden de $400 a $500 millones, incluyendo modernización tecnológica. Se trata de una estimación prudente, con margen suficiente para contingencias, no de una cifra mínima. Tampoco es cierto que una intervención de esta magnitud requiera seis o siete años. Con planificación adecuada, ejecución paralela por zonas y estándares técnicos claros, el trabajo puede completarse en un plazo de dos a tres años. Eso implicaría miles de empleos directos e indirectos, sostenidos durante varios años, en actividades de construcción, operación, ingeniería y supervisión: empleo local, productivo y con impacto inmediato en la economía. La pregunta clave es cómo financiarlo sin sobrecargar al Estado. Aquí es donde Panamá debe pensar como lo que es: un eje logístico global. Un solo esclusaje adicional diario dedicado al tránsito de gas natural licuado (LNG) puede generar, en términos brutos y conservadores, más de $300 millones al año entre peajes, servicios y primas por prioridad. Uno solo. Ese ingreso anual es suficiente para cubrir completamente la inversión en agua en menos de cuatro años. A partir de ahí, el beneficio se vuelve recurrente. Este planteamiento no Uno de los primeros talleres para conocer información de algunos de los actores se realizó en Colón. Cortesía/ACP ACP abre diálogo multisectorial para sus nuevos proyectos Wilfredo Jordán S. [email protected] CONSULTA Esta iniciativa busca construir una visión logística compartida orientada a fortalecer la gobernanza colaborativa, la legitimidad institucional y el desarrollo sostenible del territorio. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) avanza en la conformación de una coalición social participativa y multisectorial como parte de su estrategia para desarrollar los nuevos proyectos contemplados en su agenda a mediano y largo plazo. La iniciativa busca establecer un diálogo temprano y sostenido con comunidades, instituciones públicas y privadas, organizaciones sociales y otros actores clave vinculados directa o indirectamente a las futuras inversiones logísticas del Canal. Según explicó Jorge Urriola, especialista en Protección Ambiental de la ACP, la coalición surge de la necesidad de fortalecer el acercamiento social en el marco del Plan Estratégico 2025-2035, que incluye proyectos como la construcción de nuevos puertos, la ampliación del corredor logístico y otras iniciativas orientadas a diversificar los ingresos del Canal. El objetivo central es conocer percepciones, dudas y expectativas de la ciudadanía antes de que los proyectos entren en fases formales de ejecución, dijo. Urriola detalló que este proceso se desarrolla con el acompañamiento técnico del Centro de Investigación y Desarrollo Sostenible (CIDES), entidad especializada en metodologías participativas y planificación territorial. Con su apoyo, la ACP ha iniciado talleres tanto en el sector Atlántico como en el Pacífico, involucrando a comunidades de la Cuenca Hidrográfica del Canal, áreas revertidas y zonas cercanas a las áreas operativas, así como actores institucionales y de la sociedad civil. La coalición no constituye una consulta formal asociada a estudios de impacto ambiental, sino una etapa diagnóstica previa, enfocada en escuchar a los actores sociales y recoger información clave que permita anticipar preocupaciones y diseñar mejores planes de acción. “No estamos consultando un proyecto definido; estamos preguntando qué espera la ciudadanía del Canal y cuáles son sus inquietudes”, subrayó Urriola. Hasta el momento, la ACP ha identificado cerca de 700 actores directos e indirectos, incluyendo comunidades, gobiernos locales, entidades estatales, organizaciones no gubernamentales, gremios y sectores académicos. La participación no se limita a las zonas cercanas al área donde se van a desarrollar los proyectos, ya que, según Urriola, se trata de iniciativas de interés nacional, cuyos impactos y beneficios trascienden el ámbito territorial inmediato. Entre los proyectos en agenda figuran el puerto de Corozal en el Pacífico y el de Telfers en el Atlántico, la extensión del corredor logístico intermodal y una propuesta para el desarrollo de un gasoducto, que se integra al análisis estratégico por su relación con la plataforma logística del país. Cada iniciativa se encuentra en distintas etapas de evaluación, incluyendo estudios de factibilidad técnica, económica, ambiental y jurídica. El proceso contempla además la elaboración de una matriz de estos actores clave, herramienta que permite clasificar a los participantes según su nivel de influencia e interés, con el fin de definir mecanismos adecuados de comunicación, capacitación y coordinación. Esta base de datos será actualizada de forma permanente y servirá como soporte para la interacción a largo plazo durante todo el desarrollo del plan estratégico. Urriola agregó que la coalición social tendrá un carácter permanente y estará alineada con los objetivos de sostenibilidad del Canal, incluyendo la descarbonización y la protección del recurso hídrico. Adelantó que en los próximos meses se ampliarán los talleres y se habilitarán canales digitales para facilitar la participación ciudadana, en línea con estándares internacionales de acceso a la información y gobernanza ambiental. Exportaciones de bienes en Costa Rica crecen 15% COMERCIO EFE. SAN JOSÉ, COSTA RICA Las exportaciones de bienes de Costa Rica crecieron un 15% entre enero y noviembre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior, alcanzando un total de 20,972 millones de dólares, informó la Promotora del Comercio Exterior (Procomer). El informe muestra que las ventas de equipo de precisión y médico se incrementaron en un 28%, seguidas por los sectores agrícola y alimentario, con un aumento del 1% y 2%, respectivamente. Mientras que el plástico y caucho son los únicos sectores que registraron una desaceleración durante este periodo. “El 2025 ha sido un año de crecimiento histórico y sostenido en las exportaciones, experimentamosincrementos en casi todas las regiones y sectores, lo que confirma la solidez y resiliencia de nuestra plataforma exportadora en un contexto internacional particularmente desafiante”, afirmó el ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar. Los principales productos exportados fueron los dispositivos médicos, la piña, el banano, los jarabes y concentrados para la preparación de bebidas gaseada y el café oro. es teórico. El contexto internacional lo respalda. La guerra entre Rusia y Ucrania ha expuesto la fragilidad energética de Europa. Estados Unidos dispone de gas natural suficiente para suplir parte de esa demanda. El mundo necesita rutas seguras, confiables y eficientes para el tránsito de LNG. Panamá, por su neutralidad y posición geográfica, puede desempeñar un papel clave como facilitador de ese flujo global. Conviene subrayar un punto fundamental: Panamá no compite con productores ni comercializa gas. Panamá facilita el tránsito, como siempre lo ha hecho. Facilitar hoy el tránsito de LNG no solo es un buen negocio, sino una contribución real a la estabilidad económica internacional y, al mismo tiempo, una fuente de ingresos que puede destinarse a resolver uno de los problemas internos más sensibles del país: el agua. Panamá no puede perder oportunidades millonarias por un grupo de tuberías deterioradas en una ciudad pequeña. No tiene sentido sacrificar agua, dinero y capacidad estratégica por falta de ejecución. Invertir en la red hídrica no es un gasto social: es una inversión logística, económica y humana. Recuperar nuestro recurso más valioso fortalece el Canal, genera empleo y consolida la posición de Panamá como un país serio, responsable y relevante en un mundo cada vez más interdependiente. Panamá tiene los recursos, la oportunidad y el deber de actuar ahora. El autor es ingeniero electromecánico.

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