4A La Prensa Panamá, martes 19 de agosto de 2025 Panorama Tal Cual Mónica Palm [email protected] RECLAMO. Ernesto Cedeño solicitó a la procuradora de la Administración, Gretel Villalaz de Allen, que convoque a la Comisión de Estado por la Justicia para que recomiende qué hacer con el Acuerdo 407 de julio de 2024, que otorga jubilaciones especiales a jueces y magistrados. Cedeño remarca que ese entuerto “ha erosionado el sistema judicial” y “patentiza un ingreso vitalicio que nada tiene que ver con la independencia judicial”. El Acuerdo 407 supuestamente fue suspendido parcialmente la semana pasada, aunque el acto administrativo que consigna esa decisión todavía no ha sido divulgado ni publicado en la Gaceta Oficial. ¿Será que van a esperar otro año para hacerlo? CORTOCIRCUITO. Si en el presupuesto para el año 2025 el Municipio de Panamá incluyó $655 mil para costear sus actividades navideñas, ¿cómo ha convocado una licitación para el alumbrado de los parques y avenidas principales en diciembre cuyo precio de referencia es de $2.8 millones? ¿Cómo va a amortizar el resto? ¿Acaso está esperando que Santa Claus venga con una bolsa de dinero bajo el brazo? BOCHORNO. ¿Qué es una “situación fortuita”? Según la RAE, es un suceso que acontece por azar, de forma imprevista. A eso atribuye la Federación Panameña de Baloncesto (Fepaba) la cancelación de los partidos que debían jugarse el pasado domingo en la Arena Roberto Durán. Pero lo ocurrido ese día dista mucho de ser algo imprevisto o “fortuito”. De hecho, fanáticos y cronistas deportivos alegan que desde hace meses había problemas con el aire acondicionado de ese recinto. ¿Por qué nadie se inmutó en resolverlo con anticipación? ¿Acaso hacer el ridículo a nivel internacional es otro deporte local? FUERA. El Directorio Nacional del PRD confirmó que se reunirá el próximo 23 de noviembre para elegir a los reemplazos de los cinco miembros del CEN que renunciaron tras la derrota electoral de mayo de 2024: Crispiano AdaEl ozono es esencial en la atmósfera superior para protegernos de la radiación solar, pero a nivel del suelo se convierte en un contaminante perjudicial para la salud. Alexander Arosemena Ozono y monóxido: la amenaza silenciosa en el aire que respiramos Aleida Samaniego C. [email protected] CONTAMINACIÓN Un estudio del Cemcit-AIP de la UTP reveló que, aunque algunos contaminantes están en niveles seguros, otros como el ozono y el monóxido de carbono amenazan la salud pública, sin monitoreo continuo en Panamá. Un estudio reciente del Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología (Cemcit-AIP) de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) ha puesto en evidencia la calidad del aire en varias zonas del país, revelando que, aunque algunos contaminantes se encuentran dentro de los límites seguros, otros podrían estar afectando la salud de los ciudadanos. El estudio titulado Determinación de contaminantes atmosféricos críticos en áreas de alta densidad poblacional y económica en Panamá, realizado durante dos años, abarcó 28 puntos clave en áreas con alta concentración de población y tráfico, como Ciudad de Panamá, Coclé, Veraguas, Herrera, Los Santos y Chiriquí. Los investigadores midieron los niveles de varios contaminantes atmosféricos, como el material particulado (PM2.5 y PM10), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), ozono (O3), monóxido de carbono (CO), compuestos orgánicos volátiles (VOC) y dióxido de carbono (CO2). Los resultados fueron alentadores en cuanto a algunos contaminantes, ya que no se hallaron niveles alarmantes de material particulado ni de gases como NO2 y SO2. Sin embargo, los científicos alertan sobre la presencia de otros contaminantes que podrían tener un impacto más inmediato en la salud pública, como el ozono y el monóxido de carbono. El ozono es esencial en la atmósfera superior para protegernos de la radiación solar, pero a nivel del suelo se convierte en un contaminante perjudicial para la salud. Según Cecilio Hernández, docente e investigador de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UTP, “el ozono puede agravar enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis. Incluso en personas sin afecciones previas, el ozono puede dificultar la respiración y causar irritación en las vías respiratorias”. Ivonne Torres, directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, destacó que, cuando el ozono se acumula en las capas inferiores de la atmósfera, especialmente a nivel del suelo, se convierte en un contaminante peligroso. Este gas tóxico no solo representa una amenaza para la salud humana, sino que también puede causar corrosión en edificios y rocas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las concentraciones de ozono superiores a 240 µg/m³ durante más de ocho horas pueden tener efectos perjudiciales. Estos niveles elevados pueden reducir significativamente la función pulmonar, inflamar las vías respiratorias, agravar el asma y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias. Por su parte, el monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que, a concentraciones elevadas, puede ser letal. Hernández explicó que “este contaminante es especialmente peligroso en espacios cerrados, como hogares y autos, donde las personas pueden ser expuestas sin saberlo”. Efectos del ozono y monóxido de carbono La científica Franchesca González, miembro del grupo de Investigación en Ingeniería del Aire de la UTP, destacó que la exposición prolongada al ozono troposférico está vinculada con el aumento de enfermedades respiratorias, como el asma, y problemas cardiovasculares. Además, manifestó que el ozono puede provocar trastornos metabólicos, afectar el sistema nervioso y aumentar la mortalidad por enfermedades respiratorias y cardíacas. “Respirar ozono también puede intensificar la respuesta a los alérgenos en personas alérgicas”, comentó González. Estos efectos no solo afectan la salud física de la población, sino que también tienen repercusiones económicas y sociales. González señaló que la exposición al ozono y otros contaminantes provoca un aumento de ausencias escolares y laborales, además de un mayor uso de medicamentos. Esto representa una carga adicional para el sistema de salud, que ya enfrenta desafíos significativos debido a otras enfermedades prevalentes en el país. La urgencia del monitoreo Uno de los problemas más graves señalados por el estudio es la falta de un sistema de monitoreo continuo de la calidad del aire en Panamá. La medición precisa de los contaminantes es crucial para proteger la salud pública, pero actualmente, los científicos carecen de datos fiables y actualizados para implementar políticas públicas adecuadas. Según Hernández, “estos contaminantes son difíciles de detectar sin equipos especializados, lo que hace aún más urgente la necesidad de monitorear el aire de forma constante”. Sin un monitoreo adecuado, es imposible saber con precisión qué estamos respirando a diario y cómo nos está afectando. Aunque la tecnología para monitorear la calidad del aire está disponible, Panamá aún no cuenta con un sistema adecuado que permita obtener datos en tiempo real sobre la contaminación. Esto dificulta la implementación de políticas públicas efectivas para reducir la exposición de la población a estos contaminantes peligrosos. En el estudio, se enfatizó que la falta de monitoreo y datos específicos también limita la capacidad de crear estrategias de prevención efectivas. La red de monitoreo de la ciudad capital dejó de funcionar entre 2012 y 2013 aproximadamente debido al deterioro del equipo y la falta de recursos para su mantenimiento. ¿Qué podemos hacer? Los científicos que participaron en el estudio subrayan que, además de implementar un sistema de monitoreo continuo, es fundamental que la población también tome medidas para reducir la exposición a la contaminación. Evitar el uso excesivo del automóvil, disminuir la quema de basura y optar por fuentes de energía más limpias son algunas de las acciones que todos podemos tomar para disminuir la contaminación del aire. Además, es necesario fomentar la educación y concienciación sobre los riesgos asociados al ozono y el monóxido de carbono. Estas acciones pueden incluir campañas informativas que alerten sobre las consecuencias de estos contaminantes y la importancia de reducir el uso de vehículos en zonas urbanas. La población debe ser consciente de la necesidad de actuar con responsabilidad ambiental para proteger su salud y la de las futuras generaciones. La calidad del aire en Panamá es una preocupación creciente que afecta nuestra salud y el bienestar de las futuras generaciones. Aunque el estudio muestra que algunos contaminantes están dentro de los límites seguros, otros, como el ozono y el monóxido de carbono, representan una amenaza real y constante para la salud pública. Sin un sistema adecuado de monitoreo y control de la contaminación, resulta difícil implementar políticas públicas efectivas para mitigar estos riesgos. La situación exige una acción inmediata, tanto por parte de las autoridades como de la ciudadanía. Solo con más información, monitoreo adecuado y un compromiso colectivo para reducir las fuentes de contaminación podremos garantizar un ambiente más saludable para todos. Panamá debe invertir en tecnologías y políticas que permitan proteger la salud de su población y crear un futuro más sostenible. Cecilio Hernández, docente e investigador de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UTP. Cortesía mes, Rogelio Paredes, Rubén De León, Doris Zapata y Edgar “Zurdo”. No es ninguna sorpresa que entre los reemplazables no esté Benicio. OCUPAS. La mayoría de los diputados todavía no puede circular por el piso en el que están las oficinas de Raúl Pineda, Jairo Salazar, Jaime Vargas, Arquesio Arias, Marcos Castillero y Benicio. ¿Por qué no los han desalojado de ahí? ¿Acaso tienen un contrato de alquiler por el uso de esos despachos y, por eso, no los pueden sacar?
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