6A La Prensa Panamá, lunes 1 de septiembre de 2025 Panorama El examen de certificación médica, una prueba indispensable para acceder al internado y obtener la idoneidad para ejercer la profesión, programado inicialmente para el 30 de agosto, fue postergado hasta el 4 de septiembre debido a una falla tecnológica en el servicio de internet. El Consejo Interinstitucional de Certificación Básica en Medicina del Ministerio de Salud (Minsa), a través de un comunicado, informó que importantes problemas informáticos de última hora, por parte de la empresa encargada del sistema, hicieron imposible la realización del examen por parte de 400 participantes. Por lo tanto, se cambió la fecha de la prueba para el jueves 4 de septiembre en el mismo lugar Hotel Panamá, manteniendo exactamente las mismas condiciones. Este será el primer examen de certificación médica que se realizará con el nuevo puntaje mínimo del 45% para los graduados en medicina que deseen ingresar al Postergan examen de certificación médica debido a una falla tecnológica EDUCACIÓN SUPERIOR internado médico. Esta medida fue formalizada mediante la Resolución No. 1 y publicada el 4 de junio de 2025 en la Gaceta Oficial. Anteriormente, el puntaje mínimo era del 41,5%, según la Resolución No. 3 de 2020. Este ajuste tiene como objetivo elevar los estándares de formación de los futuros médicos, asegurando que los aspirantes cuenten con los conocimientos necesarios para ejercer la medicina de manera competente y segura. Sin embargo, este cambio representa un reto, especialmente al observarse disparidades significativas en los resultados de exámenes anteriores, donde el rendimiento varió considerablemente entre las universidades de origen. En la convocatoria más reciente, efectuada el 10 de mayo de 2025, se presentaron 602 aspirantes, de los cuales solo el 55% aprobó el examen. De manera preocupante, el 45% no alcanzó el puntaje mínimo requerido. Además, entre quienes intentaron el examen más de una vez, la tasa de reprobación ascendió a un alarmante 56%, lo que subraya las dificultades persistentes para algunos estudiantes. Playa de Farallón en la provincia de Coclé. Cortesía de la UTP El 53% de las costas del Pacífico panameño están bajo amenaza Aleida Samaniego C. [email protected] Aleida Samaniego C. [email protected] MEDIO AMBIENTE La erosión golpea con fuerza las costas del Pacífico, donde playas y comunidades ven desaparecer terreno. Científicos urgen acciones de adaptación ante los efectos del cambio climático y la presión de actividades humanas. Las costas panameñas están desapareciendo ante los ojos de la ciencia y de la comunidad local. La erosión, un proceso natural agravado por el cambio climático y por actividades humanas, está transformando la línea costera del Pacífico, donde aproximadamente 900 kilómetros (km), es decir, el 53% de los 1,700 km de esta área, presentan signos claros de desgaste. El aumento del nivel del mar, el oleaje intenso y las tormentas son los principales responsables de este fenómeno, que amenaza playas, ecosistemas y comunidades que dependen del litoral. Esta alerta proviene de un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), con el apoyo del Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología (Cemcit-AIP), quienes desarrollaron el estudio “Estimación de la erosión en la línea costera del Pacífico de Panamá”. La investigación analiza los cambios en la línea costera panameña durante los últimos 20 años, identificando áreas afectadas por erosión y otras donde se ha producido acreción, es decir, ganancia de terreno por acumulación de sedimentos. Gisselle Guerra, investigadora asociada al Cemcit-AIP y coordinadora del Grupo de Investigación de Hidrodinámica Costera (GIHC), explicó que el objetivo del estudio era medir las tasas de erosión y acreción en las costas del Pacífico y comprender los fenómenos que generan estos cambios. “Queremos entender cómo la interacción entre procesos naturales y actividades humanas está modificando nuestras costas. Esto nos permitirá proponer medidas de adaptación efectivas para proteger tanto los ecosistemas como a las comunidades que viven junto al mar”, señaló Guerra. Panamá cuenta con casi 3,000 km lineales de costa, de los cuales 1,700 km corresponden al Pacífico. Según la investigadora, establecer la línea de alta marea en estas áreas es ahora una prioridad, especialmente ante escenarios de aumento del nivel del mar proyectados por el cambio climático. “Estos datos son fundamentales para estimar los efectos sobre los ecosistemas, planificar la gestión costera y fortalecer las estrategias de mitigación”, agregó. Evidencia científica del cambio El estudio se apoyó en imágenes satelitales para analizar cronológicamente la línea costera desde el año 2000 hasta 2020. Además, se realizaron monitoreos en tres sitios de control, utilizando metodologías de perfilado de playa, GPS diferencial y drones, con el fin de medir con precisión los cambios en el terreno. Esta combinación de tecnologías permitió levantar una línea base de erosión y acreción que servirá como referencia para futuros estudios y políticas públicas. Entre los principales hallazgos, los investigadores identificaron zonas con niveles extremos y severos de erosión, como Darién, Chepo, Punta Chame, Natá, Playa El Uverito, Playa Cascajilloso, Las Moradas y Playa El Corozo. Por otro lado, áreas como Tocumen, Islas Cañas y Las Lajas registraron procesos de acreción, mostrando que la dinámica costera varía significativamente incluso dentro de la misma región. Estos datos reflejan un panorama preocupante: la erosión no es un problema aislado, sino un fenómeno extendido que podría afectar la infraestructura, la pesca artesanal y el turismo, sectores esenciales para la economía local. Para las comunidades que viven cerca del litoral, la pérdida de playas y dunas —formaciones naturales de arena que se acumulan debido a la acción del viento— no solo implica riesgo económico, sino también peligro para sus hogares y patrimonio. Ciencia ciudadana y participación comunitaria Unadelasinnovacionesdel estudio ha sido la incorporación de ciencia ciudadana a través de la instalación de la primera estación CoastSnap en Panamá, específicamente en Punta Chame, distrito de Chame, en Panamá Oeste. Esta tecnología permite a los residentes y visitantes tomar fotografías de la costa que luego se integran a la base de datos científica, facilitando el monitoreo continuo de los cambios en el litoral. “La participación de la ciudadanía no solo amplía nuestro alcance de datos, sino que también genera conciencia sobre la importancia de cuidar nuestras costas. Cada imagen ayuda a entender cómo evolucionan nuestras playas frente a tormentas, mareas y actividad humana”, destacó Guerra. El estudio contó con la colaboración de investigadores internacionales, como Vladimir Toro y Carlos Palacio, de la Universidad de Antioquía, Colombia, y de expertos locales como Martín Candanedo y Moisés Lima, de la Facultad de Ingeniería Civil de la UTP. La cooperación permitió integrar diferentes metodologías y tecnologías, fortaleciendo la calidad del análisis y aportando experiencias comparables con otros países de la región. Además, el equipo desarrolló un plan de monitoreo aplicable a ambas costas y la adecuación del Laboratorio Marino Costero en el Edificio de Laboratorios de Investigación e Innovación de la UTP, con el objetivo de consolidar un centro permanente de estudios costeros en Panamá. Esto permitirá seguir evaluando los efectos de la erosión y planificar medidas de adaptación a largo plazo. Vulnerabilidad severa al cambio climático Panamá está clasificado internacionalmente como un país con un nivel de vulnerabilidad severo ante el cambio climático. Así lo evidencia el mapa de índice de vulnerabilidad al cambio climático y el último estudio científico sobre el tema, titulado Desarrollo de una base de datos de Dinámicas Marinas en las costas panameñas, para evaluar impactos y vulnerabilidad por ascenso del nivel del mar. La investigación, liderada por la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente (Miambiente), a través del trabajo técnico y científico del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria, España), alerta que para el año 2050 Panamá habrá perdido zonas costeras e islas por efectos del cambio climático. De hecho, los científicos, luego de revisar y verificar la información, han confirmado que en los próximos años se registrará un ascenso del nivel del mar estimado entre 0.56 y 0.76 metros. Impacto y relevancia para Panamá Aunque el Plan Nacional de Acción Climática (PNAC) de Miambiente reconoce la erosión costera como un efecto del cambio climático, la falta de datos concretos había dificultado la implementación de medidas específicas. Este estudio llena ese vacío y proporciona una herramienta clave para políticas públicas y planificación urbana, especialmente en áreas donde la erosión podría comprometer la seguridad de las personas y la infraestructura. Los resultados también enfatizan la urgencia de adaptación y mitigación frente al cambio climático, como la restauración de manglares, la protección de dunas, la planificación de nuevas construcciones lejos de zonas vulnerables y la educación comunitaria sobre el cuidado del litoral. Para Guerra, los hallazgos no solo tienen un valor científico, sino también humano. “Cada kilómetro de costa que se pierde es un ecosistema que desaparece y una comunidad que queda más vulnerable. La erosión costera afecta a personas, fauna y flora, y nos recuerda que nuestras decisiones de hoy determinarán la resiliencia de Panamá frente al cambio climático”, concluyó. En un país donde la vida y la economía dependen en gran medida del mar, la erosión costera no es un tema lejano, sino una realidad que exige atención inmediata de autoridades, científicos y ciudadanos. La combinación de tecnología avanzada, investigación rigurosa y participación comunitaria ofrece un camino para enfrentar este desafío, pero la acción conjunta será crucial para proteger las costas panameñas de la amenaza que representa la erosión en el siglo XXI. Este estudio se ejecutó entre 2022 y 2025 y fue financiado por varias fuentes. La principal fuente de financiamiento fue la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). La erosión costera en Panamá no es solo un problema ambiental, sino una amenaza directa para ecosistemas, comunidades y la economía del país. La investigación demuestra que la acción conjunta de autoridades, científicos y ciudadanía es esencial para implementar medidas de adaptación y mitigación que protejan las costas y garanticen la resiliencia frente al cambio climático. Histórico del presupuesto Sustentación del presupuesto en dólares Infografía: LP - Fuente: MPSA Erosión extrema afecta varias zonas del Pacífico panameño CERCA DE 900 KM DE COSTA PRESENTAN DAÑOS SEVEROS, PONIENDO EN RIESGO PLAYAS, INFRAESTRUCTURA Y ECOSISTEMAS CRÍTICOS CHEPO PUNTA CHAME NATÁ PLAYA EL UVERITO PLAYA CASCAJILLOSO LAS MORADAS PLAYA EL COROZO Graduados de medicina en el ‘Viva Voz’ para escoger un hospital para realizar su internado. Aleida Samaniego
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