5B La Prensa Panamá, domingo 3 de agosto de 2025 Lele Pons y Guaynaa anuncian el nacimiento de su hija. Escanea el código QR para más contenido en Ellas.pa. ‘Sunkissed’: guía del maquillaje que imita el bronceado El maquillaje se rinde al encanto del efecto sunkissed: una técnica que simula el rubor suave y dorado que deja el sol tras una jornada al aire libre. Este efecto, con pieles satinadas, volúmenes esculpidos y miradas bañadas en tonos tierra es una propuesta que, más allá de una simple tendencia, es un homenaje al resplandor saludable. La piel, punto de partida Mario Dedivanovic —más conocido como Make Up by Mario—, uno de los nombres más influyentes del panorama actual y reconocido maquillador de las Kardashian, ha formulado una rutina en seis pasos que encapsula la esencia del efecto sunkissed para replicar este maquillaje natural y favorecedor para todo tipo de rasgos. El maquillador recomienda el uso de gotas bronceadoras, polvo bronceador, rubor, iluminador y gloss. ¿El truco? Aplicarlo exactamente en zonas concretas y sobre el rostro hidratado. Lograr un efecto sunkissed auténtico comienza con una base translúcida que refleje luz sin ocultar la textura real del rostro El primer paso, según Make Up by Mario, decantarse por un sérum bronceador. Este híbrido entre maquillaje y tratamiento proporciona un tono dorado natural, con un acabado imperceptible. La aplicación estratégica — mejillas, sienes y nariz— reFamosas como Kendall Jenner lo lucen de forma recurrente. EFE crea las zonas donde el sol incide de forma natural, y puede potenciarse mezclando unas gotas con crema hidratante para un resultado más etéreo. A continuación, se construye el efecto bronceado mediante un polvo aterciopelado que permite modular la intensidad sin marcar la superficie de la piel. Aplicado en capas ligeras sobre la línea del cabello, pómulos, mandíbula y párpados, aporta dimensión al rostro sin renunciar a la naturalidad. por EFE [email protected] La técnica consiste en intensificar progresivamente el color para evitar un acabado plano o artificial, es decir, ir de menos a más para detenerse en el punto deseado. Esculpir sin rigidez Una de las claves de esta técnica es definir los volúmenes sin rigidez. Lejos de los contornos marcados que dominaron otras temporadas, el sunkissed actual aboga por una estructura refinada, para lo que el experto recomienda hacerlos con una barra o stick. Este producto cremoso permite redefinir el rostro a través de una aplicación puntual — bajo los pómulos, en los laterales de la nariz y a lo largo de la línea del cabello— para después difuminar con movimientos suaves. El objetivo no es dibujar líneas, sino sugerir sombras sutiles que eleven la expresión. El rubor, por su parte, se convierte en el vehículo principal de frescura y vitalidad a través de un colorete. El experto sugiere tonos como Soft Coral o Plum, idóneos para crear ese rubor cálido y veraniego, que se extiende desde la mejilla hasta la sien para conseguir un efecto lifting natural. Esta zona también capta la luz, por lo que el rubor contribuye a potenciar la luminosidad sin necesidad de recurrir a productos excesivamente brillantes. Toques de luz y volumen Lejos de los iluminadores cargados de partículas nacaradas, la nueva generación apuesta por acabados satén y texturas sedosas que simulan la luz natural. El iluminador se aplica en los puntos altos del rostro —pómulos, arco de la ceja, puente de la nariz y arco de cupido— para atraer la luz sin resultar evidente. El paso final en la construcción de este rostro bañado por el sol es el tratamiento labial con una fórmula enriquecida que combine tratamiento y color, aporte volumen natural y un acabado satinado, sin aportar colores que carguen en exceso el maquillaje de aire natural. La mirada, nuevo foco de luz Aunque el efecto sunkissed nació como una técnica centrada en la piel, esta temporada da el salto a los ojos. Según el maquillador Adrián Rux, embajador digital de L’Oréal Paris, “el rubor cálido y los tonos bronce se trasladan a los párpados para completar un maquillaje monocromático, luminoso y fácil de llevar”. “Tonos tierra, cobres suaves y dorados se convierten en aliados para aportar calidez a la mirada”, explica Rux, quien recomienda aplicarlos en todo el párpado móvil y difuminar ligeramente hacia la cuenca para lograr una transición suave. Esta técnica, además de versátil, favorece a todos los tonos de piel y colores de ojos. “Los marrones cálidos combinan con cualquier fisonomía. Podemos usarlos como foco principal del maquillaje o como complemento de un labial más intenso”, añade el experto. La meta es conseguir una imagen saludable, espontánea y natural, como si el propio cuerpo hubiese sido acariciado por la luz del sol. Sol sin sol: belleza responsable Una de las ventajas más destacadas del efecto sunkissed es su capacidad para replicar el aspecto del bronceado sin recurrir a la exposición solar, reduciendo así el riesgo de fotoenvejecimiento y daño cutáneo. Gracias a texturas híbridas, es posible recrear ese resplandor veraniego sin comprometer la salud de la piel. Entre tonos marrones, anaranjados, bronceados y brillos naturales, famosas como Kendall Jenner, Dua Lipa o Hailey Bieber han hecho de este maquillaje con efecto su sello. Este maquillaje recrea el efecto buena cara del verano. EFE
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