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7A La Prensa Panamá, viernes 17 de octubre de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. terado estructuras familiares y puesto en riesgo su identidad cultural, evidenciando la necesidad de políticas integradas que protejan el patrimonio, fomenten la participación y garanticen transiciones justas. Frente a esta complejidad, la respuesta no puede ser fragmentada. Se necesitan enfoques integrales que reconozcan que la pobreza es multidimensional y que su erradicación está intrínsecamente ligada a la acción climática. No se trata de elegir entre proteger el planeta o mejorar las condiciones de vida de las personas: ambos objetivos deben avanzar de la mano. Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hemos acompañado a Panamá en la construcción de herramientas que permiten entender mejor estas realidades. El país ha publicado varias versiones del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que evalúa las privaciones que enfrentan las personas en diversas dimensiones del bienestar —como salud, educación, trabajo, vivienda y servicios básicos— más allá de la pobreza monetaria. Este análisis es fundamental para que Panamá oriente sus políticas públicas basadas en evidencia y fortalezca el uso de estos índices como instrumentos de gesLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Cotejo imposible Nobel recidos entre los que oyen a Golda Meir, desde 1957, decir: “La paz podrá llegar solamente cuando los líderes árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros.” Coinciden solamente en su desaprobación a Netanyahu. ¿Por qué el arreglo de paz no lleva las firmas de los representantes de las partes en el conflicto: un terrorista de Hamás y un general de las Fuerzas de Defensa de Israel? ¿Qué se negoció? ¿La brisa del mar y la vista al horizonte, la costa sembrada de hoteles, los campos de golf, el santuario americano para “The Netanyahus”, la repartición del mundo, la extorsión a Ucrania, la toma de Groenlandia o del Canal de Panamá? ¿O se develó un acuerdo no acordado en su totalidad, que no conocemos, y que obligó a acordarlo por lo prematuramente anunciado y celebrado por quien busca laureles? Quizás el no laureado amenazó, una vez más, con terminar de bombardear lo que queda de Gaza si no se firma su acuerdo. Y, para meter más miedo a los terroristas de Hamás, les recordó los ataques certeros y puntuales a los hutíes, mientras a Netanyahu le espetaba: “You always so fuc… negative.” Alguien calculó mal cuando pensó que forzar una paz haciendo amenazas y guerra lo hace merecedor de un premio de pacificador. O aquel que se proclama consolidado soldado de la paz, a pesar de lanzar a las calles de su país hombres cobardes, con rostros cubiertos, para meter miedo y golpear. Mientras María Corina empuña y levanta orgullosa la bandera de Venezuela, su patria ultrajada, Donald Trump la levanta para hacer un Pedro Ernesto Vargas Pobreza multidimensional y crisis climática: un mismo desafío por la dignidad humana Informe La pobreza ya no puede entenderse únicamente como una cuestión de ingresos. Hoy, millones de personas enfrentan una combinación de privaciones que van desde la falta de acceso a servicios básicos hasta la exposición constante a riesgos climáticos, como inundaciones, sequías u olas de calor. Esta superposición de vulnerabilidades no solo profundiza las desigualdades existentes, sino que también desafía la manera en que diseñamos nuestras políticas públicas. En Panamá, esta realidad se manifiesta con claridad. Las comunidades más afectadas por la pobreza —en particular las poblaciones indígenas y rurales— son también las más expuestas a los efectos del cambio climático. La falta de acceso a agua potable, servicios de salud, educación de calidad o energía limpia se ve agravada por fenómenos climáticos extremos que amenazan los medios de vida, la seguridad alimentaria y el bienestar. El caso de la isla Gardi Sugdub, en la comarca Guna Yala, es un ejemplo claro de dichos desafíos: el aumento del nivel del mar ha obligado a muchos de sus habitantes a trasladarse a tierra firme, dejando atrás su modo de vida basado en la pesca o el turismo. Este desplazamiento ha altión que permitan identificar las combinaciones más efectivas de políticas para reducir las privaciones. En este sentido, también estamos apoyando al Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) en el desarrollo de un IPM específico para pueblos indígenas, reconociendo que las altas tasas de pobreza en estas comunidades requieren respuestas diferenciadas, culturalmente pertinentes y urgentes. A nivel global, el nuevo informe del Índice de Pobreza Multidimensional 2025, que será lanzado este 17 de octubre, aporta evidencia valiosa sobre la intersección entre la pobreza y los riesgos climáticos. Casi el 80% de quienes viven en privación múltiple habitan en zonas afectadas por al menos una de esas amenazas climáticas, y muchos sufren dos o más a la vez. Esta realidad desafía la noción de que existe un conflicto entre el desarrollo humano y la acción climática. Por el contrario, muestra que la lucha contra la pobreza y la protección del planeta son causas comunes que deben abordarse de forma integrada. Este 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con una visión de desarrollo que no deje a nadie atrás. Una visión que reconozca que la dignidad humana solo es posible cuando garantizamos condiciones de vida dignas y resilientes para todas las personas, en armonía con el entorno que compartimos. Opinión LA AUTORA es Representante Residente del PNUD en Panamá. EL AUTOR es médico. puño amenazante frente a sus multitudes, embriagadas de los lodos de odios que solo engendran asesinatos y crímenes desde sus propios úteros. Sin embargo, la narrativa de sus seguidores es como sigue: “El Premio Nobel de la Paz es para hacer justicia a actuaciones y logros en el escenario internacional, no en el doméstico.” De un acomodado cinismo rastrero. Y el repetido estribillo cansón: “Eso fue lo que prometió en campaña, por eso votaron sus electores, mayoría de los electores nacionales, y ahora cumple con esa promesa”. La “mayoría”, definida como 62,984,825 votos frente a 65,853,516 votos por Kamala Harris. Todos los candidatos prometen atacar el crimen en las ciudades, atender la inmigración ilegal, detener el tráfico de drogas y de personas. Pero nada de eso se hace golpeando para encarcelar, sin identificación ni orden judicial. Cato revela que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha encarcelado 204,297 individuos desde el 1 de octubre de 2024 al 12 de junio de 2025, de los cuales el 65% (133,687) no son criminales convictos y más del 93% nunca ha sido condenado por ninguna forma de violencia. Para justificar la paliza, el improperio, el abuso y el desprecio por gentes de otros orígenes y lengua, los peones del candidato al Nobel de la Paz “no doméstico” alteran definiciones y recurren a la verdad alternativa, su tradicional instrumento. Alfred Nobel, inventor y empresario sueco, dejó en su testamento, entre otros, los criterios para otorgar el Premio Nobel de la Paz “a aquel que durante el año anterior haya conferido el mayor beneficio a la humanidad”. Mientras la ganadora del Nobel de la Paz, María Corina Machado, viene luchando por una transición pacífica de la dictadura a la democracia, aquel que ahora denigra el Nobel de la Paz porque se le escapó ejerce todo su poder para convertir una democracia en una dictadura, la paz en una de mazmorras y sepulcros. La semana última fue el manjar de la codicia y la egolatría, donde el sur de las Américas se ha tenido que aguantar el trasero del norte. Y cuando la miel se estropea. La urgencia de resolver una crisis obedecía a la precipitación inestimable de la fecha de la elección del Nobel de la Paz, cuya decisión ya se había tomado el mes anterior. La apurada búsqueda en las apiñadas páginas del calendario gregoriano se confundía con las repetidas instrucciones de cómo colgarse la medalla de cartón pintada de oro, con la efigie de Alfred Nobel y otras técnicas de extorsión. Pura y dura estrategia del gato muerto. El resultado: la Tierra no se movió alrededor del Sol. El lunes, con prepotencia acostumbrada, la pregunta de la periodista: “Con este intercambio de secuestrados y prisioneros, ¿se acaba la guerra en el Medio Oriente?”, es brutalmente sepultada. “¡No entendiste, no entendiste que se acabó la guerra!”. Bastó un día para que Israel acusara a Hamás de violación al cese de fuego. Desafortunadamente, la guerra no se acabó; sus raíces no son solo milenarias, sino profundas, y solo podría variar cuando se reconozcan dos Estados y otras cositas. Y eso lo sabe Netanyahu. Y Trump también lo sabe. El lunes, a 738 días de salvaje cautiverio, hay más odio y deseos de venganza entre los que quedan rumiando sus muertos entre las ruinas de Gaza, que entre los que se duelen, enfurecidos, porque no se les han regresado sus muertos. Más odios y venganzas entre los que prepararon durante muchos años extensos túneles excavados debajo de escuelas, hospitales, iglesias y residencias. Más dolidos y enfuLa falta de acceso a agua potable, servicios de salud, educación de calidad o energía limpia se ve agravada por fenómenos climáticos extremos que amenazan los medios de vida, la seguridad alimentaria y el bienestar. Bettina Woll Mientras María Corina empuña y levanta orgullosa la bandera de Venezuela, su patria ultrajada, Donald Trump la levanta para hacer un puño amenazante frente a sus multitudes, embriagadas de los lodos de odios que solo engendran asesinatos y crímenes desde sus propios úteros. Espina bífida: la conciencia que cambia destinos Día Mundial La espina bífida es un defecto del tubo neural. En las primeras semanas de embarazo, la columna del bebé no se cierra por completo y deja expuesta la médula o sus membranas. Sus formas van desde la oculta (frecuente y muchas veces asintomática) hasta meningocele y mielomeningocele, esta última, la más compleja, con impacto neurológico, urológico y ortopédico. La espina bífida es uno de los defectos congénitos más frecuentes a nivel mundial. Es multifactorial porque influyen la genética, ciertas condiciones y, sobre todo, la deficiencia de ácido fólico. La buena noticia: hasta un 70% de los casos podrían prevenirse si las mujeres que planean embarazo toman ácido fólico uno o dos meses antes de concebir y durante el primer trimestre. En Panamá tenemos avances que nos deben enorgullecer y retos que nos deben comprometer. En la Ciudad de la Salud, el Hospital de Especialidades Pediátricas acompaña con sondas uretrales a más de 200 niños con espina bífida que se encuentran registrados en Panamá. En 2023, la Caja de Seguro Social realizó las primeras cirugías intrauterinas por espina bífida; hoy, esos niños caminan sin órtesis y no desarrollaron hidrocefalia. La Fundación Zero Límite promueve la concientización sobre el tema, en especial sobre la importancia del ácido fólico en mujeres en edad reproductiva. Pese a estos logros, el reto es consolidar un modelo de atención continua, multidisciplinaria e integral que acompañe a cada niño y su familia. En Panamá, de cada 10 mil nacimientos, 2–3 historias comienzan con espina bífida, un reto que podemos prevenir y acompañar. No es un número lejano: son bebés a los que podemos ayudar con prevención, tamizaje prenatal y acceso a ultrasonidos de alta resolución. Como ciudadanía, nos toca exigir información clara en los centros de salud, promover el ácido fólico desde las escuelas y apoyar la accesibilidad a insumos médicos especializados y necesarios para el tratamiento constante de personas con esta condición. La espina bífida no se combate solo en quirófanos: se enfrenta con conciencia, anticipación y comunidad. Cada 25 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Espina Bífida y la Hidrocefalia: una oportunidad para informar, apoyar y sumar voluntades. Que no pase como una fecha más: que sea el recordatorio de que, a tiempo, sí se puede. LA AUTORA es miembro de la Fundación Zero Límite e integrante de Ciencia en Panamá. Mariana León Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Subdirector Asociado Rolando Rodríguez B. Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. 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