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2B La Prensa Panamá, miércoles 6 de agosto de 2025 Economía & Negocios Aranceles recíprocos: una amenaza para muchos, una oportunidad para Panamá Relaciones comerciales Luis E. Ocando B. economí[email protected] La política comercial de Estados Unidos está tomando un rumbo más recíproco y confrontativo. Las señales recientes desde Washington apuntan hacia una estrategia que busca reequilibrar las relaciones comerciales mediante aranceles aplicados en respuesta a prácticas consideradas desleales o perjudiciales para su economía. Muchos países exportadores de bienes terminados o materias primas ven esto como una amenaza. Sin embargo, en medio de este giro proteccionista, países como Panamá podrían encontrar una oportunidad estratégica. ¿Por qué? Porque Panamá no es un exportador neto de productos hacia Estados Unidos. Por el contrario, la balanza comercial entre ambos países es claramente favorable a Estados Unidos, con una relación sostenida en la que las exportaciones estadounidenses a Panamá superan con creces las importaciones desde nuestro país. Las cifras de los últimos años reflejan esta situación, lo cual coloca a Panamá en una posición distinta a la de países con superávit comercial frente a Estados Unidos, que son más vulnerables a la aplicación de medidas arancelarias proteccionistas. Panamá: más que un canal, una plataforma estratégica Panamá tiene una serie de ventajas estructurales que se vuelven aún más relevantes en este nuevo contexto. El Canal, los puertos en ambos océanos, las zonas francas (como Colón, Panamá Pacífico o las creadas bajo la Ley 32), el hub aéreo más conectado de la región, un centro bancario internacional robusto y regímenes especiales como SEM y EMMA conforman un ecosistema orientado a facilitar el comercio, no a competir con él. En lugar de verse afectado por aranceles, Panamá puede convertirse en parte de la solución para muchas empresas que buscan mitigar sus riesgos comerciales con Estados Unidos. Empresas que antes exportaban directamente desde Asia o América del Sur podrían considerar redirigir parte de su cadena de suministro a través de Panamá: transformando, ensamblando o empacando productos para agregar valor y cumplir con reglas de origen que los excluyan de aranceles. ¿Qué debe hacer Panamá para capitalizar esta coyuntura? Convertir esta ventaja potencial en una oportunidad real requiere estrategia, coordinación público-privada y visión de largo plazo. Aquí algunas recomendaciones concretas: 1. Posicionar a Panamá como un socio estratégico de Estados Unidos. La balanza comercial favorable para ellos, nuestra estabilidad institucional y nuestra ubicación geográfica deben formar parte del discurso que lleven nuestras autoridades a los foros bilaterales. Panamá puede presentarse como un país aliado, no como un competidor. 2.Fortalecer y modernizar nuestras zonas francas. Estas áreas pueden convertirse en centros de transformación de productos que luego se exporten a Estados Unidos aprovechando tratados existentes. Para ello, es crucial revisar el marco regulatorio y simplificar trámites. 3. Promover el nearshoring hacia Panamá. Las empresas estadounidenses que deseen reducir su dependencia de Asia deben encontrar en Panamá una puerta de entrada segura, ágil y rentable hacia los mercados latinoamericanos y del Caribe. Invertir en manufactura ligera, centros de distribución y hubs logísticos es clave. 4.Crear inteligencia comercial y diplomacia económica proactiva. El Estado y el sector privado deben trabajar juntos para identificar sectores sensibles, atraer inversiones específicas y establecer alianzas con cámaras empresariales de Estados Unidos. 5. Aprovechar los tratados vigentes de manera estratégica. El Tratado de Promoción Comercial entre Panamá y Estados Unidos ofrece una base sólida para operaciones de reexportación, procesamiento y servicios. Usarlo inteligentemente puede convertirnos en un centro de tránsito legal y eficiente de mercancías. La firma de un Tratado para Evitar la Doble Tributación entre ambos países sería beneficiosa y facilitaría aún más la relación de negocios. 6. Desarrollar infraestructura de transformación. Además de mover mercancías, debemos incentivar actividades que generen valor agregado local: ensamblaje, etiquetado, empaquetado, control de calidad, certificación técnica, etc. Conclusión Cuando cambian las reglas del comercio global, no todos pierden. Los países que entienden las nuevas dinámicas y se adaptan con rapidez pueden salir fortalecidos. Panamá tiene una ventaja natural: no representa una amenaza comercial para Estados Unidos y puede ser una pieza clave en la reorganización de las cadenas de suministro. Si actuamos con visión, la política de aranceles recíprocos puede ser el impulso que reposicione a Panamá como lo que siempre ha sido: el punto de encuentro donde el mundo se conecta.

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