2B La Prensa Panamá, miércoles 25 de junio de 2025 Economía & Negocios Cuando pagar impuestos se vuelve un castigo Contribuyentes Luis Eduardo Ocando economí[email protected] El índice analiza 82 países, sobre todo de Europa y América, cruzando dos cosas: cuánto exprimen al contribuyente y qué tan mal funcionan sus instituciones. No se trata solo de cuántos impuestos se pagan, sino de qué tan poco conables son los gobiernos que los administran. Esa es la clave: la presión scal se vuelve insoportable cuando está mal gestionada. ¿Quiénes están en el infierno? En la cima del ranking están Rusia y Venezuela, empatados. Después, aparece Argentina, que, aunque no sorprende demasiado, sí duele, porque nos muestra que el problema no es solo cuánto se recauda, sino cómo se maneja. La inclusión de Argentina se basa en datos de 2023, antes del cambio de rumbo económico del Gobierno del presidente Milei. También se mencionan otros países con alto riesgo scal —como Bolivia, Nicaragua y Ecuador— y, del otro lado, aparecen varios casos interesantes: Irlanda, Dinamarca, Suiza, Luxemburgo. Países con impuestos altos, sí, pero con instituciones sólidas, servicios de calidad y reglas claras. Es decir, cobrar mucho no es el problema si el Estado funciona. No se trata solo de números El informe pone el foco en algo que muchas veces se pasa por alto: la calidad institucional importa tanto como la carga scal. No es lo mismo pagar un 40% de tus ingresos en un país con salud, educación, justicia y seguridad, que hacerlo en uno donde nada de eso está garantizado. La percepción ciudadana cambia radicalmente según lo que recibe a cambio. En los países que lideran este ranking, el Estado cobra como si fuera eciente, pero actúa como si no tuviera ninguna obligación. Hay corrupción, inseguridad jurídica, inestabilidad económica y, en muchos casos, arbitrariedad. En ese contexto, pagar impuestos se siente como una pérdida directa, como nanciar algo que no mejora tu vida. ¿Por qué esto nos tiene que importar? Primero, porque los que viven en estos países la pasan mal. Y no es solo una cuestión ideológica o teórica. Es práctico: si no sabes qué va a pasar con tu plata, si el sistema no te protege y el Estado no responde, entonces todo se vuelve incertidumbre. Y con la incertidumbre, vienen la informalidad, la fuga de capitales y el desencanto generalizado. Segundo, porque esto aleja inversiones, empuja a muchos a irse o a trabajar en la informalidad y profundiza el estancamiento. Es un círculo vicioso que es difícil de romper si no se recupera la conanza en las instituciones. Y tercero, porque es una señal de alerta para no quedarnos solo en las reformas scales. Está bien ajustar las cuentas, buscar eciencia, reducir el dé- cit. Pero si no hay un plan serio para ordenar el Estado, mejorar la justicia, reducir la corrupción y respetar reglas claras, nada cambia de fondo. Ojo con las simplificaciones El informe es útil, pero no perfecto. Deja fuera muchos países de Asia y África, que también enfrentan serios problemas scales e institucionales. Además, agrupar apaíses tan distintos bajo una misma etiqueta puede ser engañoso. No es lo mismo la situación de Argentina que la de Rusia, por más que estén cerca en el ranking. En resumen El “Tax Hell Index” nos recuerda algo simple: la presión tributaria, por sí sola, no dice nada si no va acompañada de un Estado que funcione. Un país puede tener impuestos altos y aun así ser justo, previsible y conable. Si un país quiere salir de la lista de inernos tributarios, no alcanza con bajar impuestos o ajustar el gasto. Hay que hacer que el Estado merezca lo que cobra. Que dé servicios, que respete derechos, que no se lleve todo sin devolver nada. Porque pagar impuestos no debería sentirse como un castigo, sino más bien un contrato. Todos sabemos lo que es un paraíso scal. Pero lo que plantea The 1841 Foundation en su nuevo informe es el reverso tenebroso: el “Tax Hell Index 2024”, o, dicho en criollo, un ranking de países donde pagar impuestos es casi una condena. Recuerdo que hace aproximadamente un año publiqué un artículo de opinión en este medio sobre el índice de 2023. El autor es Country Managing Partner - EY EFE. NUEVA YORK, EUA Una refinería de petróleo en Tacoma, Washington, EFE Petróleo de Texas cae un 6.04%, hasta $64.37, por alto el fuego entre Israel e Irán COMBUSTIBLE El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró ayer martes con una caída del 6.04%, hasta 64.37 dólares el barril, a medida que aumenta el optimismo entre los inversores por el alto el fuego entre Israel e Irán. Al cierre de la jornada en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto bajaban 4.14 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior. Por su parte, el precio del barril de Brent para entrega en agosto bajó ayer un 6.07%, hasta 67.14 dólares, y perdió 4.34 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) frente al cierre del lunes, cuando acabó en 71.48 dólares. El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, armó ayer martes que ha terminado la guerra de 12 días que Israel lanzó sobre el país persa, horas después de la entrada en vigor del alto el fuego propuesto por el presidente de EUA, Donald Trump. No obstante, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que actuará “con la misma determinación” y “la misma fuerza” sobre Irán si intenta retomar su proyecto nuclear. “Hemos relegado al olvido el proyecto nuclear iraní y, si alguien intenta reactivarlo, actuaremos con la misma determinación y fuerza para frustrar cualquier intento de este tipo. Irán no tendrá armas nucleares”, aseguró el mandatario en su primera comparecencia pública desde la entrada en vigor del alto el fuego ayer en la mañana.
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