4A La Prensa Panamá, viernes 22 de agosto de 2025 Panorama Tal Cual Mónica Palm [email protected] COORDINADOS. En Metetí, fue visto el diputado presidente Jorge Herrera junto al presidente Mulino. Jorge Ricardo Fábrega se debe haber tomado muy en serio aquello de ser el “enlace”, ya que también estaba con ellos. Habría sido una buena idea que Mulino le cediera la palabra a Fábrega para que, en su conferencia de prensa, explicara al país qué problema ha resuelto en la Asamblea o cuál ha sido el resultado de sus interacciones. EXCUSA. El diputado Jorge Herrera ha declarado que desconocía que en su propuesta para reformar la Ley 37 de 2009 se incluía un artículo que aumentaba la dieta de la junta directiva de la Autoridad Nacional de Descentralización. Para colmo, esa iniciativa lo beneficiaría directamente, ya que el presidente de la Asamblea tiene un puesto reservado en dicha junta directiva. Parece que, tras las jubilaciones especiales en la Corte, comienzan a verse réplicas en otros órganos del Estado. ADVERTENCIA. El contralor Anel Flores anunció que presentará dos demandas relacionadas con el contrato de Panama Canal Railway: una contra la extensión de la concesión y otra contra la cesión del contrato a Maersk. Flores sostiene que la Contraloría no refrendó dichos actos. Las demandas serán presentadas ante la Corte. Ojalá los magistrados no decidan pasarle factura por su abierta oposición a la “jubilación dorada” que se estaban preparando, porque no es al contralor a quien van a perjudicar. METICHES. Ayer, Tito Afú hizo una pataleta de niño malcriado porque, según él, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea, Eduardo Vásquez, quería acortar su participación en la sesión. “¡Usted tiene que aprender!”, En Panamá, la investigación científica enfrenta un desafío crucial: la insuficiencia de recursos económicos. Elysée Fernández Recortan $21.3 millones a Senacyt Aleida Samaniego C. [email protected] INVERSIÓN El presupuesto de Senacyt para 2026 se reducirá en $21.3 millones, afectando proyectos estratégicos y asociaciones científicas clave. La inversión en ciencia apenas alcanza el 0.13% del PIB. La falta de recursos ha marcado la historia de la ciencia, y en Panamá esta realidad se repite año tras año. La comunidad científica del país se ha propuesto como meta alcanzar una inversión equivalente al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en ciencia, tecnología e innovación para 2029, pero los recortes presupuestarios proyectados para el próximo año muestran que el país se mueve en dirección contraria. La hoja de ruta trazada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) contemplaba un crecimiento progresivo del presupuesto en un 0.2% del PIB por año, pero el proyecto de ley del Presupuesto General del Estado presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para 2026 refleja un retroceso significativo. Según el documento, la Senacyt pasará de manejar $83.3 millones en 2025 a $61.9 millones en 2026, una reducción de $21.3 millones. El golpe también alcanza al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), que tendrá un presupuesto de $35.3 millones, $4 millones menos que en la vigencia actual. En contraste, la Asamblea Nacional mantendrá su presupuesto sin cambios para 2026, con $98.7 millones, lo que evidencia la prioridad desigual que enfrenta el sector científico. El impacto no es menor. La Senacyt, tiene varias asociaciones interés público (AIP) bajo su paraguas como es el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat), Infoplazas, el Centro Nacional de Metrología de Panamá (Cenamep), Coiba, Investigación Científica Aplicada en Tecnología de Información y Comunicaciones (Indicatic) y el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps). El proyecto más ambicioso que tienen en pleno desarrollo es el Centro Regional de Innovación de Vacunas y Biofármacos (Crivb), un proyecto que nació en plena pandemia de covid-19. Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de Senacyt, advirtió que la situación es compleja. “Es una situación muydifícil.Unretroceso”,señaló, subrayando que deberá reunirse con su equipo para evaluar cómo sostener los proyectos ya en marcha. La denuncia de fondo es clara: mientras Panamá apenas destina el 0.13% del PIB a ciencia, tecnología e innovación —y si se excluye la inversión del Instituto Smithsonian, el porcentaje cae al 0.08%—, los recortes confirman que la ciencia no es una prioridad para el Estado. Esta brecha pone en riesgo el desarrollo de nuevas tecnologías, investigaciones biomédicas y programas de innovación social, y mantiene al país dependiente del conocimiento y las inversiones extranjeras. La situación se agrava con los recortes proyectados para universidades estatales que también realizan investigaciones como la Universidad de Panamá (UP) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP). El presupuesto total asignado a estas instituciones seríade$590millonesen2026, una disminución de más de $156 millones respecto a los $746.3 millones de 2025. La UP, la más grande del país, verá reducidos sus fondos en casi $78 millones, mientras que la UTP sufrirá una disminución del 27%, pasando de $198 millones a $144 millones. La única institución con un ligero aumento será la Universidad Autónoma de Chiriquí, de $72 millones a $72.7 millones, aunque su gestión ha estado marcada por críticas e investigaciones por presuntas irregularidades administrativas, nepotismo y pagos cuestionables, actualmente bajo la lupa de la Autoridad Nacional de Transparencia (Antai). Una pérdida doble Según Ivonne Torres Atencio, presidenta de Ciencia en Panamá, la proyección de recortes amenaza con frenar proyectos estratégicos y la formación de nuevas generaciones de científicos y expertos tecnológicos. “Pese al incremento de $4,181 millones en el presupuesto nacional, impulsado por obligaciones ineludibles como deuda pública, intereses y aportes extraordinarios a la Caja de Seguro Social, el presupuesto de Senacyt se ha reducido”, señaló. Torres Atencio recordó que Senacyt tiene bajo su paraguas varios institutos en formato de AIP que desarrollan investigación en biomedicina, agroindustria, tecnología y otras áreas estratégicas, cuyo impacto es clave para el desarrollo social, humano y tecnológico del país. Torres Atencio advirtió que cada dólar reducido representa el doble de pérdidas para el ecosistema de ciencia e innovación. La presidenta de Ciencia en Panamá manifestó que las iniciativas estratégicas como el Hub farmacéutico o la industria de semiconductores requieren de un ecosistema completo: infraestructura adecuada, recurso humano capacitado y financiamiento sostenido. La reducción de fondos compromete estos elementos y limita la capacidad de Panamá para competir en sectores emergentes y de alto valor agregado. Entre las consecuencias de estos recortes se encuentra la disminución de la capacidad para financiar proyectos de investigación, programas de becas y formación de talento en áreas estratégicas, lo que limita la creación de nuevas generaciones de científicos y expertos tecnológicos. Además, agudiza la ya baja inversión en investigación y desarrollo (I+D), que entre 2019 y 2023 promedió apenas $44.8 millones, equivalente a alrededor de 0.15% del PIB, muy por debajo de la meta del 1%. Esta falta de inversión sostenida expone al país a riesgos económicos al depender de sectores tradicionales vulnerables, como comercio y minería, una fragilidad evidenciada durante la pandemia de covid-19 con la caída histórica del PIB del 18%. Asimismo, los recortes proyectados para 2026, 2027 y 2028 representan un alejamiento del plan estratégico nacional de ciencia y tecnología, afectando la infraestructura científica, la realización de investigaciones en biotecnología, energías renovables y digitalización, y la generación de empleo en áreas de alto valor agregado. Torres Atencio advirtió que sin inversión sostenida, Panamá corre el riesgo de estancarse y quedar rezagado frente a otros países que apuestan por la ciencia como motor del desarrollo económico y social. En un mundo donde la ciencia marca la diferencia entre el atraso y el progreso, Panamá parece estar eligiendo el camino equivocado. Aleida Samaniego C. [email protected] La causa de la crisis fue un cóctel compuesto por heces humanas, residuos porcinos y agroquímicos. Archivo Inician mapeo y desinfección de tuberías, por contaminación, en Azuero SALUD PÚBLICA Y AMBIENTE La región de Azuero no ha recibido agua apta para el consumo humano desde finales de mayo pasado debido a la contaminación del río La Villa, fuente que abastece las principales potabilizadoras de Herrera y Los Santos. Ante esta situación, el Ejecutivo informó que avanza en la primera etapa de un plan de desinfección de tuberías que abarca Chitré, Guararé, Las Tablas, La Villa, Llano de Piedra y Macaracas. Actualmente, se están mapeando y revisando las redes de agua potable para instalar válvulas e hidrantes que antes no existían, paso previo a la limpieza y desinfección total, acompañada de pruebas que garanticen agua segura para la población, precisó el mandatario. Según el presidente José Raúl Mulino, este proceso busca no solo controlar el problema del acceso al agua contaminada del río, sino también limpiar y proteger todas las tuberías, evitando que se infecten nuevamente. Aseguró que las últimas pruebas en el río La Villa muestran una mejoría significativa en la calidad del agua, lo que permite a los residentes realizar actividades cotidianas como bañarse y limpiar de forma segura. “Cuando esta crisis estalló hace unos meses, era un tema muy importante para todos. Ahora estamos limpiando todas las tuberías para garantizar que no se vuelvan a infectar”, expresó. La crisis del agua en la región de Azuero comenzó el 27 de mayo de 2025, cuando el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) suspendió la operación de cuatro plantas potabilizadoras debido a la alta contaminación de los ríos La Villa y Estibaná. Pasadis dos meses del inicio del problema, miles de residentes siguen sin acceso a agua potable, lo que aumenta la incertidumbre y la angustia en la población. La falta de suministro regular ha obligado a los habitantes a recurrir a camiones cisterna o a comprar agua, lo que supone un gasto adicional. El Idaan informó a La Prensa que el río La Villa ha mostrado signos de estabilización, pero, por precaución, se mantiene la recomendación de hervir el agua, ya que estamos en plena temporada lluviosa. A pesar de los esfuerzos, no se ha fijado una fecha exacta para que el agua del grifo pueda considerarse apta para el consumo humano, dado que la situación depende de varios factores. le espetó. Vásquez ni se inmutó. Después de todo, ¿qué hacía Afú allí? Ya no forma parte de esa comisión. ¿Por qué no atiende las labores que sí le corresponden, en lugar de ir a robar cámara a Presupuesto? Lo mismo hizo Osman Gómez. Ganas de hacerle perder el tiempo a toda la comisión, balbuceando oraciones que nadie entiende. Sobra decir quiénes son los que realmente tienen que aprender.
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