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8A La Prensa Panamá, lunes 20 de octubre de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Corrupción de Asia, uno de cada diez nepalíes debe pagar sobornos para acceder a servicios públicos. De hecho, el 84% de la población considera que el principal problema del país es la corrupción rampante, lo que agrava las enormes brechas sociales. Uno de cada cinco habitantes vive en la pobreza, en medio de una economía dependiente de las remesas de los emigrantes, mientras un pequeño grupo privilegiado domina y vulnera las libertades y derechos de la ciudadanía. El punto de inflexión se dio cuando el gobierno prohibió 26 plataformas digitales para evitar el escrutinio público y controlar los medios de comunicación. Fue un intento por silenciar contenidos que exponían el estilo de vida suntuoso y el despilfarro de los llamados “NepoKids”, hijos de la misma clase política desacreditada. Nepal nos recuerda la esencia de la política: la búsqueda de la felicidad y el bienestar del pueblo. El Estado no existe solo como un aparato burocrático estático y omnipresente que regula la vida diaria, sino como garante de que los ciudadanos, mediante su inventiva y esfuerzo, puedan alcanzar sus metas y Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. BCBRP, Mupa y el ‘chen chen’ Recuperación económica He decidido escribir este artículo con el propósito de motivar al Gobierno Nacional a poner en marcha, de una vez por todas, parte de la recuperación de la economía nacional que tanta falta les hace a los panameños de todos los estratos sociales, en especial a los más necesitados. Como es sabido, uno de los lemas de campaña del presidente José Raúl Mulino fue la importancia de poner el “chen chen” en el bolsillo de los panameños. Sin embargo, esto no ha sido posible en su totalidad, en parte porque la industria de la construcción aún no logra recuperarse ni despegar como se esperaba. Para agilizar todo lo relacionado con este sector, hay dos instituciones clave que deben asumir un rol de liderazgo: el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá (BCBRP) y el Municipio de Panamá (Mupa). La velocidad de sus procesos no es la deseada, debido a que los recursos asignados a estas entidades son escasos, especialmente en el caso del BCBRP. Es importante que el equipo de gobierno incorpore en su visión estratégica que, si estas dos instituciones no logran aprobar y sacar los proyectos al mercado con eficiencia, los inversionistas no podrán iniciar obras y, por ende, el “chen chen” seguirá siendo una promesa sin cumplir. También hay otras instituciones que forman parte de la cadena de decisiones y deben activarse, porque si no avanzan, los proyectos mueren antes de nacer y el “chen chen” también. Para tomar acciones concretas que permitan agilizar estos procesos, solo se necesita voluntad y la gestión oportuna de los recursos que hacen falta para que la economía comience a moverse con mayor dinamismo. En estos momentos, gracias a la iniciativa del coronel Víctor Álvarez, director general del BCBRP; del teniente coronel Cirilo Castillo, director nacional de Dinasepi; del arquitecto Luis Carballeda, de la Doycm; y de un grupo de ingenieros, arquitectos y empresarios en conjunto con la CAPAC y otros gremios, se está dando un paso importante para que la tramitología sea más expedita. Esto permitirá reducir demoras y discrecionalidades en la revisión y registro de planos, garantizando así la activación de nuevos proyectos generadores de empleos directos e indirectos, y el cumplimiento de una promesa electoral clave. Espero que este aporte constituya un llamado de atención oportuno para que se disipen los prejuicios y se reconozca el esfuerzo de estas instituciones, que hacen lo posible con los limitados recursos que tienen para responder a las necesidades de los ciudadanos. Por último, un mensaje para quienes manejan redes sociales: antes de difundir afirmaciones que no siempre son ciertas, investiguen con rigor y eviten manchar reputaciones o denigrar instituciones sin contar con pruebas que respalden sus comentarios. Respetado señor presidente, lo invito a que se sume con su gobierno a este esfuerzo para que el “chen chen” llegue, de una vez por todas, a las manos del pueblo panameño. Panamá, Chile y los 160 años de la muerte de Andrés Bello Legado intelectual dosa arquitectura institucional que permitiera —como ocurrió— cimentar las nacientes repúblicas en medio de la anarquía reinante. De allí es imprescindible el ejemplo resiliente que nos deja Bello, no solo por su biografía migrante, sino por ese exilio no buscado que vivió en Londres, cuando quedó a la deriva luego de la reversión del proceso emancipador en Caracas, que lo despojó del cobijo de Francisco de Miranda. A esto se suman su temprana viudez y la pérdida de hijos, en un contexto de desolación y reciedumbre. Este periodo, que transcurre entre 1811 y 1820, nos recuerda que sin padecimientos no hay creatividad, y que su obra más inspiradora y fértil está alineada con esta búsqueda del orden republicano a partir del estudio filológico, la poesía, la investigación de las fuentes del conocimiento y del lenguaje, en un Bello incesante y prolífico —nunca desarraigado— que refugiaba su melancolía en un aprendizaje sin renuncios, desde la sala de lecturas del Museo Británico hasta sus alrededores. La siguiente etapa es entonces quizás la faceta más fecunda de Bello, y se despliega con su llegada a Chile, país que lo acoge por treinta y seis años y donde fundó la Universidad de Chile y redactó el Código Civil, empeños más visibles de su obra, pero no por ello únicos, dentro de su vasto cultivo de las humanidades y las ciencias, junto con su inmortal leAristides Royo/ Francisco Cruz El paradigma de Katmandú Las lecciones de Nepal A 15,620 kilómetros de Panamá, como un faro encendido en el horizonte, arde el Parlamento Federal de Nepal. Más enardecidos aún permanecen cientos de jóvenes que, entre la rabia y la melancolía, apuntan sus celulares hacia el edificio legislativo, permitiendo que miles más, a través de un efecto dominó, presencien las imágenes de un país en llamas. El incendio del Parlamento nepalí se ha convertido en uno de los eventos más representativos de las recientes protestas de la llamada Generación Z. Pero no fue un hecho aislado: linchamientos de políticos y servidores públicos, la dimisión del primer ministro comunista Sharma Oli y más de mil heridos en las jornadas de manifestación expresan el declive de todo el aparato estatal. Para comprender este suceso, debemos considerar varios elementos. Nepal es una democracia incipiente, surgida tras una guerra civil y la abolición de la monarquía. Este país, que colinda con India y China, ha visto desde entonces el desprestigio de su clase política alcanzar niveles intolerables. Según la Encuesta Nacional de Integridad Pública y el Barómetro de la objetivos existenciales. Pero hay una discusión aún más profunda: los derechos digitales no son opcionales ni accesorios; son el centro de la acción humana en el mundo contemporáneo. Son transversales a las dinámicas sociales, culturales, económicas y políticas del siglo XXI. Ejemplo de ello es que los nepalíes eligieron a su nueva primera ministra, Sushila Karki, mediante la plataforma Discord, un hecho histórico que replantea la manera en que concebimos la democracia y su relación con los ciudadanos, tanto en su versión electoral como en su finalidad social y política. Aunque desde nuestra latitud observamos con distancia estos procesos, debemos reflexionar sobre nuestro propio devenir nacional. El corte del suministro de Internet tras la suspensión de las garantías constitucionales en la provincia de Bocas del Toro, durante las protestas contra la Ley 462 en junio pasado, revela una conducta autoritaria de un gobierno que no tolera la crítica ni el disenso ciudadano. En el devenir de las naciones no podemos olvidar la advertencia de Thomas Jeªerson, quien con palabras atemporales afirmó que “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”. Mientras tanto, como individuos, no debemos renunciar a nuestro deber de monitorear la calidad democrática de nuestros gobiernos y avanzar en la construcción de sociedades cada vez más abiertas, libres y conscientes. Opinión EL AUTOR es teniente coronel del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá (BCBRP) y empresario. EL AUTOR amigo de la Fundación libertad DE LOS AUTORES Royo es expresidente de la República y miembro de la Academia Panameña de la Lengua, y Cruz es exembajador de Chile en Panamá y presidente de la Cámara Chile–Panamá de Comercio. Carlos Penna Franco gado codificador. En Panamá, en tanto, se ha honrado siempre la vida y los aportes de Andrés Bello a la cultura hispanoamericana. En el jardín frontal de la Academia Panameña de la Lengua hay un busto del gran pensador, y una sala de esta institución lleva su nombre, la cual contiene su obra completa. Bello dedicó su vida a la enseñanza, a la creación de estudios jurídicos en el área del derecho internacional y a la lengua que nos legó España. Su memoria será siempre recordada por todos los que amamos nuestra historia y veneramos a nuestros próceres culturales, ámbito en el cual continúa brillando Andrés Bello. De este modo, surge otro vínculo indisoluble entre Panamá y Chile, basado en la formación que recibieron ilustres panameños en el país austral. El fundador de la Universidad de Panamá, Octavio Méndez Pereira, estudió en Chile y ocupó la rectoría de ese centro de estudios hasta su muerte, dejando una herencia importante de obras históricas y literarias. A ellos se añaden dos de los más grandes civilistas del Istmo, Narciso Garay y Dulio Arroyo, que también estudiaron Derecho en Chile. El influjo de Bello en esta pléyade, así como su gestión codificadora, orientó a Panamá tras su ruptura con Colombia en 1903, y culminó con la adopción del Código Civil de 1917. Por lo expuesto en estas líneas, y a ciento sesenta años de su partida, la herencia de Bello sigue viva, junto a su convicción de que el conocimiento, el orden y la cultura son las bases del desarrollo de cualquier país iberoamericano. Su figura preclara debe alentarnos a recordarlo y honrarlo, en Chile y en Panamá. Hace casi tres años, y en estas mismas páginas, recordábamos a Andrés Bello y sus huellas en Panamá. Hoy volvemos a ese ensayo con un motivo muy plausible: los 160 años de su fallecimiento, que se conmemoran durante el mes de octubre en toda Hispanoamérica. Y es que siempre hay una buena razón para recordar a Bello, y esta es más propicia que ninguna. Pocas veces confluyen en una misma persona tantas dimensiones. Hablar de Bello puede resultar inagotable por lo exhaustivo de su pensamiento, la transversalidad de su obra y lo fecundo de su legado. Sin embargo, en tiempos de convulsión y cambio en el orden mundial, vale la pena rememorarlo, ante todo, por ese consistente trayecto vital, exitoso como el que más, al abrazar vigorosamente la idea independentista de la América Hispana con una convicción sin bemoles y, al mismo tiempo, una prudente estrategia en su cometido. Así las cosas, Bello fue, antes que todo, un gran diplomático, que dio sus primeros pasos profesionales en las legaciones de Venezuela, Colombia y Chile en Londres, donde logró entender los desafíos y complejidades del surgimiento del Estado nacional en pleno siglo XIX, cuando el continente luchaba al compás de juntas provisorias y proclamas de independencia. De este modo, Bello fue pionero en establecer principios del orden internacional y una cuidaNepal nos recuerda que el Estado no existe solo como un aparato burocrático estático y omnipresente que regula la vida diaria, sino como garante de que los ciudadanos, mediante su inventiva y esfuerzo, puedan alcanzar sus metas y objetivos existenciales. Kevin Quintero Loja En el jardín frontal de la Academia Panameña de la Lengua hay un busto del gran pensador, y una sala de esta institución lleva su nombre, la cual contiene su obra completa. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Subdirector Asociado Rolando Rodríguez B. Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón

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