8A La Prensa Panamá, martes 14 de octubre de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. En Panamá, el uso de macroinvertebrados acuáticos como bioindicadores comenzó en la década de 2000. El índice biótico BMWP/PAN fue calibrado y validado por Cornejo et al. (2017); posteriormente se desarrolló el Protocolo de biomonitoreo para la toma adecuada de muestras (Cornejo et al., 2019) y la Guía de identificación de invertebrados acuáticos para su correcta aplicación (Cornejo et al., 2023), de las cuales tengo el honor de ser coautora. Estas herramientas científicas fueron desarrolladas en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y se aplican en CONTAGRISA para evaluar la calidad del agua. La crisis del río La Villa, en Azuero, afectado por residuos agroindustriales, heces humanas, desechos porcinos y agroquímicos, es un ejemplo de esta urgencia científica. En junio de 2025, la contaminación del río obligó a suspender las operaciones de cuatro plantas potabilizadoras, afectando a más de 200 mil personas. Este proyecto es mucho más que una experiencia educativa: es un esfuerzo por generar conocimiento útil para la comunidad y una herramienta para crear conciencia sobre los riesgos de la contaminación hídrica. Panamá necesita más jóvenes que comprendan estas complejas relaciones y propongan soluciones informadas y responsables. Como mentora científica y panameña que cursa un posgrado en Contaminación y Toxicología Ambiental en la Universidad del Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Cuando la buena intención tropieza con la mala compañía Villa diplomática puesta del Gobierno, enfocada en presentar a las participantes como víctimas de un ataque mediático, distorsiona el sentido del debate: no se trata de sus intenciones personales, sino de la ética pública que debe regir los actos del poder. Según declaraciones del propio mandatario, la remodelación fue adjudicada por más de $7 millones. Aunque el proyecto fue objeto de licitación pública y existen pliegos y especificaciones técnicas, lo cuestionable no radica en el procedimiento formal, sino en las justificaciones del costo, que, a simple vista, resultan desproporcionadas. Si se toma el monto declarado y se aplica al área visible del edificio, hablamos de aproximadamente $4,500 por metro cuadrado. ¿En qué país del mundo cuesta tanto recuperar paredes viejas? Esa cifra supera incluso los estándares de construcción nueva de lujo, lo que convierte la “restauración patrimonial” en una joya arquitectónica… al menos en el papel del presupuesto. Aún más contradictorio resulta que el propio Gobierno ha insistido en que el país se encuentra en una “contención del gasto”. Y más inquietante aún es que el supuesto contratista —de nombre discreto, pero de historial conocido— ya ha sido beneficiado con otras contrataciones envueltas en polémicas. El patrón se repite: los mismos nombres, las mismas fórmulas, los mismos silencios. En este momento, el contrato debe esRamsés Paulette Dopeso Ciencia y juventud: cuando la esperanza se escribe con datos Educación Hablar de educación científica en Panamá puede parecer un lujo. Hoy es una necesidad urgente. En los últimos meses, el país ha vivido protestas sociales que han paralizado actividades en muchas comunidades, escuelas y centros de investigación. En octubre de 2023, manifestaciones masivas contra el contrato minero con First Quantum Minerals bloquearon vías principales del país, hasta que la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional la Ley 406 en noviembre de ese año. Temas como la crisis en la Caja de Seguro Social y el debate sobre el contrato minero han movilizado a la sociedad. A pesar de esos bloqueos y dificultades, hubo jóvenes que se mantuvieron fervientemente avanzando. Uno de ellos es Ángel Machuca, mi “mentee”. Ángel tiene 16 años, vive en Chiriquí y participa en el programa Jóvenes Científicos de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). Este programa busca fomentar el contacto directo con la investigación científica, desarrollar habilidades de estudio e incentivar vocaciones científicas y tecnológicas, siempre con el acompañamiento de un mentor. Desde febrero de 2025, acompaño a Ángel en el proyecto CONTAGRISA, que investiga la calidad del agua del río San Félix y la playa Las Lajas a partir de indicadores biológicos —como macroinvertebrados acuáticos— y análisis fisicoquímicos, bajo el enfoque One Health, que integra la salud del ambiente, los animales y las personas. País Vasco (España), mi rol trasciende la revisión de informes. Gracias al programa de Senacyt, puedo transmitir a Ángel el conocimiento que adquiero, adaptándolo para que tenga impacto en su entorno local. Juntos discutimos resultados, compartimos hipótesis, aprendemos a identificar invertebrados bioindicadores e interpretamos datos bajo estándares científicos. Ángel no solo recibe información: cuestiona, propone y comunica. Nuestro acompañamiento ha persistido a pesar de los desafíos del país, los bloqueos y las limitaciones logísticas. Ángel me dijo con convicción durante una reunión: “Ser joven en Panamá no es fácil, pero no todo está perdido. Yo puedo lograr un cambio, aunque sea pequeño”. Esa certeza, modesta pero poderosa, demuestra que la curiosidad y el compromiso pueden vencer la incertidumbre. Gracias al programa Jóvenes Científicos, Ángel desarrolla competencias científicas y descubre su voz como agente de cambio. Desde esta experiencia concreta y local se siembra una visión de país que apuesta por el conocimiento y la acción responsable. Hace algunos años escribí en esta misma columna que quería ser científica. Hoy reafirmo esa vocación, reconociendo que no estoy sola. Hay toda una generación que comparte ese sueño. La educación científica no es un privilegio, sino un derecho y una herramienta fundamental para que las nuevas generaciones enfrenten desafíos tan urgentes como el cambio climático, la seguridad alimentaria y las enfermedades emergentes. Jóvenes como Ángel están demostrando con hechos que, pese a las dificultades, la ciencia y la educación son motores para el cambio, y que la esperanza también puede escribirse con datos. Opinión LA AUTORA es egresada del Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana 2019. EL AUTOR es empresario. tar por ser enviado a refrendo, y como sabemos, es el Contralor quien tiene la última palabra. Sin embargo, también sabemos que hay quienes lo llaman y logran hacerlo cambiar de opinión, moviendo la línea entre lo correcto y lo incorrecto, según convenga. Es allí donde el control se convierte en complacencia y la institucionalidad en una simple formalidad. Por eso, cuando los medios informan que las hijas del presidente estuvieron acompañadas en ese recorrido por un arquitecto condenado en el caso Blue Apple, no están atacando a las jóvenes; están señalando una escena que revela cómo el poder acostumbra a confundirse con la impunidad. Tenemos que comprender que, en la gestión gubernamental, los gestos comunican las decisiones. Y cuando el discurso oficial pretende minimizar los símbolos, la confianza ciudadana se erosiona. No se trata de descalificar a las hijas del presidente, sino de advertir que la transparencia también se mide por las compañías que el poder decide mantener cerca. El verdadero problema no está en el recorrido, sino en el mensaje político que transmite: que los lazos familiares y las afinidades personales pueden moverse libremente dentro del patrimonio público, sin filtros ni explicaciones, mientras la prensa y la ciudadanía quedan relegadas al papel de espectadores incómodos. Porque en política, como en la vida, “dime con quién andas y te diré en qué andas.” Y si el propósito es restaurar edificios, valdría la pena comenzar por las estructuras éticas del propio Gobierno, esas que hoy lucen más carcomidas que las paredes que pretenden rescatar. La participación ad honorem de las hijas del presidente José Raúl Mulino en un recorrido por edificaciones históricas deterioradas no debería, por sí misma, ser motivo de controversia. Se trata de jóvenes profesionales de la arquitectura, deseosas de aportar al rescate patrimonial del país, un gesto que, en principio, merece reconocimiento y no censura. Sin embargo, la controversia no surge por sus intenciones, sino por los antecedentes y las compañías presentes en dicho recorrido, entre ellas, un arquitecto condenado por corrupción en el caso Blue Apple. El hecho de que la actividad haya sido promovida y divulgada desde cuentas oficiales del Gobierno le otorga un carácter institucional que exige mayor rigor y prudencia en la elección de quienes participan. El Gobierno ha querido reducir la discusión a una supuesta campaña mediática contra las hijas del presidente Mulino, presentándolas como víctimas del exceso de celo periodístico por el simple hecho de recorrer —ad honorem— una edificación pública deteriorada. Sin embargo, el fondo del asunto no radica en la buena intención de dos jóvenes arquitectas, sino en la opaca compañía y el oscuro contexto del proyecto que las rodea. La prensa —particularmente La Prensa— no cuestionó la vocación de servicio de las hijas del presidente. Lo que señaló, con razón, fue, basado en dichos antecedentes, el mensaje equivocado que transmite la presencia de una persona con antecedentes penales en una actividad oficial. La resÁngel Machuca me dijo con convicción durante una reunión: “Ser joven en Panamá no es fácil, pero no todo está perdido. Yo puedo lograr un cambio, aunque sea pequeño”. Alisson Guerra El Gobierno ha querido reducir la discusión a una supuesta campaña mediática contra las hijas del presidente Mulino, presentándolas como víctimas del exceso de celo periodístico por el simple hecho de recorrer —ad honorem— una edificación pública deteriorada. Las hijas del presidente Ética pública Es una muestra de cobardía mediocre, que revela la incapacidad argumentativa de quienes lo han hecho, utilizar un viejo video de las hijas del presidente —con un personaje siniestro del caso Blue Apple al fondo— para implicarlas en unos “supuestos” que, como novela mediocre, podrían tener algún sentido, pero que en la vida real solo nos distraen del verdadero fondo del asunto: las formas de la corrupción. El despacho de la Primera Dama, como muchas de las costumbres “sociopolíticas” que tenemos en nuestro país, es una herencia de Estados Unidos. Es tan ridículo como una monarquía tener a la esposa del presidente ocupada en menesteres sociales que ya el propio Estado debería atender. Se trata de nepotismo barnizado de quehacer institucional, una forma elegante de corrupción. Las hijas del presidente, por muy profesionales que sean, no deben figurar en ningún área gubernamental. Tampoco el hermano del presidente, embajador en Portugal. Por muy capacitados que sean sus amigos, vecinos o familiares para ocupar un puesto, no los nombre. Eso también es nepotismo, botellerismo, robarle al Estado. No solo hay que ser transparente: hay que parecer transparente. Esa moda de políticos que dicen en redes que los viajes institucionales o desplazamientos a ferias y desfiles folclóricos “me los pago de mi bolsillo” solo revela lo poco transparentes que son. El Estado debe correr con esos gastos, pues están reglados y sujetos a fiscalización. Porque, aunque usted los pague, va en representación de una institución o del país. Si usted lo paga, no representa nada más que sus propios intereses. No, las hijas del presidente no deben aparecer dando opiniones sobre ningún área del Estado. Ese es el fondo del asunto. Se votó por su padre; aquí no hay “pack familiar”. Esa es una herencia que no nos corresponde. Es hora de avanzar hacia una sociedad madura, que haga las cosas como deben hacerse, y no impuestas por viejos amos que regresan para reclamar lo suyo. EL AUTOR es escritor. Pedro Crenes Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Subdirector Asociado Rolando Rodríguez B. Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón
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