6A La Prensa Panamá, miércoles 20 de agosto de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. tros hijos. Los responsables de ese flagelo son los que pagan por esos servicios o lo que los hayan convertidos en pedófilos. Veamos ahora lo que considero nuestra segunda mayor debilidad, el alcohol. En Estados Unidos, con la Ley Seca, entre 1920 y 1933, creyeron controlar el consumo de licor, generando uno de los periodos más negros en esa nación, el gansterismo; con las consecuencias ya conocidas. Todo ello casi se derrumbó cuando se hizo legal el consumo de bebidas alcohólicas. Digo “casi se derrumbó” porque luego se dedicaron a las drogas ilegales. Más recientemente, la insistencia en perseguir la producción de cocaína y otras drogas naturales solo ha traído como consecuencia que los drogadictos se inclinen al consumo de drogas sintéticas, demostrándose así lo antes expresado. Todo ello ocurre porque ninguna sociedad quiere aceptar cuán culpable es del consumo de drogas de sus ciudadanos, y recurre a culpar a otros. Ni hablar de las oportunidades políticas que presentan esa actitud social. Estados Unidos ha activado sus fuerzas militares para, supuestamente, controlar la producción de fentanilo en Latinoamérica. Me pregunto: ¿qué vendrá después? Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. ¿Qué es un acto de corrupción? Fondos públicos Analizando la definición de corrupción, consulté la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, y esta es la definición: la corrupción se entiende como el “abuso de funciones públicas, incluyendo el soborno, la malversación, el enriquecimiento ilícito y cualquier otro acto que suponga el uso indebido de un cargo público para obtener un beneficio personal o para terceros“. Igualmente, investigué la definición de la Convención sobre la Corrupción de la OEA, y así la definen: “Cualquier acto u omisión cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de ellas, con el fin de obtener un beneficio indebido para sí o para otra persona o entidad”. También consulté la Ley panameña 59 de 1999 (Código Penal, artículos 338-356), y así define la corrupción: “La corrupción incluye delitos como peculado, concusión, abuso de autoridad, enriquecimiento injustificado y corrupción de servidores públicos, entendida como el acto de solicitar, recibir o aceptar beneficios para realizar u omitir actos propios de sus funciones”. Panamá es signataria de las convenciones contra la corrupción de las NNUU y de la OEA, e igualmente está obligada a cumplir el Código Penal panameño. La pregunta es: si nuestra Corte Suprema, al subirse el salario y luego establecer que su plan de retiro es por el 100% de su último sueldo, ha violado la Convención de las Naciones Unidas sobre corrupción y la de la OEA sobre el mismo tema, y si además ha violado la ley panameña sobre corrupción. Sobre cualquier consideración de incumplimiento de las convenciones de las Naciones Unidas, la OEA y la ley panameña, lo cierto es que, en un país donde miles de jubilados sobreviven con pensiones miserables y los hospitales carecen de insumos, que un grupo de funcionarios se otorgue a sí mismos aumentos salariales desproporcionados y pensiones del 100% de su último salario sin cumplir los requisitos comunes no es un insulto: es un acto de corrupción en su forma más descarada. Es la captura del Estado por quienes deberían servirlo. Es la apropiación del dinero público bajo la cobertura de leyes hechas a su medida. Una traición al mandato constitucional de velar por el bien común. No basta con indignarse; la sociedad debe llamar las cosas por su nombre: cuando el poder se usa para beneficio personal en detrimento del pueblo, se está robando, aunque se disfrace de legalidad. Panamá: su Canal y sus puertos Reunión del Consejo de Seguridad la seguridad para la navegación del mundo”. Interpretado correctamente, significa que la seguridad será la que seleccione Estados Unidos y, claro está, que sus buques de guerra tengan paso expedito y gratuito por el Canal. El administrador de la ACP reiteró que “esta neutralidad proporciona estabilidad al comercio global”. Otro “jarabe de pico” para oídos foráneos, pues sabemos que la neutralidad y la seguridad marítima se perdieron en el momento en que contingentes militares estadounidenses tomaron posesión de las áreas canaleras, convirtiéndose en la peor amenaza para la seguridad del Canal. A esto se suma la vulnerabilidad creada con el convenio de ciberseguridad suscrito con Washington. El director de Interpol, Valdecy Urquiza, mencionó en dicho debate que la organización apoya a los países mediante tres pilares: “una cooperación internacional efectiva basada en datos, la coordinación de operaciones multilaterales y la difusión del conocimiento y las mejores prácticas”. Entonces, ¿por qué Panamá suscribió acuerdos de ciberseguridad y un memorándum de entendimiento con Estados Unidos, cuando existían alternativas de cooperación multilateral a través de Interpol? ¿Será que Panamá firmó un memorándum de exclusividad con Washington y no nos hemos enterado? En cuanto a los puertos de Balboa y Cristóbal, hemos recibido un inesperado respaldo colateral de parte de China, que frenó la venta a BlackRock y sus aliados sin tener parte directa en esa transacción. El “Desquiciado” cacareó que dicha venta era un triunfo para Estados Unidos porque sacaba a los chinos del Canal, pero ahora se le convirtió en morisqueta: representantes de CK Hutchison manifestaron que no creen que la operación se Jorge G. Obediente Las mayores farsas sociales Drogas y otros vicios ¿Quién es más corrupto, el que paga ilegalmente por un bien o quien recibe el dinero? Seguramente el lector pensará que sería como responder a ¿qué es primero, el huevo o la gallina? Con mucha satisfacción deseo expresar que hace muchos años salí de esa duda. Comencemos con la más vieja de las debilidades humanas, sexo. Si las prostitutas desaparecieran del mundo, ¿desaparecerían los individuos interesados en pagar por sexo? En Panamá, por la permanencia norteamericana en el Canal, se tuvo que legalizar los centros de prostitución. Curiosamente, en los Estados Unidos es ilegal y me pregunto si nadie paga por sexo en ese país. También me pregunto la cantidad de delitos sexuales que se producen debido a las restricciones que tienen algunos individuos para satisfacer esos impulsos sexuales. Igual análisis puedo extraer sobre la pedofilia. Se persigue a los individuos dedicados a sacar rentabilidad a ese negocio, como si con su desaparición se eliminarían a los pedófilos. Tampoco creo que los jóvenes dedicados a esa actividad son tan inocentes como se les quiere pintar. Simplemente no queremos aceptar que algo no estamos haciendo bien con nuesPorque, si esos controles al fentanilo se hacen más fuertes, no me sorprendería que alguien me ofrezca producirlo en mi casa. Todo ello me recuerda una caricatura que recientemente circuló en las redes sociales, donde se presentan a algunos adictos norteamericanos tratando de cruzar el muro fronterizo con México para comprar drogas, debido a las fuertes restricciones que tendrían en su país. ¡Basta de engaños! El problema del consumo de drogas y sus orígenes precede a la propia droga. Contrariamente, la producción y venta de armas no la han podido controlar, supuestamente para mermar la criminalidad en Estados Unidos. En este aspecto, por alguna razón, sí se ha aceptado que las armas no tienen la culpa de lo que se haga con ellas y que lo que se debe evaluar y controlar son las razones por las cuales un individuo hace uso de ellas. Me toca entonces denunciar a todas esas naciones consumidoras de drogas, naturales o sintéticas, como las verdaderas responsables de todos los males que su producción genera en nuestros países, y deberían pagar por ello. Igualmente, desearía que, en Panamá, en lugar de observar en los medios de comunicación esa satisfacción y orgullo por la incautación de drogas o armas, presenten las acciones que se toman para la conversión de panameños adictos o violentos y, lo que sería mejor, para que su población se reduzca. Opinión EL AUTOR es exdirector de La Prensa. EL AUTOR es profesor de química de la Universidad de Panamá. EL AUTOR es ciudadano. Carlos González de la Lastra concrete este año. Por ahora, el verdadero ganador ha sido China, lo que le da a Panamá tiempo suficiente para hacer lo que corresponde y recuperar el dominio de sus dos puertos. Panamá debe reaccionar rauda y velozmente para capitalizar sus oportunidades: resolver las demandas de inconstitucionalidad que buscan anular los contratos con Panama Ports Company (PPC) e ingresar al fisco las millonarias sumas que esa empresa dejó de pagar, según auditorías ya concluidas. Es obvio: si no existen los contratos, CK Hutchison no es dueño de nada y no tiene nada que vender. Actualmente, las demandas de inconstitucionalidad están en análisis en la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, pareciera que los magistrados estaban más preocupados por aprobarse una jubilación especial a perpetuidad que por fallar en este asunto de gran interés nacional. ¿Será que no se atreven a decidir en derecho por miedo a que Estados Unidos les retire la visa? Este fallo es de suma importancia, pues nos daría fortaleza en cualquier negociación futura, una vez terminados esos contratos. El tiempo corre, pero no se le da la prioridad que merece. El contralor, en lugar de buscar votos, debería ponerse las pilas e iniciar acciones para recuperar de CK Hutchison las sumas desviadas del patrimonio del Estado, que su propia oficina calculó en más de 300 millones de balboas, además de los más de 1,000 millones otorgados en incentivos fiscales a través de los contratos. En vez de decir sandeces para agradar a Estados Unidos calificando las concesiones de PPC como “un enclave chino en el Canal”, que se dedique a recuperar lo que corresponde a los cofres nacionales. ¿O será que aspira a una “golden visa” estadounidense? Estaremos vigilantes de los resultados en los puertos de Balboa y Cristóbal, de la mina de cobre y del ferrocarril, por mencionar algunas situaciones críticas para el país. En la reciente reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se lució el Mero Micho, quien presidió la sesión. Puso a Panamá en el sitial que le correspondía ante tan distinguida audiencia, ratificando la neutralidad de la ruta interoceánica y reiterando la soberanía sobre todo el territorio. No podía faltar la retórica entre “Gringolandia” y China, con Panamá en el medio, como si fuéramos un emparedado. El representante estadounidense manifestó: “Nos sigue preocupando la influencia china en el Canal de Panamá”, comentarios en sintonía con las declaraciones del “Desquiciado” y sus secuaces, que frecuentemente exteriorizan el deseo de retomar el Canal como propiedad de su país. A su vez, el representante de China refutó esas declaraciones respaldando plenamente a Panamá: “Panamá siempre ha gestionado con eficacia el Canal. China siempre ha respetado la neutralidad permanente del Canal”. También acusó a Estados Unidos de difundir mentiras, asegurando que el gobierno chino no interviene en la vía interoceánica. El Mero Micho expresó magistralmente: “La neutralidad es la única y la mejor defensa de nuestro Canal ante cualquier amenaza particular o global y, por supuesto, el ejercicio soberano de nuestro país tanto en la propiedad como en la administración, resguardada y tutelada con un tratado internacional”. Un buen “jarabe de pico” para la comunidad extranjera; pero los locales sabemos que somos soberanos siempre y cuando los gringos lo permitan. También recalcó: “El tránsito seguro de todos los buques, en tiempo de paz como de guerra, es garantía de Por alguna razón, sí se ha aceptado que las armas no tienen la culpa de lo que se haga con ellas y que lo que se debe evaluar y controlar son las razones por las cuales un individuo hace uso de ellas. Sebastián Vásquez Bonilla ¿Por qué Panamá suscribió acuerdos de ciberseguridad y un memorándum de entendimiento con Estados Unidos, cuando existían alternativas de cooperación multilateral a través de Interpol? Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente y Director Editorial (Encargado) Jorge Molina Mendoza Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxMjQ5NQ==