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6A La Prensa Panamá, martes 9 de septiembre de 2025 Panorama De acuerdo con cifras oficiales, el cuarto de urgencias del Hospital Nicolás A. Solano, atiende en promedio más de 67,000 pacientes al año y, solo en lo que va de 2025, ya ha recibido más de 38,000 personas. Elysée Fernández El hospital que no creció al ritmo de la población: Nicolás A. Solano al límite Aleida Samaniego C. [email protected] SALUD PÚBLICA El hospital de La Chorrera enfrenta el reto de atender a más del doble de la población para la que fue diseñado, con escasez de especialistas y alta demanda de emergencias. El Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, fue inaugurado en el año 2000 para atender a una población de aproximadamente 306,000 personas. Veinticinco años después, la región supera los 650,000 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), lo que ha convertido al hospital en el principal centro de atención de toda la provincia, incluyendo casos de emergencias derivadas de accidentes en rutas hacia el interior del país. La institución cuenta actualmente con 395 camas, y el año pasado se registraban 193 médicos en toda Panamá Oeste, según datos de la Contraloría General de la República, cifras que evidencian la presión sobre la infraestructura y el personal sanitario. Como hospital de segundo nivel, Nicolás A. Solano comenzó ofreciendo servicios básicos de pediatría, ginecología, cirugía, medicina general y medicina familiar. Sin embargo, estos servicios resultan insuficientes frente al crecimiento poblacional y a la complejidad de las emergencias que se presentan diariamente. La demanda excede con frecuencia la capacidad instalada, y muchas familias llegan con angustia y miedo, buscando atención inmediata para sus seres queridos. La médico salubrista y directora ejecutiva nacional de Servicios y Prestaciones en Salud del Ministerio de Salud (Minsa), Yelkis Gill, señaló que la institución carece actualmente de especialistas clave, entre ellos cardiólogos, gastroenterólogos y neonatólogos. Esta última subespecialidad es especialmente crítica, pues requiere años de formación y es vital para la atención de recién nacidos en situaciones de riesgo. La falta de profesionales ha tenido consecuencias trágicas. Recientemente, una madre y sus dos bebés debieron ser trasladados al Hospital Santo Tomás, en ciudad de Panamá, debido a la ausencia de neonatólogos en Nicolás A. Solano. Los tres pacientes fallecieron. Este caso, que ha conmocionado a la comunidad, se encuentra bajo investigación del Minsa y del Ministerio Público, y evidencia la vulnerabilidad del hospital ante la combinación de infraestructura limitada y escasez de especialistas. Gill explicó que la situación refleja las limitaciones de la planificación inicial del hospital, que no previó el rápido crecimiento poblacional de Panamá Oeste hasta equipararse con la región metropolitana. “Pese a su ubicación estratégica, la consolidación del hospital como centro de referencia se ha visto dificultada por las renuncias de especialistas y la negativa de algunos médicos a aceptar nombramientos, incluso cuando existen compromisos de formación”, indicó la funcionaria, resaltando que estos desafíos afectan la capacidad de la institución para responder de manera eficiente a la población local. Panamá Oeste exige soluciones Ante esta situación, el Minsa inició una intervención con un equipo nacional multidisciplinario para revisar procesos, optimizar funciones y reforzar recursos humanos. Además, se están realizando mejoras en el área de urgencias, que incluyen la ampliación de espacios, la implementación de un triage —proceso de clasificar a los pacientes según la gravedad de su condición— diferenciado para pacientes pediátricos, adultos y embarazadas, así como la coordinación más eficiente con policlínicas y centros de salud para agilizar la referencia de pacientes graves. Actualmente, el servicio de urgencias cuenta con entre 30 y 40 médicos distribuidos en turnos, con 10 médicos en horario matutino, un coordinador de traslados, un médico de triage y personal asignado a trauma y atención general. Aun así, las tardes y noches siguen siendo los horarios de mayor presión debido a la alta incidencia de emergencias. La sobrecarga de pacientes, sumada a la falta de especialistas, genera un escenario complejo que requiere atención inmediata y planificación a largo plazo, comentó Gill. Mortalidad bajo control pero presión constante Aunque sectores de la comunidad han catalogado al Nicolás A. Solano como “hospital de la muerte”, las estadísticas oficiales indican que mantiene un índice de mortalidad hospitalaria inferior al 6% anual, por debajo del promedio esperado. Según Gill, la mayoría de las muertes se relacionan con la gravedad de los pacientes y no con deficiencias en la atención médica. Más allá de la atención inmediata, las autoridades coinciden en que es urgente ampliar los servicios especializados, incluyendo la creación de una Unidad de Cuidados Intensivos neonatales, fortalecer la gestión hospitalaria y garantizar la formación y permanencia de especialistas en la región. Actualmente, el hospital atiende entre 60,000 y 70,000 pacientes al año, tanto asegurados como no asegurados, lo que evidencia la necesidad de una visión estratégica que contemple nuevas infraestructuras, unidades críticas y un incremento sostenido de profesionales. Durante un recorrido por el cuarto de urgencias, la unidad de cuidados intensivos, las salas de medicina general, maternidad y otras áreas del hospital, el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, conversó con pacientes que esperaban atención médica. Anunció un proceso de intervención en la infraestructura del hospital, que incluye pintura de la fachada, instalación de aires acondicionados tipo split, ampliación del Cuarto de Urgencias y la construcción de un nuevo Hospital Materno Infantil, con lo que se pretende aumentar la disponibilidad de camas y mejorar la atención. No obstante, no se especificó el equipamiento de insumos médicos, medicamentos o asignación de personal, un problema que persiste desde hace varios años. La institución aseguró que, ante los múltiples casos de presunta negligencia médica, se mantienen reuniones con el personal para elevar la calidad de los servicios y prevenir situaciones que puedan afectar a los pacientes. De acuerdo con cifras oficiales, el cuarto de urgencias atiende en promedio más de 67,000 pacientes al año y, solo en lo que va de 2025, ya ha recibido más de 38,000 personas. Boyd Galindo destacó la importancia de mejorar la calidad de la atención en el sistema de salud pública y aseguró a los pacientes: “Si los están tratando mal, van para afuera”, refiriéndose al personal que no brinde la atención debida a quienes buscan asistencia médica. El Hospital Nicolás A. Solano es un reflejo del desafío que enfrenta Panamá Oeste: garantizar atención médica de calidad en medio de un crecimiento poblacional acelerado. La infraestructura, la escasez de especialistas y la alta demanda de pacientes requieren soluciones inmediatas y sostenibles. Mientras para la comunidad, cada hora de espera y cada especialista disponible son la diferencia entre la vida y la muerte, y solo con planificación, inversión y compromiso humano podrá el hospital cumplir plenamente su misión de cuidar a quienes más lo necesitan. Acusaciones de injerencia china, mayor cooperación en seguridad y hasta la presión para permitir el tránsito gratuito de buques por el Canal de Panamá. En ese tablero, la neutralidad panameña navega en un escenario desafiante, particularmente tras las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde finales de 2024. Con ese panorama, diplomáticos, académicos y expertos participaron ayer en el foro “La Neutralidad: una perspectiva desde Panamá, Suiza y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja”, organizado por la Cancillería panameña. Suiza, reconocida por haber sobrevivido como país neutral en las dos guerras mundiales del siglo XX y por mantener esa condición hasta hoy, expuso su experiencia en el Palacio Bolívar. El jefe de misión adjunto de Suiza en Panamá, Costa Rica y Nicaragua, Vincent Laurent Guigner, explicó que la neutralidad helvética no es sinónimo de pasividad. “Ser neutral para Suiza no significa ser indiferente a lo que pasa en el mundo”, subrayó. Recordó que su país cuenta con un ejército para la defensa de su soberanía y, a la vez, ha tomado posiciones frente a violaciones flagrantes del derecho internacional, como las sanciones económicas que impuso contra Rusia tras su invasión a Ucrania. Desde la academia, el catedrático de derecho internacional público, Enrique Illueca, explicó los alacances de las violaciones al derecho internacional. “El uso de la fuerza, y la amenaza de usarla, constituyen un ilícito internacional”, no obstante, hizo la salvedad de su uso en cuestiones de defensa de las naciones o como prerrogativa del Consejo de Seguridad de la ONU para el mantenimiento de la paz. Asimismo, resaltó la Carta de las Naciones Unidas como el “pacto constitutivo del género humano”, y en consecuencia, la necesidad de garantizar su cumplimiento. El catedrático ha sido crítico del memorándum de entendimiento firmado entre el ministro de Seguridad Tablero de riesgos: cómo aplicar la neutralidad en un juego de perder-perder FORO panameño, Frank Ábrego y el secretario de defensa — ahora ‘secretario de guerra’— de Estados Unidos, Pete Hegseth, que amplió la cooperación de seguridad entre ambos estados, tras fuertes presiones de la Casa Blanca por retomar el control del Canal de Panamá. Presión y amistad En una breve aparición ante los medios de comunicación, el vicecanciller Carlos Hoyos Boyd, quien recién regresaba de una gira por Asia con el presidente de la República, José Raúl Mulino, se refirió a la neutralidad panameña luego del evento. Hoyos Boyd señaló que la búsqueda de la adhesión de Brasil y Japón al Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá es parte de la estrategia de Cancillería, en la que está incluida Estados Unidos “que es parte importante de esa neutralidad”, detalló. Sobre una posible amenaza al principio de neutralidad que ha caracterizado a la nación panameña desde 1977, Hoyos dijo: “vivimos tiempos impredecibles, nosotros no podemos controlar lo que terceros puedan decir; simple y sencillamente nos mantenemos firmes en nuestra convicción de apoyo al derecho internacional, y esa es nuestra línea”. En el radar de Estados Unidos; las autoridades panameñas sortean el tema de la neutralidad con cautela. A pesar de la búsqueda del apoyo internacional recientemente, este medio reveló que las presiones desde Washington para el tránsito gratuito de sus buques han continuado, mientras oficialmente, ni la cancillería ni el ministros de asuntos del Canal han respondido un cuestionario enviado para dar respuestas claras del panorama. Mario De Gracia [email protected] El evento fue moderado por el viceministro de Asuntos Multilaterales y Cooperación de Panamá, Carlos Guevara Mann. Cortesía ¿Qué son los niveles de atención en salud? Infografía: LP - Fuente: OPS Es el nivel de primer contacto,y es al que la mayoría de población tiene más acceso, permite atender las necesidades más básicas y da una atención más rápida y eficaz,se trata de la prevención de la enfermedad y por procedimientos de recuperación y rehabilitación. Cuenta con establecimientos de baja complejidad, como consultorios, policlínicas, centros de salud, etc. Ofrecen una atención más oportuna en medicina interna, pediatría, gineco-obstetricia, cirugía general y psiquiatría. En este nivel se ubican los hospitales. Atienden problemas escasamente presentados en la sociedad,atienden patologías difíciles que necesitan procedimientos especializados y de una tecnología muy elevada. PRIMER NIVEL SEGUNDO NIVEL TERCER NIVEL

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