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2A La Prensa Panamá, martes 30 de septiembre de 2025 Vista general de la villa diplomática. Anel Asprilla La villa diplomática y el costo de su restauración. ‘Yo construí un edificio de siete pisos por la misma cantidad’ Ereida Prieto-Barreiro [email protected] La Prensa entró a la villa diplomática y constató su abandono. Aunque el deterioro es evidente, diputados cuestionan gastar $7.1 millones en canchas, piscina y salones, en plena austeridad y con urgencias sociales pendientes. Finalmente, un equipo de La Prensa pudo ingresar a la villa diplomática, el histórico caserón de madera en Quarry Height, Ancón, que será rescatado, rehabilitado y ampliado por el Ministerio de la Presidencia, a un costo de $7.1 millones. El deterioro y abandono es evidente. La que fuera antigua residencia de los jefes del Comando Sur estadounidense ahora tiene paredes agrietadas, carcomidas y desgastadas; los vidrios de las ventanas están rotos; hay techos desprendidos; el agua de la piscina —que se construyó en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014)— está sucia y presenta un color verde; la cancha de tenis está cubierta de moho; los jardines son pura maleza, y no hay mobiliario. En una habitación hay una torre de cinco colchones viejos; en otra hay sillas y mesas utilizadas como barricadas, para bloquear el paso. Una de las puertas laterales que conecta con el patio estaba destrozada. Tampoco se podía ingresar a la terraza, con vista al Puente de las Américas, ni a la cocina; mucho menos al segundo piso, ya que la puerta que conduce a las estancias superiores estaba cerrada. La casa de huéspedes muestra igual semblante: todo sucio, gastado o en mal estado. La diputada Grace Hernández, quien además es arquitecta, acompañó a La Prensa en este recorrido. Se mostró apenada por encontrar un inmueble con tanto valor histórico en semejante abandono. No obstante, el costo de los trabajos le parece exagerado. “Yo construí un edificio de siete pisos por la misma cantidad que hoy quieren gastar en este caserón abandonado. Nadie lo usa, lo que demuestra que no se necesita”, señaló Hernández. Tampoco se sabe qué hará el Ministerio de la Presidencia con ese inmueble, una vez sea rescatado. La Prensa ha intentado que el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, responda esa y otras preguntas, sin éxito hasta ahora. La empresa y las ‘botellas’ Los trabajos de restauración fueron adjudicados la semana pasada a Construction Management Group Inc. (CMG). La empresa ya está a cargo de la construcción del Hospital de Mascotas, que costará $14.1 millones, y, además, el Ministerio de Cultura le otorgó un contrato directo para restaurar iglesias en Colón, por $12.2 millones. Si el contrato de la villa diplomática es refrendado por el contralor Anel Flores, CMG se habrá adjudicado trabajos por $33.4 millones en lo que va de 2025. La semana pasada, cuando el ministro Orillac acudió a la Asamblea Nacional a sustentar su presupuesto para el año 2026, defendió el millonario rescate de la villa. Aunque admitió que el país “está en un momento de austeridad”, aseguró que los trabajos serán costeados con los “ahorros” generados por la eliminación de contratos de “botellas” y la reducción del alquiler de oficinas. Orillac no precisó cuántas botellas había en el Ministerio de la Presidencia y el monto de sus salarios, que no debe ser insignificante, teniendo en cuenta que la remodelación en Quarry Heigth costará $7.1 millones. ¿Transparencia? Pero, ¿cómo llegó La Prensa a la villa diplomática? El 15 de septiembre pasado, este medio informó sobre los planes y el costo de la restauración. Dos días después, ante la insistencia de este medio, una fuente ligada a la Presidencia prometió que se organizaría una visita guiada a la villa. No se supo más del asunto. En la mañana de este lunes 29 de septiembre, un equipo de La Prensa decidió presentarse en la villa. Lo hizo en compañía de los diputados Betserai Richards y Grace Hernández, de la bancada Seguimos. Cuando el grupo llegó a la entrada de la villa encontró que ahí estaba la directora de Relaciones Públicas del Ministerio de la Presidencia, Astrid Salazar, con un periodista de otro medio de comunicación. Se disponían a hacer aquel recorrido que la fuente de la Presidencia prometió a La Prensa y que nunca se agendó. Salazar y el otro medio se marcharon, y La Prensa se quedó en el inmueble, con los diputados Richards y Hernández. Cancha, piscina y salones de lujo Los diputados criticaron duramente algunos de los rubros del proyecto y el monto asignado a esos trabajos: más de $1.1 millón en trabajos de arquitectura e interiorismo; $693 mil en la habilitación de oficinas; $834 mil para construir dos “salones presidenciales”, y $615 mil en la construcción de una cancha de tenis y un “pabellón”, entre otros. Durante la sustentación en la Asamblea, Orillac afirmó que “la cancha de tenis ya existe”, pero omitió mencionar que se planea demolerla para construir ahí un estacionamiento soterrado de 607 metros cuadrados (a un costo $792,513). Ahora se hará una nueva cancha de tenis en la azotea. Richards ironizó durante el recorrido. “¿Quién se va a bañar en esa piscina? ¿Quién va a disfrutar de esa cancha de tenis? ¿Ministros o diputados? Mientras tanto, en el país hay escuelas pendientes de mantenimiento y licitación”, señaló. “Como profesional, me llama la atención que se destinen $7 millones para restaurar una estructura que está abandonada. Nadie la usa, lo que demuestra que no se necesita. ¿Cuál es el interés de invertir semejante cantidad en algo superfluo cuando las prioridades obvias son salud y educación? Hoy hay panameños reclamando que sus hijos no tienen ni siquiera internet en la escuela”, añadió Hernández. La villa ya fue remodelada en el gobierno de Martinelli. Entonces se construyó la piscina, una terraza techada y un muro que sobrepasaba el límite permitido en esa zona. Los vecinos de Quarry Height temen que, con la nueva inversión, la casona vuelva a usarse para “parrandas” de funcionarios y allegados, como -según ellos- ocurrió en el pasado. Fiscalización ciudadana y parlamentaria Durante el recorrido, los diputados escucharon los reclamos de los vecinos, que exigieron una mayor fiscalización de los fondos públicos y cuestionaron la falta de transparencia y de consulta ciudadana. “Se trata de cumplir nuestro rol de fiscalizar. Si hay que ahorrar, que sea para invertir en el panameño, en cosas que traigan beneficios reales, no en áreas recreativas que en este momento no se necesitan”, remarcó. Hernández, desde su doble rol de diputada y arquitecta, pidió al Ejecutivo replantear la inversión. “Vamos a pelear para que el dinero de todos los panameños no se destine a lujos innecesarios, sino a lo que verdaderamente urge”, enfatizó. Vecinos de Quarry Heights conversan con los diputados Betserai Richards y Grace Hernández. Anel Asprilla Casa de huéspedes. Anel Asprilla Suscríbete www.prensa.com Síguenos twitter.com/prensacom Comenta facebook.com/prensacom Panorama UI UNIDAD INVESTIGATIVA

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