2B La Prensa Panamá, domingo 29 de junio de 2025 Polideportivo Carlos Alcaraz. EFE Cinco predicciones para Wimbledon Jaime Heilbron [email protected] TENIS Mañana inicia una nueva edición del torneo de tenis más famoso y prestigioso del mundo y, si los primeros seis meses del año han indicado algo, es que serán dos semanas de tenis de altísima calidad que darán mucho de qué hablar. Mañana inicia una nueva edición de Wimbledon, el torneo de tenis más famoso y prestigioso del mundo y, si los primeros seis meses del año han indicado algo, serán dos semanas de tenis de altísima calidad que darán mucho de qué hablar. Repasemos algunas de las narrativas más intrigantes e importantes que pesarán durante las próximas dos semanas, mi opinión respecto a ellas y si el tiempo me dará la razón. 1. Habrá nueva campeona femenina Para quienes hemos seguido el tenis femenino a lo largo de la última década, sabemos que esta predicción es un poco fácil, liviana y hasta falta de coraje. Desde que la ya retirada Serena Williams ganó títulos consecutivos en 2015 y 2016, ninguna otra mujer ha logrado repetir como campeona de Wimbledon. Es más, si vemos quiénes ganaron después de ella — Garbiñe Muguruza en 2017, Angelique Kerber en 2018, Simona Halep en 2019, Ashleigh Barty en 2021, Elena Rybakina en 2022, Markéta Vondroušová en 2023 y Barbora Krejcíková en 2024— todas consiguieron su primer y, hasta ahora, único título de Wimbledon. Y en todos los casos, salvo Barty, fue además su último o único título de Grand Slam hasta la fecha. Esto es un claro ejemplo de lo impredecible que se ha vuelto Wimbledon en la rama femenina en los últimos años, lo cual nos lleva a mi próxima predicción. 2. La nueva campeona femenina será alguien que nadie se espera Ha quedado más que claro que Wimbledon es el Grand Slam más impredecible actualmente en la rama femenina. Sorprendentemente, no ocurre lo mismo en los otros torneos grandes. Hasta este año, Roland Garros era territorio dominado por la polaca Iga Swiatek, quien ha ganado cuatro de los últimos seis torneos sobre polvo de ladrillo. La bielorrusa Aryna Sabalenka suele ser favorita tanto en Australia como en Estados Unidos. Y de más está mencionar a las estadounidenses Coco Gauff, campeona este año en París, y Madison Keys, campeona en Australia, que también se perfilan como candidatas. Estas son las cuatro principales favoritas, pero si algo nos ha mostrado Wimbledon en los últimos años es que lo más probable es que ninguna de ellas alce el trofeo el sábado 12 de julio. 3. Novak Djokovic NO igualará los ocho títulos de Wimbledon de Roger Federer (al menos no en esta edición) Si Wimbledon ha sido el Grand Slam más impredecible en la rama femenina, en la masculina ha ocurrido lo contrario. Desde 2018 solo ha habido dos campeones, y uno de ellos ha disputado seis finales consecutivas: Novak Djokovic, el máximo ganador de torneos grandes en la historia del tenis masculino, con 24 títulos. Después de coronarse en 2018, 2019, 2021 y 2022, Djokovic perdió las últimas dos finales ante el español Carlos Alcaraz. En 2023 disputaron una final clásica de casi cinco horas que se llevó el español en cinco sets. En 2024, Carlitos lo despachó en sets corridos. Este 2025, creo que el serbio tendrá un gran torneo y llegará muy lejos, pero perderá en semifinales contra Jannik Sinner. 4. Carlos Alcaraz será finalista por tercer año consecutivo El joven tenista español Carlos Alcaraz tomó al toro por los cuernos cuando irrumpió en el mundo del tenis, ganando su primer Grand Slam con tan solo 19 años en el Abierto de Estados Unidos 2022. Ese mismo año también se convirtió en el tenista masculino más joven en terminar el año como número uno del mundo. Desde entonces, ha superado las expectativas una y otra vez: campeón de Wimbledon en 2023 y 2024, y Béisbol de hoy y del mañana Carlos ‘Calicho’ Ruíz Erasmo Alberto Castro ESPECIAL PARA LA PRENSA [email protected] En esta oportunidad me dedicaré a escribirles sobre el impresionante receptor chiricano Carlos Ruíz, quien, además de una carrera exitosa en el béisbol profesional de Estados Unidos, se dio el lujo de tener dos apodos: “Calicho”, apodo para los Carlos chiricanos, y el apodo que le impusieron en Norteamérica, “Chooch” (“Chuch” en español),el cual proviene de una expresión constante que Ruíz pronunciaba y que no explicaba de dónde venía. Yo tampoco me atrevo a tratar de explicarlo, pero lo cierto es que así lo identificaban en Filadelfia, donde jugó gran parte de su carrera. Era impresionante ver alguna publicación con el título de “Thank you Chooch” o escuchar a miles de personas en el “Citizens Bank Park”, hogar de los Phillies, ovacionando a nuestro compatriota. Este prodigioso receptor panameño nació un 22 de enero de 1979 en David, Chiriquí, donde se crio. Calicho es el hijo de un oficial de la Guardia Nacional, Joaquín Ruíz, y de una maestra de escuela primaria de nombre Inocencia Ríos. Su padre murió víctima de un accidente a muy temprana edad, por lo que nuestro héroe de hoy, siendo un jovencito, tuvo que sacrificarse trabajando para ayudar a mantener a sus dos hermanos más jóvenes. Doña Inocencia, siendo educadora, le insistía a Calicho que no dedicara tanto tiempo al deporte y que estudiara para hacerle frente a las futuras necesidades de la vida, pero él siguió practicando su deporte favorito y también estudiaba, haciéndole caso a su progenitora. En 1998, Carlos Ruíz fue firmado por Allan Lewis, un “scout” local de los Phillies, y fue enviado a la República Dominicana, donde fue instruido para jugar como receptor por primera vez, a pesar de que su posición siempre había sido segunda base. En un momento dado, Carlos Ruíz, en Dominicana, pensó en renunciar, pues su corta estatura y apariencia de niño contrastaban con otros prospectos mucho más altos y atléticos que él. Con el pasar del tiempo, Calicho se adaptó y jugó en la “Dominican SummerLeague”, donde bateó sobre .300, con 4 cuadrangulares y 35 carreras impulsadas en 60 juegos. Su paso por el resto de las ligas menores fue exitoso, por lo que en mayo de 2006 debutó en las mayores con su equipo, los Phillies. Ruíz jugó un total de 10 temporadas con el equipo de Filadelfia (2006-2015), en las cuales tuvo años donde demostró gran calidad en su bateo, razón por la cual se ganó la estima de los seguidores de su equipo. Entre los años más destacados encontramos el 2010, cuando bateó para .302, con 8 vuelacercas y 53 carreras impulsadas en 121 juegos. En el 2011, conectó para .283, con 6 cuadrangulares y 40 carreras impulsadas. El siguiente año (2012), bateó para el excelente promedio de .325, 16 cuadrangulares y 68 carreras impulsadas en 114 juegos, siendo este último año el mejor de su carrera. Nuestro compatriota no era un bateador de fuerza, pero sí un excelente chocador. Era un receptor consistente con su bateo, pero a mi parecer su fuerte era su tremendo juego defensivo. Sus totales como bateador fueron 1,137 juegos, con 935 imparables en 3,539 turnos, lo cual le dio un promedio de bateo de por vida de .264. En cuanto a su juego defensivo, Calicho fue siempre un receptor favorito de los lanzadores, de sus directivos y del público en general. Como prueba de esto, en el 2015, nuestro compatriota empató a Jason Varitek con el récord de receptores que han recibido cuatro juegos sin imparables ni carreras, dos de los cuales fueron del extinto miembro del Salón de la Fama Roy Halladay, ambos en el 2010. Los otros dos juegos sin imparables ni carreras fueron recibidos por Ruíz el 1.º de septiembre de 2014 (lanzadores Cole Hamels, Jake Diekman, Ken Giles y Jonathan Papelbon) y el otro el 25 de julio de 2015, teniendo como lanzador a Cole Hamels. En conclusión, Carlos Ruíz fue un bateador de contacto que supo ayudar a su equipo con su bateo consistente. Su defensa fue excelente, y los lanzadores más destacados de su equipo lo sabían y lo preferían. Se supo ganar el cariño y aprecio de sus seguidores, lo cual pude atestiguar en la Serie Mundial de 2008. ¡Tremendo ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, Calicho! de Roland Garros en 2024 y 2025. Este último título lo ganó de forma épica, remontando dos sets abajo ante Jannik Sinner y salvando tres puntos de campeonato. Alcaraz llega a Wimbledon con una racha de tres títulos consecutivos (dos sobre polvo de ladrillo y uno en césped), y 18 victorias al hilo. Todo esto lo perfila como el máximo favorito para ganar su tercer Wimbledon seguido. Sin embargo, creo que, aunque repetirá como finalista, este año no será campeón. 5. Jannik Sinner ganará su cuarto Grand Slam y primer Wimbledon, derrotando a Alcaraz en la final Por último, mi predicción más arriesgada. Hoy en día, apostar a que Sinner le ganará a Alcaraz en cualquier torneo —fuera de canchas duras, al menos— es algo que pocos se atreven a hacer. No solo porque Alcaraz lo ha vencido en sus últimos cinco enfrentamientos (y siete de los últimos nueve), sino también por la forma en que lo ha hecho. Ya mencionamos su victoria épica en la final de Roland Garros hace unas semanas, pero también hay que recordar que el año pasado lo derrotó ahí mismo en cinco sets, remontando nuevamente. Sin embargo, esta vez le doy el beneficio de la duda a Sinner por dos razones: Primero, creo que el césped de Wimbledon representa un punto medio ideal entre el polvo de ladrillo, que favorece a Alcaraz, y las canchas duras, donde Sinner es más fuerte. Además, estamos hablando de alguien que ha ganado tres de los últimos seis Grand Slams junto con Carlitos y es el número uno del mundo. Y segundo —aunque sea una razón más emocional que técnica—, la última derrota de Alcaraz en Wimbledon fue precisamente ante Sinner, en 2022, por lo cual oficialmente, Sinner lidera el historial entre ambos ahí. Creo que el italiano llegará con sed de revancha y con algo que demostrar. Eso podría impulsarlo al título. Novak Djokovic. EFE Jannik Sinner. EFE Aryna Sabalenka. EFE Coco Gauff. EFE Iga Swiatek. EFE Madison Keys. Tomada de internet
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