6A La Prensa Panamá, sábado 11 de octubre de 2025 Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha proclamada para promover la conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en su apoyo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente, y contribuir a la mejora de su comunidad”. Además, la organización recuerda que es un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. Con motivo de esta conmemoración, conversamos con el psicólogo panameño Edwin Solís, quien compartió recomendaciones prácticas para cuidar la salud mental y mantener el equilibrio emocional en la vida diaria. ‘Hay que dejar de vivir en automático’ Para Solís, cuidar la salud mental comienza por el autoconocimiento. “Es necesario conocerse principalmente, entender y comprender quiénes somos y qué queremos hacer en este mundo, evaluar nuestro diario vivir, lo que nosotros somos día tras día, rompiendo el esquema de vivir en automático”, expresó. El especialista, quien labora en el Ministerio de Salud, en la Oficina Nacional de Salud Integral para la Población con Discapacidad, explicó que muchas personas viven sin darse cuenta de si su salud mental está sostenida o deteriorada. Además del autoconocimiento, resaltó la importancia de mantener hábitos saludables como realizar actividad física, tener una alimentación equilibrada y evitar el consumo de drogas legales e ilegales. Gestionar el estrés y reorganizar la vida El psicólogo destacó que aprender a gestionar el estrés es clave para preservar el bienestar emocional. “Primero, con una modificación de los pensamientos y lo otro es hacer una reestructuración de vida si es necesario”, apuntó. También habló sobre una herramienta que se utiliza con frecuencia: las esferas de la vida, un ejercicio de reflexión que permite evaluar diferentes áreas personales —física, emocional, espiritual, financiera, laboral, familiar y social— para identificar qué aspectos requieren atención o cambio. “Tome una hoja en blanco, coloque en el centro la inicial de su nombre, y alrededor varias esferas: trabajo, amor, familia, vida personal. En cada una describa cómo se siente, qué necesita modificar, qué debe hacer. Eso nos permite saber dónde estamos y hacia dónde vamos”, explicó Solís. Según el especialista, estas técnicas ayudan a evitar que los problemas no resueltos se acumulen hasta formar una “gran bola de nie- ‘Hay que dejar de vivir en automático’, aconseja el psicólogo Edwin Solís SALUD MENTAL ve” que termine afectando gravemente la salud mental. “Ahí es donde nuestro cuerpo colapsa y no podemos lidiar con la vida, y aparecen pensamientos de ‘para qué seguir viviendo’”, advirtió. El valor de una red de apoyo Solís también resaltó la importancia de contar con una red de apoyo. “¿Qué es una red de apoyo? Un amigo, una amiga, mi papá, mi mamá, mi tía, mi tío, mi novio, mi novia. Cualquier persona que esté en tu entorno, que te edifique y te ayude”, describió. Subrayó que “la vida es sinónimo de problemas. No podemos controlar lo que ocurre, pero sí podemos controlar cómo procesamos lo que ocurre. Por eso, herramientas como las esferas de la vida son fundamentales para saber qué debemos hacer”. Buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad El psicólogo insistió en que acudir al especialista en salud mental es una forma de prevención, no un acto de vergüenza. “Es mejor entender el sufrimiento que sufrir por él”, afirmó. Tras la pandemia de la covid-19, considera que el tema de la salud mental se percibe de manera distinta, aunque aún queda mucho por sensibilizar. “Antes era un asunto aislado, al que no se le prestaba atención. Había ese tabú de que ir al psicólogo era algo malo o bochornoso, pero ya no. Sin embargo, necesitamos fortalecer la prevención. No espere a colapsar: vaya al psicólogo, al especialista en salud mental, porque ahí tendrá las herramientas adecuadas para seguir viviendo. No se trata de una vida perfecta, sino de una vida saludable llamada salud mental”, manifestó. Solís dijo que, independientemente de las circunstancias, las personas deberían acudir al psicólogo como prevención. “Quizás hoy no lo necesite con urgencia, pero el psicólogo le puede dar las herramientas para el futuro”. Y añadió: “La relación más larga que usted va a tener en su vida será con usted mismo. Si no se siente cómodo con su vida, si se identifica con lo que hemos mencionado, es fundamental que tome la decisión. En Panamá hay muchos psicólogos preparados para ayudarle. No espere más. Quizás el próximo año, cuando conmemoremos esta fecha, pueda decir: ‘Fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida’”. Fotografía de Ascanio (con el brazo extendido) antes de lo que alcanzara la bala que acabó con su vida. Tomado del libro ‘El 9 de enero de 1964: lo que no me co ntaron’. Archivos Nacionales de Estados Unidos La lucha por un asta sin bandera: Declaración Moreno-Bunker José Rodríguez [email protected] Getzalette Reyes [email protected] PONLE LA FIRMA Los estudiantes del Instituto Nacional se enteraron de que en la secundaria de Balboa había una bandera estadounidense ondeando sin la panameña, lo cual ya no era permitido. Entrando en enero de 1964, la bandera estadounidense que siempre ondeaba en el asta de la secundaria de Balboa ya no estaba allí. El presidente Chiari de Panamá y Kennedy de Estados Unidos (EUA) habían acordado que se levantarían ambas banderas en la Zona del Canal y en lugares específicos, tratando de apaciguar las manifestaciones que se habían visto durante la Operación Soberanía (1958) y Siembra de Banderas (1959). El gobernador de la zona, Robert Fleming Jr., decidió y ordenó que no se podía izar ninguna bandera en las escuelas. Pero los estudiantes de la secundaria de Balboa estaban furiosos. El asta de su escuela estaba vacía. Se organizaron, protestaron afuera de la escuela y decidieron izar su bandera, aún con las prohibiciones. Las autoridades la bajaron una primera vez, pero una persona de la zona les pasó una bandera más pequeña. Los estudiantes la subieron y se quedaron toda la noche vigilándola para que nadie la bajara. Los estudiantes del Instituto Nacional se enteraron de que en la secundaria de Balboa había una bandera estadounidense ondeando sin la panameña, lo cual ya no era permitido. Así que se organizaron también y llevaron la bandera desde el Instituto hasta la secundaria de Balboa. Fueron alrededor de 200 estudiantes de diferentes escuelas. Al llegar, dejaron pasar a seis. Había alrededor de 30 estudiantes estadounidenses bloqueando el asta y cientos alrededor. Los institutores exigían que se levantara su bandera, y los de Balboa respondieron cantando su himno nacional. El jefe de seguridad ordenó a los policías que devolvieran a los estudiantes panameños con el resto, pero en el forcejeo, la bandera panameña se rasgó. Regresaron furiosos, protestando y lanzando piedras. Cuando llegaron a la ciudad, le contaron a la gente y las protestas se extendieron. Las transmisiones de radio hicieron que creciera la indignación y la violencia. A las 7:59 p.m. el gobernador interino de la Zona del Canal solicitó al Ejército de Estados Unidos intervenir para retomar el control. Ascanio Arosemena, un joven exalumno del Instituto Nacional, fue a socorrer a sus antiguos compañeros cuando se enteró de la noticia. Mientras ayudaba a caminar a Roberto Hurtado, con un brazo sobre sus hombros, fue alcanzado por una bala que perforó su pulmón y aorta. Ascanio fue el primero de los 22 panameños que morirían en esos días. El presidente Chiari, a pesar de sus relaciones familiares y económicas con Estados Unidos, tomó la decisión de romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, y de no restablecerlas hasta que se negociara un nuevo tratado. En ese momento, Chiari llamó a su adversario político y candidato presidencial, Miguel Mike Moreno. Mike lo había criticado abiertamente, pero había sido canciller (Ministro de Relaciones Exteriores), así que conocía de cerca los temas de tratados, leyes y presiones estadounidenses. Chiari le pidió dejar las diferencias a un lado y trabajar juntos por una solución para Panamá. Mike aceptó y fue designado como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, donde podía negociar directamente con los estadounidenses. En una de las sesiones, Moreno pronunció su discurso “Yo acuso”, señalando a Estados Unidos como responsable de las agresiones en Panamá. Y aunque en un inicio Ellsworth Bunker, representante estadounidense, rechazó su postura, eventualmente ambos lograron un acercamiento. De allí nació la Declaración Moreno–Bunker, mediante la cual ambos países acordaron nombrar embajadores especiales para eliminar las causas del conflicto y trabajar por un tratado más justo y equitativo. Ese paso abrió el camino a un largo proceso diplomático que, más de una década después, culminaría con los Tratados Torrijos–Carter, los que finalmente devolvieron el Canal a los panameños. El Día Mundial de la Salud Mental destaca la importancia del bienestar mental. Pixabay Panorama
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