8A La Prensa Panamá, domingo 19 de octubre de 2025 La opinión de Hilde Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. integral, comenzar en casa y complementarse en las escuelas. Las madres de hijos varones debemos revisar nuestras enseñanzas, recordando que la familia es la primera responsable de velar por la seguridad colectiva. Los problemas de salud mental se hacen cada vez más evidentes y crecen proporcionalmente a la población. Solíamos decir que la gente del interior era más confiable, sencilla y amable; sin embargo, los hechos recientes demuestran que la violencia también ha tocado esas comunidades. ¿Qué está pasando y cómo podemos revertir esta tendencia que este año ya alcanza cifras alarmantes? La sociedad entera Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. La deuda pública, un problema que no deja de crecer Finanzas del Estado diato en las cuentas oficiales: los llamados contratos llave en mano. ¿Qué son los contratos llave en mano? Son acuerdos con empresas para construir obras grandes —como hospitales, carreteras o líneas del Metro—, en los que el Estado no paga de inmediato, sino que aplaza los pagos en cuotas, como si se tratara de una compra a crédito. Pero, como todo crédito, eso implica intereses adicionales. Según La Prensa, en julio de 2024 estos contratos sumaban más de 6,500 millones de dólares, y solo en 2025 el país debía pagar casi 1,500 millones por ellos. Y eso sin contar nuevas obras que ya se están anunciando. ¿Qué obras se hacen con estos contratos? • La Línea 3 del Metro hacia Panamá Oeste • El Cuarto Puente sobre el Canal • El nuevo Hospital del Niño • Diversas carreteras en el interior del país Edgardo Molino Mola La sociedad panameña está de luto Violencia contra la mujer La sociedad panameña está de luto. Los recientes casos ocurridos en el interior del país nos tienen consternados, profundamente dolidos y avergonzados por el poco valor que algunos le dan a la vida de las mujeres que alguna vez fueron sus parejas. Eran mujeres jóvenes, con muchos años por delante y sueños por cumplir. Algunas, incluso, dejan hijos en el más absoluto desamparo, sin el amor y el cuidado que solo una madre puede brindarles. ¿Cuál fue su “pecado” para merecer un final tan triste y cruel? ¿Decidir no continuar una relación peligrosa y tóxica? Es momento de educar a los varones para que dejen atrás el machismo y ese sentido de propiedad que los lleva a cometer atrocidades. La educación de los niños debe ser pia y ajena. No basta con dejar esta tarea al hogar, donde muchas veces hay violencia, abandono, pobreza y hambre. Algunos niños logran superar ese entorno y se convierten en buenos ciudadanos; otros no, y desde pequeños muestran señales de lo que viven. Hago un llamado a nuestros gobernantes a reformular las políticas públicas para proteger la vida de las mujeres que acuden a las autoridades en busca de ayuda. Ojo con las órdenes de alejamiento: no están funcionando. A las autoridades policiales les digo: no esperen a que algo suceda, actúen con prevención. Señor presidente, coincidimos en que debe aplicarse cadena perpetua o, en su defecto, penas de hasta 50 años para estos criminales. Y a los diputados, les pido legislar por aquellas que ya no pueden alzar su voz. El castigo para los hombres que hoy tienen al país de luto por las mujeres a las que arrebataron su derecho a vivir debe ser permanente y ejemplar. Opinión LA AUTORA es exministra de Estado y ex contralora general de la República. EL AUTOR es exmagistrado de la Corte Suprema. ge Obediente, cada bebé que nace en Panamá ya viene con una deuda teórica de 25 mil balboas. Ellos no firmaron ningún préstamo, pero vivirán en un país donde gran parte del presupuesto se destina a pagar deuda, en lugar de invertir en educación, salud o infraestructura. Las generaciones mayores, las que tomaron las decisiones, ya no estarán para ver las consecuencias. Pero los jóvenes de hoy y los del futuro tendrán que cargar con ese peso. ¿Qué dicen los jóvenes? Muchos ya están conscientes del problema. No aceptan que se siga gobernando “como siempre”. Exigen transparencia, rendición de cuentas y menos despilfarro. Y no solo lo expresan en redes sociales: también participan en protestas, foros y movimientos ciudadanos. En resumen Panamá debe demasiado y sigue pidiendo prestado. Parte de esa deuda se oculta bajo contratos que no figuran como deuda oficial, pero que de igual modo deben pagarse. Además, se impulsan proyectos costosos que requerirán subsidios, mientras persiste una escasa cultura de ahorro. Si no cambiamos esta forma de administrar el dinero público, las nuevas generaciones vivirán en un país con menos oportunidades y más problemas. Panamá está metido en un lío grande. El país debe mucha plata, y lo peor es que cada año pide más préstamos porque gasta más de lo que recibe. Es como si alguien ganara mil dólares al mes, pero gastara mil quinientos: la diferencia se cubre pidiendo prestado, y así la deuda se convierte en una bola de nieve que no deja de crecer. Un artículo de Jorge G. Obediente, publicado el 14 de octubre de 2025 en La Prensa , explicó que para fines de 2024 Panamá ya debía más de 50 mil millones de balboas. Y si seguimos así, podríamos llegar a deber 100 mil millones, una cifra enorme para un país tan pequeño como el nuestro. ¿Por qué el Gobierno sigue endeudándose? Porque cada año el Gobierno elabora un presupuesto que calcula cuánto dinero va a recibir —por impuestos y otros ingresos—, pero casi siempre termina gastando más de lo presupuestado. Para cubrir ese déficit, pide préstamos. Además, existe otra forma de comprometer dinero público que no aparece de inmeCoincidimos en que debe aplicarse cadena perpetua o, en su defecto, penas de hasta 50 años para estos criminales. Y a los diputados, les pido legislar por aquellas que ya no pueden alzar su voz. Nitzia R. de Villarreal Panamá debe demasiado y sigue pidiendo prestado. Parte de esa deuda se oculta bajo contratos que no figuran como deuda oficial, pero que de igual modo deben pagarse. A esto se suman otras megaobras que no se financian con este tipo de contrato, pero que también costarán caro, como el tren Panamá–David, el teleférico de San Miguelito y nuevas ampliaciones del Metro. Muchas de estas obras no generarán suficientes ingresos para sostenerse, por lo que el Estado deberá subvencionarlas con dinero público. ¿Y los intereses? Solo en intereses —es decir, en lo que pagamos por haber pedido prestado—, el país podría estar desembolsando unos 450 millones de dólares al año por los contratos llave en mano. Y esa cifra se suma a los intereses de la deuda pública tradicional, que también crecen cada año. ¿Y el ahorro del Estado? Aquí surge otro problema. Algunas instituciones logran ahorrar dinero, pero en lugar de reservarlo o usarlo para pagar deudas, prefieren gastarlo sin control. Por ejemplo, el Ministerio de la Presidencia ahorró siete millones de balboas, pero en vez de dejarlos como reserva, quiso destinarlos a construir una villa diplomática que no estaba contemplada en el presupuesto. Es una mala costumbre: “si no gasto el dinero, me lo quitan”. Con esa mentalidad, nunca se puede ahorrar nada. ¿Y quién va a pagar todo esto? Aquí viene lo más triste. Según Jordebe comprometerse a apoyar a las mujeres acosadas por sus parejas, para que no se conviertan en parte de las estadísticas. Las penas deben ser más severas para quienes se atrevan a atentar contra la vida de las mujeres a manos de quien dice haberlas amado. Estos hombres no tienen derechos por encima de la vida que truncaron. No solo acaban con la existencia de su pareja: dejan en orfandad a hijos y sumen en el dolor a padres y familias que las llorarán hasta el final de sus días. El daño psicológico y moral que provocan es permanente e irreversible. Las mujeres también deben aprender a elegir mejor a quienes deciden abrirles su vida. Investigar, observar, preguntar: todo acto de precaución es válido. En una relación incipiente hay señales que deben alertarnos. El amor no debe ser ciego. Abran los ojos y protéjanse de quienes se presentan como encantadores, pero esconden traumas y oscuridad en su pasado. Recordemos: no solo se mata a una mujer, también se hiere de por vida a sus padres y seres queridos. En las reformas educativas, debemos incluir asignaturas que fortalezcan los valores fundamentales del respeto a la vida proFundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Subdirector Asociado Rolando Rodríguez B. Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón
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