6A La Prensa Panamá, lunes 28 de julio de 2025 Panorama Camiones con ayuda humanitaria ingresaron a Gaza ayer a través de la frontera con Egipto, en el paso de Rafah. Los vehículos entraron luego de que Israel anunciara el inicio de una “pausa táctica” en su actividad militar en algunas zonas de la Franja y la apertura de corredores humanitarios. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron un comunicado a primera hora señalando que la acción se extenderá “de 10:00 a 20:00 [hora local], a partir de hoy”. Israel detalló que la medida “comenzará en las zonas donde las FDI no están operando: al-Mawasi, Deir al-Balah y la ciudad de Gaza, todos los días y hasta nuevo aviso”. “Esta decisión fue coordinada con la ONU y organizaciones internacionales, tras mantener conversaciones sobre el asunto”, agregaron. “Además, habrá rutas seguras designadas disponibles de forma permanente de 06:00 a 23:00 para permitir el paso seguro de convoyes de la ONU y organizaciones humanitarias”. La medida se produce en medio de la creciente alarma por la situación que enfrentan los palestinos en la Franja. La semana pasada 100 organizaciones humanitarias advirtieron que la hambruna masiva se está extendiendo por todo el territorio palestino. El Ministerio de Salud, informó que se registraron seis nuevas muertes en Gaza debido a la desnutrición en las últimas 24 horas, lo que eleva el total de personas fallecidas por falta de alimentos a 133. De ese total, según las autoridades sanitarias, dos tercios son niños. El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, calificó esta crisis de hambre como “provocada por el hombre” y llamó a Israel a dejar entrar a Gaza a la ayuda equivalente a 6,000 camiones que el organismo tiene esperando en Jordania y Egipto. Los gobiernos occidentales también habían intensificado en los últimos días su presión sobre Israel. Reino Unido, Francia y Alemania hicieron un llamado el viernes para que “levante inmediatamente las restricciones al flujo de ayuda”. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó ayer tras el anuncio que “hay rutas seguras y siempre las ha habido”, a la vez que volvió a aludir a la responsabilidad de Hamás y la ONU en no distribuir la ayuda de manera oportuna. “No habrá más excusas”, recalcó. “No vemos ningún compromiso específico” El corresponsal de la BBC en Jerusalén, Emir Nader, escribió que la “pausa táctica” anunciada por Israel “se ubica principalmente en zonas que ya deberían ser más seguras que otras partes de Gaza” en tanto son “lugares a los que el ejército israelí ha indicado a los palestinos que se trasladen”. “Lo más importante, en mi opinión, es que no vemos en los anuncios ningún compromiso específico por parte de Israel de autorizar una cantidad significativamente mayor de ayuda para su distribución por parte de las agencias humanitarias”, agregó. Asimismo, Nader remarcó que está por verse si estos “corredores seguros” prometidos por Israel se concretan. Sobre todo, porque en las últimas horas se han seguido registrando muertes de palestinos que acuden a los puntos de ayuda para buscar comida y terminan siendo atacados. De hecho, al menos nueve palestinos murieron ayer y otros 54 resultaron heridos en un tiroteo israelí dirigido contra civiles reunidos en la ruta de un convoy de ayuda humanitaria a lo largo de la Israel anuncia ‘pausa táctica’ y permite ingreso de algunos camiones de ayuda GAZA calle Salah al-Din, en el centro de Gaza, según informaron fuentes médicas. Según cifras de Naciones Unidas, al menos 1.000 personas han muerto desde mayo en zonas cercanas a puntos de distribución de ayuda de parte de la “Agencia Humanitaria”, respaldada por Israel y Estados Unidos. Asimismo, pese al anuncio de Israel, el domingo se reportó que un ataque aéreo israelí alcanzó un edificio residencial en el oeste de la ciudad de Gaza. Desde el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas acogieron con satisfacción la decisión de Israel. La organización afirmó que dispone de alimentos suficientes para alimentar a toda la población de Gaza, compuesta por 2,1 millones de personas, durante casi tres meses y que espera que “estas medidas permitan un aumento de la ayuda alimentaria que se necesita con urgencia para llegar a las personas que padecen hambre sin más demoras”. Sin embargo, el organismo de la ONU, advirtió que “un alto el fuego acordado es la única forma de que la ayuda humanitaria llegue a toda la población civil de Gaza con suministros alimentarios esenciales de manera coherente, predecible, ordenada y segura”. “Necesitamos una solución sostenible” El anuncio de Israel ha sido recibido con cautela por parte de los gazatíes. “Por supuesto que vuelvo a sentir un poco de esperanza, pero tambiénmepreocupaqueelhambre continúe una vez termine la pausa”, dijo a la BBC Rasha Al-Sheikh Khalil, madre de cuatro hijos, de 39 años, residente en ciudad de Gaza. “Necesitamos una solución real, el fin de esta pesadilla, el fin de la guerra”, agregó. Neveen Saleh, madre de seis hijos, apuntó a que la crisis “no se trata solo de la cantidaddecomida,sinodesucalidad”. “No hemos comido una sola fruta o verdura fresca en cuatro meses. No hay pollo, ni carne, ni huevos. Todo lo que tenemos son alimentos enlatados, muchos vencidos, y harina”, recalcó. Muchos habitantes de Gaza dicen que les preocupa que la atención internacional se diluya una vez que se hayan realizado algunas entregas simbólicas de ayuda. “Esto no es una solución permanente, es como dar analgésicos a un paciente con cáncer sin tratarlo”, dijo Ahmad Taha, un comerciante del norte de Gaza. Los habitantes de Gaza han reportado dificultad para cocinar los elementos que reciben ante la escasez de aguaycombustible. Tras el anuncio de Israel, el Ministerio de Salud de Gaza llamó a tomar “medidas urgentes para salvar vidas”, que incluyan la entrada de suministros de ayuda y la evacuación de los heridos. Munir al-Barsh, director general de la repartición, pidió realizar evacuaciones médicas de emergencia para personas con heridas graves, como lesiones cerebrales o en la columna vertebral. También solicitó la entrada de suministros médicos y nutricionales, incluyendo leche terapéutica para niños, soluciones concentradas de glucosa y proteínas como carne, huevos y productos lácteos. “Cada retraso se mide en un nuevo funeral”, agregó en un comunicado. El estallido de violencia en la provincia de Suweida, en el sur de Siria, donde la mayoría de la población es drusa, ha causado alarma en los últimos días. BBC ‘Les dispararon a los pacientes en sus camas’ CONFLICTO Los testimonios de la masacre en un hospital de la capital de los drusos en Siria. Las fuerzas gubernamentales sirias fueron acusadas de llevar a cabo una masacre en un hospital durante los enfrentamientos sectarios que estallaron hace poco más de una semana. La BBC visitó el Hospital Nacional de Suweida, donde el personal afirma que los pacientes fueron asesinados dentro de las salas. Advertencia: la historia a continuación contiene descripciones de violencia. El hedor fue lo primero que me impactó. En el aparcamiento del hospital principal de la ciudad de Suweida, decenas de cadáveres en descomposición están alineados en bolsas de plástico blancas. Algunas están abiertas, dejando al descubierto los restos hinchados y mutilados de quienes fueron asesinados aquí. El asfalto bajo mis pies está grasiento y resbaladizo por la sangre. Bajo el sol abrasador, el olor es insoportable. “Fue una masacre”, me cuenta el Dr. Wissam Massoud, neurocirujano del hospital. “Los soldados vinieron aquí diciendo que querían traer la paz, pero mataron a decenas de pacientes, desde los más jóvenes hasta los más ancianos”. A principios de esta semana, el Dr. Massoud me envió un video que, según él, fue grabado inmediatamente después de la incursión de las fuerzas del gobierno. En él, una mujer muestra el hospital. En el suelo de las salas hay decenas de pacientes muertos, todavía envueltos en sus sábanas ensangrentadas. “Son monstruos” Todos aquí, médicos, enfermeras, voluntarios, dicen lo mismo: la semana pasada, fueron las tropas del gobierno sirio las que atacaron a la comunidad religiosa drusa, acudieron al hospital y llevaron a cabo los asesinatos. Kiness Abu Motab, voluntario del hospital, dijo sobre las víctimas: “¿Cuál es su delito? ¿El simple hecho de ser una minoría en un país democrático?”. “Son criminales. Son monstruos. No confiamos en ellos en absoluto”, me dijo Osama Malak, un profesor de inglés de la ciudad, a las puertas del hospital. “Le dispararon en la cabeza a un niño discapacitado de 8 años”, afirmó. “Según el derecho internacional, los hospitales deben estar protegidos. Pero nos atacaron incluso en los hospitales. “Entraron en el hospital. Empezaron a disparar a todo el mundo. Dispararon a los pacientes en sus camas mientras dormían”. Todas las partes en este conflicto se han acusado mutuamente de cometer atrocidades. Tanto los combatientes beduinos y drusos como el ejército sirio han sido acusados de matar a civiles y de ejecuciones extrajudiciales. Ciudad sitiada Aún no hay un panorama claro de lo que ocurrió en el hospital. Algunos aquí estiman que el número de personas asesinadas supera las 300, pero esa cifra no puede verificarse. El día anterior, el Ministerio de Defensa sirio afirmó en un comunicado que estaba al tanto de las denuncias de “impactantes violaciones” cometidas por personas vestidas con uniformes militares en la ciudad de Suweida, de mayoría drusa. Y, a principios de esta semana, Raed Saleh, ministro sirio de Gestión de Desastres y Respuesta a Emergencias, me dijo que se investigarían exhaustivamente todas las denuncias de atrocidades cometidas por todas las partes. El acceso a la ciudad de Suweida ha sido muy restringido, lo que ha dificultado la recopilación de pruebas de primera mano. La ciudad se encuentra, en la práctica, sitiada, ya que las fuerzas gubernamentales sirias controlan quién puede entrar y salir. Para ingresar, tuvimos que pasar por numerosos puestos de control. Al entrar en la ciudad, pasamos por tiendas y edificios quemados, y coches aplastados por tanques. La ciudad de Suweida había sido claramente escenario de una dura batalla entre combatientes drusos y beduinos. Fue en ese momento cuando el gobierno sirio intervino por primera vez para intentar imponer un alto el fuego. Aunque numerosas aldeas drusas de la provincia de Suweida han sido reconquistadas por las fuerzas gubernamentales, la ciudad, donde viven más de 70,000 personas, sigue bajo el control total de los drusos. Antes de salir del hospital, encontramos a Hala al-Khatib, de 8 años, sentada en un banco con su tía. La niña tiene la cara ensangrentada y vendada. Parece haber perdido un ojo. Nos cuenta que unos hombres armados entraron y le dispararon en la cabeza mientras se escondía en un armario de su casa. Hala aún no lo sabe, pero sus padres han muerto. Hombres, mujeres y niños buscan comida en Gaza. Getty Images
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