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5A La Prensa Panamá, lunes 23 de junio de 2025 Panorama Vista del vertedero a cielo abierto de Macaracas. Alexander Arosemena ¿Qué pasa en Azuero? La ciencia tiene la respuesta Aleida Samaniego C. [email protected] CONTAMINACIÓN La contaminación de los ríos La Villa y Estibaná ha dejado a miles sin agua potable en Azuero. Ciencia en Panamá alerta: es una crisis ambiental causada por décadas de abandono y mala gestión. Lo que hoy se vive en las provincias de Herrera y Los Santos no es una sorpresa. Es la crónica de una crisis ambiental anunciada. Miles de personas no cuentan con agua apta para el consumo del grifo, debido a la grave contaminación de los ríos La Villa y Estibaná, dos fuentes importantes para el abastecimiento humano y la vida en la región de Azuero. La organización Ciencia en Panamá, que reúne a cientí‡cos y cientí‡cas de todas las disciplinas del país, ha alzado la voz: “Estamos ante una emergencia que evidencia años de abandono, decisiones mal tomadas y falta de acción en la gestión de nuestros recursos hídricos”. Los expertos advierten que la situación actual no es un hecho aislado, sino el resultado de décadas de contaminación continua: vertido de desechos, uso excesivo de agroquímicos, deforestación sin control y la alarmante ausencia de plantas de tratamiento e‡cientes. “El río La Villa no solo lleva agua a los hogares. También sostiene la biodiversidad, regula el clima, recarga acuíferos y sostiene la agricultura que alimenta a miles”, subraya la organización. Durante años, investigadores han documentado la degradación progresiva de estos ecosistemas clave. Sin embargo, la falta de voluntad política, el débil monitoreo ambiental y la escasa inversión en infraestructura hídrica han dejado a la región vulnerable. Hoy, esa negligencia pasa factura. Seis acciones urgentes para frenar la crisis Frente al panorama alarmante, Ciencia en Panamá propone un plan de acción inmediato: 1. Monitoreo cientí‡- co permanente en toda la cuenca del río. 2. Saneamiento integral, con plantas potabilizadoras adaptadas al contexto local. ¿Quién contaminó el río? Frentiao José A. Rodríguez [email protected] menta. La pregunta obligada es ¿cómo quedó tan contaminado y convertido en una amenaza de salud? En 2005, el Minsa advirtió al Idaan evitar el uso del río Estibaná por estar contaminado, en 2014 se dio el caso de la atrazina, un químico prohibido en otros países para la agricultura por su afectación a las hormonas, y que estaba presente en el agua del río La Villa. Algo muy sonado recientemente, es la cría de puercos. Las granjas de cerdos generan desechos que van a unas lagunas, llamadas lagunas de oxidación. Pero cuando llueve fuerte, esas El agua que tomamos en gran parte de Azuero viene del río La Villa y del Estibaná, que es una subcuenca del río La Villa, o sea, un río más chico que lo ali3. Restauración de zonas de recarga hídrica, mediante reforestación y protección activa. 4. Participación de expertos cientí‡cos en el diseño y evaluación de políticas públicas. 5. Transparencia y acceso ciudadano a la información ambiental. 6. Educación ambiental comunitaria para fomentar prácticas sostenibles. La organización reitera su compromiso de colaborar con autoridades, comunidades e instituciones para aportar soluciones técnicas, basadas en evidencia, que permitan recuperar los ríos y asegurar un futuro sostenible. “Proteger nuestros ríos es proteger nuestra salud, nuestra economía y nuestro derecho al agua. Lo que está en juego es el bienestar de toda una región”, concluyen. lagunas suben de nivel y terminan contaminando el río directamente. Por esto también está contaminado el río Tebario, que es una subcuenca de La Villa, de la que no se habla mucho. El ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, mencionó que hay una barriada que está tirando sus aguas negras (las aguas que salen de nuestros baños) directamente al río porque no tienen plantas de tratamiento de aguas residuales o PTAR. Incluso dijo que está siendo contaminado por los restos humanos de un cementerio. Del vertedero “El Colmón” de Macaracas salen lixiviados, que es el líquido tóxico de la basura, y justo al lado tiene el río La Villa. Para terminar de rematar, encontraron plaguicidas, que son químicos utilizados en la agricultura para matar hierbas o insectos, que están pasando al río y algunos de estos plaguicidas son cancerígenos. En total, esta situación ha afectado cuatro plantas potabilizadoras. El río no tiene la culpa, nosotros somos el problema. Al menos 200 mil panameños han sido afectados por esto, y se suspendieron las clases hasta nuevo aviso. Aunque no podemos atribuir directamente el agua o los plaguicidas cancerígenos a casos especí‡cos, quiero destacar que las provincias de Herrera y Los Santos son las dos con los mayores porcentajes de cáncer en su población de todo el país. ¿Qué podemos hacer? Ayudar en iniciativas de protección ambiental y reforestación en Azuero, lo cual es vital para proteger los ríos. Programar jornadas de reciclaje de las botellas de plástico, encontraron 660 mil botellas. Si cada una fuera un grano de arroz, harían 40 libras de arroz. También, ayudar a nuestros vecinos, especialmente a los más chicos que no están asistiendo a la escuela. Los que participan del des- ‡le de las Mil Polleras en Las Tablas, de las festividades del Carnaval de Azuero o del Corpus Christi en La Villa (que se está celebrando en este momento), recuerden que todos toman agua de este río. Si nos importa nuestra gente, más nos vale cuidar de nuestros ríos y medioambiente. Un abrazo y nos vemos en el siguiente FRENTIAO.

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