4A La Prensa Panamá, sábado 9 de agosto de 2025 Panorama El germen de las protestas de 2023 contra la explotación minera debería ser examinado por este gobierno, empeñado en reabrir la mina. La razón es simple aprendizaje: no cometer los mismos errores. Hubo razones subyacentes, ocultas bajo la bandera del movimiento antiminero. Por ejemplo, la creciente y rampante corrupción de entonces, la incompetencia y ausencia del Gobierno. Esas causas animaron cada día a cientos de miles de personas a manifestarse en las calles. La esperanza de recuperar sueños, trabajos, negocios, educación y todo lo perdido en la pandemia y/o por culpa de la ineficacia y corrupción del pasado gobierno motivaron un respaldo de la población – aunque parcial– al entonces candidato José Raúl Mulino. Tras su victoria, hay que reconocer que en trece meses ha logrado mucho más de lo que Cortizo hizo en años de gobierno. Pero las causas que motivaron las protestas de 2023 aún siguen latentes… y Mulino las empeora. La reapertura de la mina responde a la necesidad de crear nuevas fuentes de empleo y todo lo que chorrea, pero es solo un paliativo. Otra gran fuente de trabajo sería el ferrocarril, pero sin estudios de factibilidad y desconociéndose el costo de subsidiarlo o el de financiamiento, la solución podría ser peor que el problema. Precisamente, esta semana vi en redes una fracción de entrevista que dio Mulino años atrás, en la que criticó la iniciativa de Juan Carlos Varela de construir el dichoso tren. Mulino describió el proyecto como “un buen cuento chino; impagable; no hay manera de sustentarlo bajo ninguna circunstancia”. Bastaron unos meses en el poder para que Mulino hiciera lo que le criticó a Varela: no sustentar su factibilidad. Puede que su ferrocarril sea una solución en el presente, pero también, de costos elevadísimos a mediano y largo plazo. El caso es que con Mulino siempre hay dos versiones distintas de lo mismo. Cada vez que habla me pregunto si él es la versión local del Dr. Merengue. Además, no veo un plan de recuperación económica ni de austeridad gubernamental ni planes para mejorar la educación de quinta que reciben los jóvenes, y que ahora empeorará, no solo por la prolongada huelga de los educadores, sino porque el Gobierno –que la atizó el paro y que criticó el gran daño que causaba– prevé para 2026 presupuestos miserables para las universidades estatales, lo que empeoraría las condiciones y calidad educativas. Una vez más, dos caras opuestas. Y, si esto no es hipocresía, que alguien me diga qué es. Este fariseísmo del Gobierno es lo que alimenta y acrecienta el descontento que subyace en la “paz” impuesta por el Ejecutivo a punta de garrotes, perdigones, gas lacrimógeno y el temerario e incesante rofeo de Mulino y de sus ministros, tal como ha quedado demostrado en sus figuras clave. Incluso, entre personajes de segunda, como el viceministro de Gobierno, que le sobra tanto tiempo que no halla nada mejor que insultar en las redes. Hago un alto aquí, porque tal parece que la tolerancia a la crítica de este servidor es cero. La ministra –su jefa– y el presidente –el que lo nombró– ni se inmutan por lo que este funcionario dice con su iracunda inteligencia intestinal. No cuesta imaginar cómo, secretamente, es aplaudido de pie, mientras sus jefes murmuran para sí: “bien hecho”. Pero dudo que un movimiento serio de derecha apruebe sus desatinos o su discurso de odio a la izquierda. Ahora bien, si tanto le molesta la izquierda, debería hablarle a Mulino sobre el proyecto de interconexión eléctrica propuesto por el presidente colombiano Gustavo Petro, iniciativa de un militante de izquierda, que, por ser del otro lado de la acera, sus ideas deberían descalificarse por ser “zurdas”. Y supongo que desaconsejará a Mulino visitar a Lula da Silva, otro presidente de izquierda (y sindicalista). Pero, volviendo al tema, no sé cuándo Mulino informará sobre sus ideas para explotar la mina ni sabemos si First Quantum aceptará pasar de ser el mandamás a mandadero. Lo que Mulino sí debería saber es que, si hay protestas por la mina, también habrá razones no explícitas, como su soberbia, su autoritarismo e hipocresía y ese aire de autosuficiencia con el que nos dice que el Estado es él y no nosotros, sin olvidar que aún subyacen sus promesas no cumplidas, como empleos seguridad y el chen chen. Desde ahora debería propiciar un clima de paz, no de imposición ni provocación, como ha sido su actitud desde que habita el Palacio de las Garzas, o tendremos nuevamente un país revuelto. Sábado Picante Rolando Rodríguez [email protected] El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo y, en Panamá, ocupa el cuarto lugar en morbilidad y mortalidad. iStock Detectan mutación genética única en pacientes con cáncer de colon Aleida Samaniego C. [email protected] ESTUDIO CIENTÍFICO Científicos del Instituto de Ciencias Médicas identificaron una mutación genética inédita en el gen PALB2 asociada al cáncer colorrectal en pacientes de Azuero, una de las regiones con mayor incidencia. Una mutación genética jamás registrada en ninguna base científica del mundo ha sido identificada en pacientes con cáncer colorrectal en Azuero, una de las regiones con mayor incidencia de esta enfermedad en Panamá. El hallazgo, liderado por el médico genetista Iván Landires y su equipo del Instituto de Ciencias Médicas (ICM) de Las Tablas, marca un hito en la investigación biomédica nacional: se trata de una mutación en el gen PALB2, asociada al desarrollo de cáncer de colon, que no había sido documentada previamente a nivel global. “Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que evalúa variantes genéticas que predisponen al cáncer colorrectal en pacientes panameños”, explicó Landires. El hallazgo fue posible gracias al uso de tecnología de secuenciación masiva, una herramienta avanzada que permite analizar el ADN de manera detallada para detectar alteraciones hereditarias. La investigación titulada “Perfil inusual de variantes genéticas de la línea germinal en pacientes con cáncer colorrectal no seleccionados de una región de alta prevalencia en Panamá” fue publicada en la revista científica Genes, especializada en genética y revisada por pares. Además, recibió el respaldo financiero de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). ¿Por qué Azuero? El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo y, en Panamá, ocupa el cuarto lugar en morbilidad y mortalidad. Pero en Azuero —que abarca las provincias de Herrera, Los Santos y el sur de Veraguas— la situación es más alarmante: es la principal causa de muerte por cáncer en la región. Para entender esta realidad, el equipo del ICM analizó el perfil genético de 95 pacientes con diagnóstico confirmado de cáncer colorrectal, atendidos en centros oncológicos de Azuero. El análisis reveló 10 variantes patogénicas o probablemente patogénicas en genes conocidos por su asociación con esta enfermedad, como MUTYH, CHEK2, TP53, PALB2, ATM y BARD1. Aunque la mutación más frecuente encontrada fue en el gen MUTYH, el descubrimiento más relevante fue la nueva variante en PALB2, no reportada previamente en ninguna base de datos internacional. La publicación científica reconoce que este estudio tiene limitaciones debido a su tamaño muestral relativamente pequeño. Las limitaciones del estudio también incluyen un posible sesgo de selección o derivación asociado con el análisis de datos de una sola institución especializada. Además, indica que aunque este estudio se centró en la región de Azuero, donde las tasas de cáncer colorrectal son las más altas de Panamá, debe tenerse en cuenta que la predisposición genética al cáncer colorrectal en Azuero puede diferir de la de otras regiones de Panamá y Latinoamérica. “La detección de mutaciones en genes como estos permite comprender mejor quiénes tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon”, señaló Landires. “Y si logramos identificar a personas sanas que ya portan estas mutaciones, podemos implementar vigilancia médica antes de que la enfermedad aparezca”. Una genética particular Pero, ¿por qué precisamente en Azuero se presenta este patrón genético? Parte de la respuesta podría estar en el mestizaje particular de esta región. Estudios previos de genética poblacional han mostrado que, en Panamá, el ADN materno es predominantemente de origen indígena. Sin embargo, el ADN paterno varía según la región, y en Azuero, más del 75% del cromosoma Y es de origen europeo. “Estas características únicas podrían estar asociadas con un perfil genético distinto, incluyendo variantes que predisponen al cáncer colorrectal”, explicó Landires. Este mestizaje más hispánico habría dejado una huella genética que diferencia a la población de Azuero del resto del país. Cáncer hereditario y prevención Uno de los mensajes más poderosos de la investigación es que alrededor del 30% de los casos de cáncer tienen un componente hereditario. En el caso particular del estudio del ICM, el 15% de los pacientes evaluados presentaban alteraciones genéticas heredadas. “Esto significa que los familiares de estos pacientes podrían estar en riesgo genético de desarrollar cáncer”, advirtió Landires. Por eso, recomendó que estas personas sean evaluadas genéticamente para determinar su nivel de riesgo y, si es necesario, ser incluidas en programas de vigilancia médica periódica. El estudio también forma parte de una investigación más amplia titulada “Determinantes genéticos y estilos de vida del cáncer de colon en Azuero”, en la que los científicos del ICM analizaron no solo la herencia genética, sino también los factores ambientales y conductuales que podrían estar influyendo en la alta incidencia de esta enfermedad. Factores de riesgo: más allá del ADN Además de los factores genéticos, un estudio realizado por investigadores del ICM identificó diversos estilos de vida como componentes clave en el desarrollo del cáncer colorrectal en la región. Entre los principales riesgos destacan: Sedentarismo, alta ingesta de carnes rojas y alimentos enlatados, baja ingesta de frutas y verduras, obesidad. Este enfoque integral permite no solo detectar riesgos genéticos, sino también promover cambios de hábitos que reduzcan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Landires subrayó que este tipo de estudios abren el camino hacia una medicina personalizada en Panamá, donde las estrategias de prevención y tratamiento se adapten al perfil genético de cada paciente y región del país. “Elconocimientodeestas mutaciones puede cambiar la forma en que enfrentamos el cáncer en Panamá”, enfatizó. “Si identificamos a tiempo a los portadores sanos, podemos prevenir, vigilar y salvar vidas”. El médico genetista también hizo un llamado a las autoridades nacionales y locales para que se asignen los recursos necesarios que permitan realizar estas pruebas genéticas de forma sistemática, ya que el país cuenta con la tecnología instalada en el ICM, gracias al apoyo de Senacyt. Esta investigación representa un avance trascendental para la ciencia nacional: es el primer estudio de su tipo en Panamá enfocado en la genética del cáncer colorrectal, y el descubrimiento de una mutación inédita refuerza la importancia de investigar desde el contexto local. El futuro de la lucha contra el cáncer ya no depende solo de tratamientos costosos o tecnología importada. También depende de conocer a fondo nuestro propio ADN. Y en Panamá, ese conocimiento comenzó —y seguirá avanzando— desde Azuero.
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