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8A La Prensa Panamá, jueves 27 de noviembre de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. libertad, la democracia y empezar a sanear el Estado venezolano ayudaría a aliviar el peso de esta migración hacia los demás países americanos, especialmente aquellos con economías más frágiles que, a pesar de sus propias debilidades sociales y económicas, han apostado por el derecho al refugio. Uno de los propósitos clave de Panamá es interconectar mejor y más eficientemente el continente; sin embargo, dada la situación político-económica actual de Venezuela, no podemos ejecutar este potencial al máximo. Venezuela ha sido un aliado estratégico de Panamá, siendo uno de los mayores destinos de las reexportaciones de la Zona Libre de Colón y un país hermano desde nuestra independencia. No obstante, para lograr una mayor integración económica regional, una sociedad venezolana verdaderamente democrática es fundamental. La transición hacia la libertad de sus ciudadanos crearía el escenario ideal para la reapertura de relaciones comerciales con el mundo. Esto permitiría incrementar el intercambio en sectores productivos, financieros y energéticos, brindando seguridad jurídica a las empresas panameñas interesadas en hacer negocios con Venezuela. Esto favorecía la visión panameña de ser un nodo global de servicios, pues, con una mayor apertura comercial de Venezuela, el tránsito por el Canal de Panamá se vería positivamente afectado. La seguridad en el territorio venezolaLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. De léxicos específicos y nuestra pollera Voces de la Adacemia La cotidianidad está permeada por palabras. El lenguaje nos acompaña minuto a minuto durante toda nuestra vida. Los significantes y significados siempre están ahí, se hacen presentes, y el manejo del código nos permite descifrarlos, entender a otros y hacernos comprender en la normalidad de nuestros días. Roland Barthes, en su libro La aventura semiológica, explica que “el plano de los significantes constituye el plano de la expresión, y el de los significados, el plano del contenido”. Es decir, el plano de la expresión estaría representado por las letras que, en un orden sucesivo y particular, conforman una palabra, y el plano del contenido lo constituiría la imagen mental con la que asociamos esa palabra. Como individuos, contamos con un determinado léxico disponible que se amplía en la medida en que cultivamos el aprendizaje de nuevas palabras o interactuamos en escenarios que favorecen la adquisición de vocabulario, ya sea mediante jergas, argots u otros registros lingüísticos. Precisamente, uno de esos campos que configuran un léxico particular se encuentra en el folclore panameño. Para acotar la muestra de términos, centrémonos en una indumentaria típica que nos reviste de prestigio y orgullo, y que el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), en su cuarta acepción con marca Panamá, define como “traje típico de la mujer panameña, que consta de una blusa y una falda de amplio vuelo finamente bordadas”. ¿A qué nos referimos? Si la imagen de la pollerallegóasumente,habráacertado. En relación con la pollera panameña, el Diccionario de la lengua española (https://dle.rae.es/) de la Real Academia Española (RAE) y la ASALE recoge el siguiente léxico: alforza, basquiña, bayeta, bolillo, burato, cabestrillo, calado, coca, filigrana, jareta, melindre, pasador, saya, talco, tembleque y zaraza. Al leer o escuchar esta lista de palabras, más de uno experimentará una paramnesia (déjà vu), al recordar alguna ocasión en la que un familiar o una amistad —ya sea por haberse integrado a un conjunto de proyecciones folclóricas, o por haber participado en un evento escolar o laboral— necesitó utilizar atuendos o accesorios típicos. También es posible que el cerebro no haya ofrecido asociaciones inmediatas debido a la falta de un significante o significado previo en nuestros archivos mentales que permitiera reconocer la terminología presentada. Como se mencionó anteriormente, esto es completamente normal. Precisamente por ello, enriquecer nuestro acervo léxico —incluyendo los vocablos que conforman nuestro patrimonio cultural— a través de la lectura y del conocimiento cultural constituye una vía fundamental para fortalecer nuestra identidad como país. Independencia y república de Panamá Identidad faro, cuando afirmó lo siguiente: “Para mí, el asunto es tan claro que se me hace difícil comprender que sea objeto de polémica [...] Por el pronunciamiento del 28 de noviembre de 1821, lo que hizo Panamá fue pasar de la dependencia española a la dependencia colombiana [...] Panamá adquirió la personalidad internacional y, por consiguiente, la independencia, por virtud del movimiento secesionista efectuado el 3 de noviembre de 1903. Se produjo la Secesión o Separación para fundar una República independiente, o sea, para adquirir la independencia…”. Y la razón es muy sencilla: la separación es el medio por el que se propugna la desvinculación de un territorio que se anexiona a otro, como en 1821; mientras que la independencia es el fin por el que se reclama la autodeterminación de un nuevo Estado, que incluyó además un sistema republicano de gobierno, como sucedió a raíz de los sucesos de 1903. Panamá no fue una república hasta su independencia de Colombia, pero eso no quita que fuese una nación en constante evolución, sobre todo por su situación particular. Su posición geográfica y vocación de tránsito la puso desde la colonia en la mira de las grandes potencias. Fue vista como un peldaño hacia la defensa global de los intereses geopolíticos y militares de estas, por lo que siempre tenían sus narices metidas en el Istmo. Como ejemplo están la firma del Tratado Mallarino–Bidlack en 1846, las migraciones por la fiebre de oro de California en 1849, la firma del Tratado Clayton– Julio Linares Franco Pro mundi beneficio: Panamá y su rol en la transición democrática de Venezuela Relaciones comerciales La consolidación de la libertad en Venezuela tiene implicaciones profundas para el orden político y económico del hemisferio. La República de Panamá ha promovido la democracia y el respeto a la voluntad popular en América Latina, siendo un referente de estabilidad democrática y resiliencia económica, gracias a la naturaleza de nuestras actividades comerciales. Las operaciones más importantes de Panamá surgen de la inversión extranjera, los servicios logísticos y nuestra calidad como centro de operaciones comerciales regional. Es por esto que la estabilidad política de la región, especialmente la de Venezuela, reduce los riesgos en el comercio internacional, atrayendo mayor comercio, tránsito y estabilidad a Panamá. Tras la emisión de una alerta por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), varias aerolíneas suspendieron vuelos hacia Venezuela debido a la escalada de tensiones provocada por la operación “Lanza del Sur”. Este episodio, dentro de la crisis política y económica que ha aquejado a Venezuela durante más de quince años, parece haber logrado lo imposible: sacudir la estructura antidemocrática y opresiva del régimen socialista de Hugo Chávez. La hiperinflación, el incremento del crimen organizado, el narcotráfico y la escasez de alimentos han sido los detonantes de un éxodo masivo de venezolanos hacia el norte y el sur del continente. Restablecer la no es fundamental para combatir el crimen organizado y el narcotráfico en otras partes del continente americano. La designación del “Cartel de los Soles” como organización terrorista por parte del Departamento de Estado de Estados Unidospone en evidencia la complejidad de mantener relaciones comerciales con un país cuyo gobierno permite que el crimen se transnacionalice, afectando la reputación financiera del resto de América Latina. Bajo un gobierno democrático en Venezuela, las restricciones financieras y comerciales, así como la reducción de actividades ilegales, beneficiarían directamente al centro financiero y la plataforma logística de Panamá. De esta manera, el retorno a la democracia en Venezuela no solo es una cuestión política, sino también un factor clave para el modelo económico panameño y nuestra posición como puente estratégico global. Es cierto que Panamá debe mantener su imagen internacional como un país con una política exterior neutral, pero la defensa de la democracia y las libertades individuales de los ciudadanos no es negociable, ni en Panamá ni en ningún otro país, especialmente en América Latina. La postura de nuestro país en la esfera internacional se ha basado en la cooperación multilateral, un comercio abierto y una diplomacia pragmática. Por lo tanto, apoyar a Venezuela en su transición democrática refuerza nuestro compromiso internacional y nos alinea con aquellas naciones que comparten nuestros ideales de libertad, democracia y Estado de derecho. Al fin y al cabo, nuestra identidad de “pro mundi beneficio” no es más que eso: actuar en favor del orden internacional que promueve estos ideales compartidos. Opinión EL AUTOR es becaria de colaboración MAEC-AECID-ASALE/Academia Panameña de la Lengua. EL AUTOR es internacionalista. EL AUTOR es abogado. Kristy Cáceres Rodríguez Bulwer en 1850 y la construcción del ferrocarril, el primero de carácter transístmico en todo el continente en 1850 y su finalización en 1855, entre otros hechos relevantes. La República de Panamá —esa que nace a raíz de los sucesos del 3 de noviembre de1903 como un movimiento de “independencia”— no desvaloriza para nada el 28 de noviembre de 1821, aunque se pretenda considerar este primer movimiento como de “separación”. Porque no sería el calificativo lo importante, sino las acciones y de más actos y hechos valerosos que enriquecen la historia panameña, no importa si se tratase de una separación o de una independencia, siendo esta última la que consolida la República, ante la implementación de un sistema de gobierno republicano. Como tampoco se deben considerar las reales debilidades soberanas y jurisdiccionales con las que nació y creció la República aquel 3 de noviembre de 1903 como motivo para intentar borrar la memoria colectiva e identidad latinoamericana de Panamá y su pertenencia a las independencias latinoamericanas bajo los principios, valores y batallas de Simón Bolívar desde los albores del siglo XIX. Porque no debemos confundir las diferencias meramente etimológicas o conceptuales con los hechos históricos que nos enorgullecen como panameños y que están muy por encima de los calificativos. Una cosa es la concepción gramatical y otra la evolución y el desarrollo de una identidad nacional, esa que bajo la consideración del artículo 1 de la Constitución de 1904 especificó: “El pueblo panameño se constituye en Nación independiente y soberana, regida por un Gobierno republicano y democrático, bajo la denominación deRepública de Panamá”. Y finalmente, en lo personal, valoro los continuos y atinados aportes culturales, cívicos e históricos de quienes buscan fortalecer la nacionalidad panameña, no importa cómo se califiquen las secesiones o emancipaciones; porque nos permiten rectificar, discutir, aclarar, debatir y ponderar nuestro propio argumento, así como definir nuestro propio destino como país soberano, democrático y republicano. La tendencia de los panameños a la separación o a la federación fue, durante el siglo XIX, una proclividad lógica y natural a sus aspiraciones sociales, económicas y políticas, como también a la situación geográfica del Istmo. Estas realidades obligaban al establecimiento de una legislación muy particular que se adecuara a las necesidades innatas de sus habitantes, sujetas a las ataduras y cortapisas emanadas de un gobierno colombiano centralizado, lejano y desinteresado. La autonomía gubernativa era necesaria con el objeto de atender las necesidades de los istmeños, diferentes a las del resto de Colombia. Es a través de esta realidad que se llega al 3 de noviembre de 1903. Y no voy a entrar en el detalle de la trama o la conspiración secesionista, solo referirme muy brevemente al devenir republicano. El nacimiento del Estado panameño implicaba la implementación de una forma de gobierno; y esa forma de gobierno fue el sistema republicano. A su vez, este sistema republicano requería la creación o existencia previa de un Estado independiente para que entonces emergiera la República de Panamá. Además, sabemos que el Derecho Internacional Público regula las relaciones entre Estados y es en 1903, o mejor dicho, a raíz de la Constitución de 1904, y no en 1821, cuando nace el Estado panameño y, por consiguiente, cuando emerge, con ardientes fulgores de gloria y muy a pesar de las limitaciones soberanas y jurisdiccionales, la República de Panamá. Fue muy claro el expresidente de Panamá, Ricardo J. AlLa consolidación de la libertad en Venezuela es crucial para la estabilidad política y económica de América Latina. Panamá, como referente democrático y económico, juega un papel clave en la transición venezolana. Luis Credidío Un recorrido histórico que diferencia separación e independencia y reivindica la formación republicana de Panamá, aclarando conceptos y resaltando la construcción de una identidad nacional en evolución. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Subdirector Asociado Rolando Rodríguez B. Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón

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