2B La Prensa Panamá, lunes 17 de noviembre de 2025 Economía & Negocios Lo que pasa es que... Valor razonable Carlos A. Araúz G. economí[email protected] una muletilla que parece inofensiva, pero que en realidad esconde frustración, tristeza y, sobre todo, un dejo de resignación. La usamos para justificar lo que no funciona, para explicar por qué no cambiamos, para aliviar momentáneamente la incomodidad de enfrentar problemas que requieren una exploración más profunda de nosotros. En pleno siglo XXI, si realmente anhelamos un país que avance con propósito, debemos atrevernos a eliminar excusas que nos permitan enterrar de una buena vez esa tendencia a caer en explicaciones complacientes y mirar de frente la raíz de nuestras dificultades. Porque indudablemente esas raíces existen. Y duelen. Los casos recurrentes de corrupción sin consecuencia alguna ante la endeble administración de justicia nos colocan como uno de los países más corruptos de la región —las vigas de acero “extraviadas”, los contratos y planillas infladas, los estadios deportivos que terminan costando 3 y 4 veces lo presupuestado (si es que se terminan), los proyectos que nacen torcidos y después hay que “arreglar” con adendas y túneles inventados— no son accidentes aislados. Son síntomas de una cultura que tolera el “lo que pasa es que así funciona todo”. Y esa frase, repetida sin resistencia, termina destruyendo la necesaria cohesión social y debilita aún más las instituciones, aumentando la distancia entre lo que decimos aspirar y lo que realmente hacemos. Pero aquí es donde conviene hilar un poco más fino y evaluar alternativas. Podemos quedarnos empantanados en el lamento contagioso que solo suma oscuridad o quizás conviene preguntarnos: ¿qué necesitamos los panameños para tomar decisiones más responsables? ¿Cómo reemplazar el “lo que pasa es que” por un “esto podemos hacerlo mejor”? La respuesta, por supuesto, no es mágica. Pero sí es clara: necesitamos planificación, certeza de castigo, apego a la data e innovación. Cada foro, cada plataforma de discusión pública tiene que integrar evidencia que genere un intercambio que nos abra el horizonte de conversación. De poco sirve aferrarnos a etiquetas ideológicas porque tanto la izquierda como la derecha y los moderados deben exigir datos, pedir cuentas y valorar procedimientos para que sus opiniones generen tracción en el intercambio que llevará a un país más próspero. La improvisación permanente es quizás nuestro vicio más costoso: hoy somos bananeros y mañana no. Hoy somos mineros y mañana no. Y la planificación, aunque parezca un concepto aburrido, es la herramienta que convierte los sueños en rutas concretas. La consecuencia económica de perder la lucha contra la corrupción es incalculable y condena al pobre a seguir siendo pobre. Esa lucha no se libra únicamente desde los tribunales; también se pelea en la mente de cada ciudadano que decide no normalizar lo inaceptable. Por eso es vital entender que 200 millones de dólares en laptops quedarán desfasadas en minutos si en las escuelas no enseñamos pensamiento crítico desde primaria. Eliminar el “lo que pasa es que” no significa negar la complejidad del país. Significa asumirla con madurez. SigModelo de avión de combate A-29 Super Tucano que se comprarían a la empresa brasileña Embraer S.A. Archivo De $30 millones a $76 millones para financiar aviones Super Tucano Mario De Gracia [email protected] FONDOS PÚBLICOS Inicialmente, el MEF estaba autorizado para suscribir un contrato de financiamiento con una entidad crediticia hasta por $30 millones. La compra de cuatro aviones de combate A29 Super Tucano a la empresa brasileña Embraer S.A. ha estado en la agenda del Palacio de las Garzas desde el pasado 11 de marzo de 2025, cuando fue anunciada por primera vez. Pero la adquisición ha estado rodeada de cambios. En lugar de los $30 millones inicialmente previstos para financiar la compra con crédito, ahora se busca la totalidad de los $76.3 millones necesarios para adquirir las aeronaves. Particularmente, el costo de los aviones pasó de $68.2 millones a $76.3 millones tras el Consejo de Gabinete del pasado 11 de noviembre. Un cambio que se añade al del crédito que busca el Estado para completar la adquisición. La Prensa preguntó al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) por el monto del crédito para efectuar la compra, a lo cual la entidad respondió que “ascendería a aproximadamente a USD 76.8 millones, con una tasa promedio estimada del 7.56% y un plazo de 8 años”. Inicialmente, el MEF estaba autorizado a suscribir un contrato de financiamiento con una entidad crediticia hasta por $30 millones, según la Resolución de Gabinete N°23 del 11 de marzo de 2025 —publicada hasta el 19 de septiembre—. No obstante, allí se advertía que el monto dependería de un “proceso de negociación”. Tras la consulta de este medio, el MEF también señaló que el financiamiento sería gestionado directamente por el contratista, en este caso Embraer S.A. Según la entidad, la empresa brasileña “ha mantenido conversaciones con la banca comercial y la banca estatal para el financiamiento”. La citada Resolución N°23 también detallaba que el MEF debía presentar el acuerdo de crédito al Consejo de Gabinete para su aprobación, bajo los “mejores intereses para el Estado”. No obstante, la institución informó que aún no se ha suscrito contrato alguno con una entidad financiera. Por otra parte, la propia Resolución N°23 autorizó el procedimiento excepcional para la adquisición de los aviones entre Ministerio de Seguridad (Minseg) y Embraer S.A. Sin embargo, tras el Consejo de Gabinete del 11 de noviembre, la Resolución N°23 sería modificada por una de numeración 129-25, que al cierre de esta edición no había sido publicada en la Gaceta Oficial. ¿Contratista gestionando el crédito? Fuentes a lo interno del MEF, así como economistas consultados por este medio que pidieron reserva de su identidad, señalaron que, al gestionar Embraer S.A. directamente el financiamiento, la operación se asemeja a los “contratos llave en mano”, aunque estos son usuales en obras de infraestructura y no en la compra de aeronaves militares. La Ley 22 del 27 de junio de 2006, que regula la contratación pública, contempla dentro de los contratos llave en mano aquellos en los que el contratista presenta al MEF las propuestas de financiamiento del proyecto. También incluye aquellos contratos donde el contratista asume, por lo general, todas las obligaciones inherentes a una obra. Explicaciones del Minseg Tras el Gabinete del 11 de noviembre, el viceministro de Seguridad, Luis Felipe Icaza, explicó el aumento de $8 millones en el precio de los Super Tucano. Icaza señaló que, tras evaluar el contrato de compra con Embraer S.A., se determinó que los pagos anuales programados para las vigencias fiscales de 2025, 2026 y 2027 —que inicialmente iban a ser asumidos “al contado” y sin crédito— sobrepasaban los espacios fiscales permitidos por la Ley de Responsabilidad Social Fiscal, por lo que se optó por el financiamiento. Ese día también se informó que el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) será la entidad encargada de la contratación, bajo procedimiento excepcional y financiada en su totalidad a través de Cuentas de Pagos Parciales. En la Resolución N°23 se detallaba que los Super Tucano fortalecerían las capacidades operativas del Senan en interceptación, vigilancia, reconocimiento y ataque. Su misión principal sería “ejercer el dominio del espacio aéreo y marítimo” de Panamá, así como dar “respuesta rápida ante cualquier amenaza que atente en contra de la seguridad del Canal de Panamá”. Brasil Entre los múltiples anuncios sobre la adquisición de los Super Tucano se suma el realizado por la Presidencia de la República tras la visita del presidente José Raúl Mulino a Brasil, donde fue recibido por su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva. En agosto, en Brasilia, ambos mandatarios posaron junto a miniaturas de aviones Super Tucano, como anuncio simbólico de la adquisición. En la región, varios países han comprado modelos Super Tucano a Embraer. Entre ellos está Paraguay, que adquirió seis aeronaves mediante un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil por $101 millones, recibidas en julio de 2025. Mientras el procedimiento excepcional entre Minseg y Embraer ya tuvo autorización del Gabinete, el financiamiento aún sigue definiéndose. nifica entender que Panamá no necesita a un mesías que cada cinco años aparezca con las pócimas más encantadoras, sino ciudadanos comprometidos; no necesita discursos rimbombantes, sino decisiones informadas; no necesita esperar un milagro, sino construir con disciplina. Viendo a mis hijos en sus respectivos malévolos celulares, me pregunto con gran inquietud cuál debe ser la pregunta correcta: “¿cómo paro de decir lo que pasa es que?” para cambiarla por “¿qué puedo empezar a hacer para que esa frase ya no nos haga falta?”. Cuando cada uno de nosotros encuentre su propia respuesta —pequeña, cotidiana, imperfecta—, estaremos más cerca de un Panamá que avanza porque encontró su auténtico norte y no porque se resigna a justificarse a sí mismo. En el mundo de la leyenda urbana panameña, la tulivieja y el mal de ojo han sido desplazados por una frase que es preludio a una excusa rápida, una justificación sin pie ni cabeza o simplemente una manera fácil de evitar el necesario reconocimiento de responsabilidad. Desde mis hijos adolescentes hasta altos funcionarios gubernamentales, abusamos (me incluyo) del fatídico “lo que pasa es que…” que ya sin darnos cuenta moldea nuestra manera de pensar. Pareciera que hoy somos esclavos de El autor es economista.
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