5B La Prensa Panamá, jueves 27 de noviembre de 2025 Miley Cyrus, la artista que convirtió la metamorfosis en su identidad. Escanea el código QR para más contenido en Ellas.pa. Una generación desencantada La literatura de Leonardo Padura (La Habana, 70 años) tiene una intención constante: su carácter generacional. En Como polvo en el viento habla de la diáspora de los que dejan Cuba cansados de las penurias y La novela de mi vida orbita entre los exiliados que regresan a la patria a punta de añoranza. Ahora su obra más reciente, Morir en la arena, es una historia del inicio del fin de la época laboral de los que tienen una edad parecida a la del autor y que por diversas circunstancias se quedaron en la isla. Morir en la arena sugiere un desenlace trágico predestinado como consecuencia del proceder de sus seres de ficción. Su título está inspirado en un viejo refrán que dice: tanto nadar para morir en la orilla. Y esto representa a un grupo de hombres y mujeres que andan en la deriva entre sus anhelos de juventud y sus frustraciones de adultos mayores. Leonardo Padura estuvo en Panamá presentando Morir en la arena en una iniciativa de la librería El Hombre de la Mancha. Un ejercicio redentor Esta novela habla de una generación que se jubila con pocas posibilidades de bienestar. Sí, es sobre qué recibes tú de la sociedad después de haberle aportado tanto. Llega el momento de la jubilación y los personajes se dan cuenta de que son, según la retórica oficial cubana, unos vulnerables, en esencia son pobres. Y la novela hace ese recorrido de sus orígenes, desde que están en los estudios primarios y pasan por toda una serie de episodios importantes de la historia de Cuba de estos últimos 50 años. Entonces pasan de los 60 años, han nadado tanto en sus trabajos, pisan la orilla, dan el primer paso, El escritor cubano Leonardo Padura estuvo en Panamá en un evento literario organizado por El Hombre de la Mancha EFE se hunden en la arena y ahí está su final. Y la palabra destino aparece varias veces en este libro. ¿Cómo podemos hablar de destino cuando las condiciones sociales determinan nuestro porvenir? El destino de estos personajes está muy marcado por la sociedad. En Latinoamérica el peso de la política ha sido fundamental. Las decisiones políticas han estado presentes en todas las maneras entre estos personajes. Incluso aquí se habla de predestinaciones y esto tiene que ver con las actitudes personales más íntimas, más cercanas a la posibilidad de decisión de los individuos. Siempre nos queda ese pequeño espacio y es el que explota la novela en el sentido más dramático. Están los grandes acontecimientos que están determinados por el peso social y por la política y están los elepor Daniel Domínguez Z. [email protected] mentos del comportamiento individual de cada uno. La relación de Rodolfo y Nora, dos de los protagonistas, está marcada por sus propias limitaciones afectivas. Se aman desde muchachos, pero ya cuando están en el otoño de sus vidas es cuando se vuelven a unir. ¿Este amor es un balance a tanta desesperanza? La novela trabaja con un carácter filosófico y existencial muy importante, que son la redención y el perdón. Aquí, si se perdona o no, es un tema que se discute constantemente en la novela. La posibilidad de perdón se complementa con la posibilidad de redimirse. La redención, en un sentido etimológico estricto, significa la recuperación o la compra de una libertad perdida. Y estos personajes están intentando recuperar esa libertad perdida a través del perdón y en un ejercicio redentor. Hay personajes que logran esa redención, hay otros que no. En el caso de Nora y Rodolfo, el hecho de que lleguen a tener un elemento que les permite tener un final de vida con algún aliento, en compañía, con una satisfacción personal, es algo que los redime como personajes. La novela gira sobre un parricidio. ¿Qué responsabilidad tiene la sociedad en la gestación de una tragedia, más allá de los responsables directos? Somos seres sociales y las maneras en que nos comportemos responden a condiciones históricas, económicas y políticas que emanan de ese contexto social. En este caso, pienso que tiene mucho que ver la relación entre los personajes. La individualidad de los personajes decide mucho más que las condiciones sociales. Porque si bien la sociedad los lleva a una determinada vida, hay un espacio que ellos practican de manera personal e individual. Entonces se combinan las dos responsabilidades: la personal con la social. El parricidio está basado en un hecho real y ocurrió en una familia cercana a la tuya. Conocí al parricida, conocí al padre asesinado, conocí al hermano, a toda la familia. Y utilicé este episodio tan dramático porque la historia que estaba escribiendo no se condensaba. Yo quería escribir del final de una generación, pero aquello no avanzaba, no cogía un ritmo dramático importante. Y fue un motor que le introduje a la historia. Lo que hice fue que lo transfiguré por completo. Solamente las personas que conocieron muy de cerca este episodio lo podrán identificar, son elementos que están ahí porque no podía quitarlos, pero en esencia los personajes son diferentes, ocurre en un momento diferente, de una forma diferente, aunque muchas causas y consecuencias sean iguales a las que motivaron y provocó el hecho real. El drama social Morir en la arena es un acercamiento novelístico a una generación que llega a la vejez con desencanto. por EFE [email protected] El abrigo de Jacqueline Kennedy. EFE Un abrigo que Jacqueline Kennedy encabeza subasta de Sotheby’s El abrigo violeta intenso que usó Jacqueline Kennedy la noche que su marido en 1960, John F. Kennedy, ganó las elecciones a la presidencia de Estados Unidos encabeza la primera subasta de bolsos y moda de Sotheby’s y será exhibido junto a otras piezas del 5 al 8 de diciembre en su nueva sede en el edificio Breuer de Nueva York. El abrigo de maternidad confeccionado en lana es parte de la subasta online Bolsos y Moda, abierta a pujas desde este miércoles y hasta el 15 de diciembre, informó en un comunicado Sotheby’s. “Pocas prendas capturan con tanta gracia el espíritu de un punto de inflexión en la historia estadounidense. Este abrigo refleja la singular capacidad de Jacqueline Kennedy Onassis para transmitir optimismo y la modernidad solo a través del estilo, llevando en sus costuras el poder silencioso de una mujer cuya influencia trascendió por mucho la moda”, indicó Morgane Halimi, directora global de Bolsos y Moda de Sotheby’s. “Ahora, en su debut en subasta, surge como un artefacto raro en el que la belleza, el simbolismo y la historia convergen con una claridad notable, ofreciendo a los coleccionistas una oportunidad extraordinaria de interactuar con una pieza de resonancia cultural perdurable”, destacó Halimi en un comunicado. La exprimera dama usó el abrigo en mención en la portada del número especial de la revista Life junto al recién elegido trigésimo quinto presidente de Estados Unidos y que fue asesinado en 1963. La casa de subastas destacó además que el abrigo -que Kennedy Onassis usó con ocho meses de embarazo de su segundo hijo, John F. Kennedy Jr., “llegó a personificar tanto el optimismo de una nueva era política como el surgimiento de uno de los íconos de estilo más perdurables del siglo XX”. La pieza fue ofrecida para subasta por una familia con vínculos profundos y de larga data con el clan Kennedy.
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