6A La Prensa Panamá, jueves 28 de agosto de 2025 Panamá espera cerrar el año 2025 con una disminución significativa en los casos y muertes por tuberculosis, mediante las estrategias implementadas por el Ministerio de Salud (Minsa) para mejorar el diagnóstico temprano y garantizar un tratamiento oportuno. En 2024, el país reportó 2,353 casos clínicamente diagnosticados y 273 defunciones. Sin embargo, hasta agosto de 2025, los casos registrados suman aproximadamente 1,186, con una tasa de incidencia de 25.96 por cada 100,000 habitantes, y 94 defunciones. Estos datos de Epidemiología del Minsa reflejan una reducción considerable en comparación con el año anterior, lo que apunta a un pronóstico más optimista para el cierre del año. Las regiones con mayor número de casos son la Metropolitana, con 243; Bocas del Toro, con 158; y Panamá Oeste, con 143. A pesar de estos números, Bocas del Toro presenta la tasa de incidencia más alta, de 77.03 por cada 100,000 habitantes, y el mayor número de defunciones, con 22 reportadas hasta la fecha. Edwin Aizpurúa, jefe de la Sección para el Control de la Tuberculosis del Minsa, indicó que el Programa Nacional de Tuberculosis se ha desplazado a todas las regiones de salud para evaluar la atención, el seguimiento de los pacientes y la detección de casos, en concordancia con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca poner fin a la epidemia mundial en el año 2035. Aumento en la capacidad diagnóstica Uno de los factores clave en esta disminución ha sido el aumento en la capacidad diagnóstica. El Minsa ha triplicado el número de pruebas moleculares realizadas, pasando de 3,500 a más de 9,000, lo que ha permitido una detección más eficiente de casos, incluyendo aquellos que no presentaban factores de riesgo evidentes, explicó Aizpurúa. El funcionario enfatizó la importancia de que los pacientes no abandonen el tratamiento, ya que esto puede generar resistencia bacteriana, dificultando el traPanamá prevé disminución significativa de casos de tuberculosis en 2025 DIAGNÓSTICO tamiento y aumentando el riesgo de propagación de la enfermedad. Para este fin, las autoridades resaltaron que el tratamiento es gratuito y disponible en diversas instalaciones de salud. El país ofrece dos esquemas de tratamiento: el estándar de seis meses, que incluye rifampicina, isoniacida, etambutol y pirazinamida, y un esquema abreviado de cuatro meses que combina rifapentina, moxifloxacino, isoniacida y pirazinamida en la fase inicial, seguido de rifapentina, isoniacida y moxifloxacino en la fase de continuación. El Minsa confirmó la presencia de la cepa Beijing de la bacteria Mycobacterium tuberculosis en la provincia de Colón, una variante de la bacteria conocida por su mayor virulencia y capacidad de transmisión. No obstante, descartó una alarma, ya que los esquemas de tratamiento disponibles en Panamá siguen siendo efectivos y permiten controlar la enfermedad en la mayoría de los casos. La cepa Beijing, más común en países asiáticos y en el territorio de la antigua Unión Soviética, se identificó en pacientes de Colón mediante análisis genéticos especializados, realizados con el apoyo del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat). Este esfuerzo local se alinea con el objetivo global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de erradicar la tuberculosis para 2035. A nivel mundial, la OMS reportó 10.6 millones de casos y 1.3 millones de muertes por tuberculosis en 2022, lo que subraya la importancia de continuar con la acción conjunta para combatir esta enfermedad. Anualmente, el cuarto de urgencias del hospital Nicolás A. Solano atiende a unos 67,000 pacientes. Archivo Sin especialistas en el Hospital Nicolás A. Solano: ¿Una crisis que no tiene fin? Aleida Samaniego C. [email protected] Aleida Samaniego C. [email protected] SALUD PÚBLICA La atención en el Nicolás A. Solano ha generado quejas debido a la falta de especialistas y recursos, lo que pone en riesgo a los pacientes, especialmente en urgencias. La Asociación Médica denuncia el abandono institucional y la carencia de equipos adecuados. En las últimas dos semanas, la atención brindada por el personal de salud en el Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste, ha generado múltiples quejas en los medios de comunicación y redes sociales, especialmente de aquellos pacientes que acuden al área de urgencias, lo que pone de manifiesto una crisis que no puede seguir esperando ser resuelta. Ante esta situación, la Asociación Médica Nacional plantea que este hospital ha sido desatendido por el gobierno a lo largo de los años, lo que ha provocado una grave carencia de recursos. Como consecuencia, pacientes en estado crítico deben ser trasladados a la capital para intentar salvar sus vidas, pero muchos mueren en el camino. La presidenta de la Asociación Médica, María Helena Arango, y su vicepresidente, Guillermo Kennion, coinciden en que los traslados se deben a la falta de especialistas y equipos médicos adecuados en este hospital de segundo nivel, que atiende a más de 700,000 personas. Además, consideran inadmisible que no haya un solo cardiólogo en el hospital, dado que las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de morbimortalidad. También denuncian la ausencia de otros especialistas, como urólogos, nefrólogos, endocrinólogos, neonatólogos y médicos de atención primaria, lo que evidencia el abandono institucional. El caso de una joven madre de 29 años y sus dos bebés mellizos, quienes fallecieron el 10 de agosto, ha puesto aún más en evidencia las deficiencias del hospital. La paciente fue inicialmente atendida en el Hospital Nicolás A. Solano, pero debido a la falta de atención neonatal, se gestionó su traslado al Hospital Santo Tomás, donde horas después se confirmaron los fallecimientos de la madre y los bebés. Este suceso ha conmocionado a la comunidad y ha generado interrogantes sobre el manejo clínico del caso. Según el Ministerio de Salud (Minsa), la paciente ingresó al área de urgencias a la 1:37 p.m. con diagnóstico de embarazo gemelar, fiebre de 38.6°C y dolor abdominal de un día de evolución. Fue atendida seis minutos después por medicina general y luego valorada por ginecología y obstetricia. Un ultrasonido determinó una edad gestacional de 31 semanas y cuatro días, con signos vitales estables tanto en la madre como en los fetos. Debido a la prematuridad y a la falta de servicio de neonatología en La Chorrera, se gestionó su traslado al Hospital Santo Tomás, donde llegó en condiciones estables. Sin embargo, horas después se confirmó su fallecimiento junto con el de los bebés. El Minsa no ha detallado las causas de la muerte, y el Hospital Santo Tomás tampoco ha emitido información al respecto. Trampolín político La Asociación Médica de Panamá señala que durante años este hospital ha sido utilizado como trampolín político, con funcionarios que llegan temporalmente para luego ser trasladados a la ciudad capital. También denuncian que los directores de la institución ocupan cargos políticos, lo que genera inestabilidad y falta de continuidad en la gestión. Los directivos de la asociación indican que el hospital no puede seguir esperando y que las autoridades deben actuar con urgencia para enviar al personal especializado, los recursos y el equipo médico necesarios. Cada día que pasa sin acción significa más vidas en riesgo y más familias destruidas por la negligencia institucional. Visita del ministro de Salud al hospital El Ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, visitó la mañana de ayer la sala de urgencias del hospital, tras las múltiples quejas de los pacientes por la atención en este centro hospitalario. Durante su visita, conversó directamente con los pacientes que recibían atención médica, así como con aquellos que se encontraban en la sala de espera, con el objetivo de conocer de cerca sus experiencias y preocupaciones. Boyd Galindo destacó la importancia de mejorar la calidad de la atención en el sistema de salud pública. “Ya no se puede seguir con un sistema de salud pública que no brinde la atención médica necesaria ni la empatía que todo paciente merece”, señaló el ministro. En un tono firme, Boyd Galindo también aseguró a los pacientes: “Si los están tratando mal, van para afuera”, refiriéndose al personal de salud que no esté brindando la atención debida a quienes acuden a buscar salud en estas instalaciones. El 13 de agosto de 2025, un paciente falleció mientras esperaba atención en la sala de urgencias, lo que llevó a que se iniciaran investigaciones administrativas al personal médico que estaba de turno ese día. Anualmente, el cuarto de urgencias del hospital atiende a más de 67,000 pacientes. En lo que va del 2025, más de 38,000 personas han buscado atención en este hospital, según datos del Minsa. La situación del Hospital Nicolás A. Solano se ha convertido en un reflejo de las carencias del sistema de salud pública en Panamá, que afecta a miles de ciudadanos que buscan atención en momentos de emergencia. A pesar de los planteamientos del ministro de Salud y la visita para evaluar la crisis, la falta de especialistas, equipos médicos y recursos sigue siendo una realidad inminente. El Minsa pidió realizarse pruebas diagnósticas si presentan tos persistente por más de dos semanas. Cortesía Panorama
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