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9A La Prensa Panamá, jueves 12 de junio de 2025 El seguro también está evolucionando hacia prácticas más responsables. A nivel internacional, muchas compañías ya consideran criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus inversiones y en la suscripción de riesgos. En Panamá, esta tendencia abre la puerta a productos más éticos, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 4. El ciberseguro: una necesidad urgente En un mundo cada vez más digital, los riesgos cibernéticos representan una amenaza concreta. Sin embargo, el nivel de conciencia en América Latina sigue siendo bajo. Las empresas —incluso las pymes— deben considerar coberturas de protección digital no solo por obligación contractual, sino como parte de una verdadera cultura de prevención. 5. Insurtechs y seguros bajo demanda Las insurtechs están revolucionando el acceso al seguro, especialmente con modelos flexibles o bajo demanda, donde el cliente paga solo por lo que necesita, cuando lo necesita. Este tipo de innovación tiene amplio margen de crecimiento en la región y puede ser clave para aumentar la penetración en sectores tradicionalmente excluidos. 6. Seguros paramétricos: rapidez en la respuesta Diseñados para sectores como agricultura, energía y turismo, los seguros paramétricos activan pagos automáticos ante Malaria en Panamá Este: una amenaza silenciosa Salud pública La malaria es una enfermedad que, aunque prevenible y curable, continúa afectando a miles de personas en las zonas rurales de Panamá. En lo que va de 2025, según datos del Ministerio de Salud (Minsa), el área de Panamá Este ha registrado 3,923 casos confirmados, con 133 de ellos solo en la semana epidemiológica número 13. Las comunidades de Chepo, Tortí y las áreas limítrofes con Darién siguen siendo focos activos de transmisión. Este fenómeno no ocurre al azar. Las condiciones geográficas y sociales del área —altas temperaturas, cuerpos de agua, viviendas dispersas y acceso limitado a servicios de salud— favorecen la proliferación del mosquito Anopheles, vector del parásito Plasmodium vivax, el más común en el país. A ello se suma la movilidad de poblaciones indígenas y migrantes, que enfrentan múltiples barreras para recibir atención oportuna. Durante el año 2024 trabajé como técnica en control de vectores en el corregimiento de Tortí, una de las zonas más golpeadas por la malaria. Junto a otros colegas, llevamos a cabo tareas de diagnóstico, tratamiento, investigación y respuesta (DTIR) en comunidades de difícil acceso como Naca, Puerto Limón, Río Sábalo, Nargandí y Río Diablo. En estos lugares, recorrer horas por trochas para llegar a una vivienda no es raro. Muchas veces, la única forma de lograr un diagnóstico temprano es llevando la salud hasta donde está la gente. Fui testigo de cómo acciones sencillas —como entregar mosquiteros impregnados o realizar charlas sobre prevención— pueden marcar una diferencia significativa. Sin embargo, no basta con intervenir una sola vez. La malaria exige seguimiento constante, logística robusta y voluntad institucional. Las comunidades están dispuestas a colaborar, pero necesitan sentirse acompañadas, no olvidadas. El repunte de casos también ha impactado otras regiones como Darién, Guna Yala, Ngäbe-Buglé y Emberá-Wounaan. En lo que va del año, ya se han reportado dos defunciones: una adolescente de 15 años en Panamá Este y un niño de 10 años en Veraguas. Son las primeras muertes por malaria desde 2017. Este retroceso debe alertarnos. El Minsa ha reforzado sus acciones con fumigación intradomiciliaria, control larvario, pruebas rápidas y promoción de la salud. Pero la realidad del terreno es más compleja de lo que reflejan los informes. Las distancias, las lluvias, los caminos intransitables y la falta de recursos humanos y materiales dificultan el cumplimiento de las metas. Desde mi experiencia, insisto en que la prevención comunitaria y la detección oportuna son nuestras mejores herramientas. Pero no pueden sostenerse sin inversión continua: necesitamos capacitación, transporte, equipos y personal comprometido en las zonas más remotas. También urge fortalecer el vínculo entre las autoridades sanitarias y las comunidades, para que las intervenciones sean culturalmente pertinentes y sostenibles. Reitero algunas recomendaciones simples pero efectivas: •Usar mosquiteros, sobre todo durante la noche. •Eliminar criaderos de mosquitos en patios, charcas o recipientes con agua estancada. •Acudir al centro de salud ante fiebre persistente o escalofríos. •Participar en las jornadas de fumigación y colaborar con los técnicos. La malaria no se erradicará desde una oficina ni desde un hospital urbano. Se necesita una respuesta integrada que incluya a la comunidad, a los técnicos en el terreno y a un sistema de salud fortalecido y humano. Cada acción cuenta. La prevención empieza en casa, pero debe llegar con el respaldo firme del Estado. Las carreras del futuro del trabajo Mercado laboral importancia de mejorar la calidad y pertinencia de la oferta técnica. El informe del Foro Económico Mundial sobre el futuro del empleo (FEM 2025) identifica los diez trabajos con mayor proyección, encabezados por: (1) especialistas en inteligencia artificial, (2) analistas y científicos de datos, (3) especialistas en ciberseguridad, (4) desarrolladores de software y aplicaciones, (5) ingenieros en energías renovables, (6) profesionales de la salud y la economía del cuidado, (7) especialistas en mercadeo digital y comercio electrónico, (8) ingenieros en robótica, automatización y procesos tecnológicos, (9) especialistas en sostenibilidad empresarial, y (10) ingenieros de la nube y DevOps. Este mismo informe refuerza la importancia de la adaptación constante de trabajadores y empresas, y el rol de los gobiernos en promover políticas públicas que actualicen la oferta formativa, redefinan los perfiles profesionales más demandados y valoren ejes transversales como las habilidades blandas, el pensamiento crítico y la comunicación efectiva. Hablar de pertinencia implica conectar la oferta académica con las necesidades del mercado. Esto requiere liderazgo de actores sociales y gubernamentales como el Ministerio de Trabajo, que preside la Alta Comisión de Empleo, y que debe actualizar las acciones programáticas de formación 2025–2030 en coordinación con INADEH, ITSE, AMPYME, IFARHU y las universidades públicas y privadas, como entidades formadoras y promotoras del talento humano. Es necesario un liderazgo oportuno que permita a la población insertarse al mercado laboral con los conocimientos, oportunidades, destrezas y habilidades que hoy se demandan. La pertinencia se ejemplifica con iniciativas como el Instituto Técnico Superior del Este (ITSE), que ofrece formación técniLuis Ernesto Carles 7 claves que están transformando el mundo del seguro Plataformas digitales El sector asegurador está atravesando una transformación sin precedentes. A nivel global, la digitalización, la personalización, la sostenibilidad y la aparición de nuevos riesgos están remodelando la forma en que se diseñan, venden y utilizan los seguros. Para América Latina —y especialmente para Panamá—, este momento representa una oportunidad estratégica para modernizar el sistema, educar al consumidor y fortalecer la confianza en la industria. 1. Digitalización que empodera al usuario Cada vez más aseguradoras adoptan plataformas digitales que permiten cotizar, emitir pólizas y gestionar siniestros de forma ágil. En Panamá ya existen herramientas así, pero su adopción sigue siendo incipiente. Los consumidores valoran la inmediatez y la simplicidad. El reto es expandir estas soluciones sin perder el toque humano, que sigue siendo esencial. 2. Productos hechos a la medida Gracias a la analítica de datos, en mercados más avanzados se diseñan coberturas ajustadas al perfil específico de cada persona o empresa. Esta personalización es clave para atraer a nuevas generaciones, más exigentes y conscientes de sus riesgos reales. 3. Sostenibilidad y compromiso social eventos previamente definidos —por ejemplo, lluvias extremas o terremotos—, sin necesidad de peritaje o ajuste tradicional. En un país como Panamá, vulnerable a fenómenos naturales, esta modalidad ofrece claridad, velocidad y eficiencia. 7. La inteligencia artificial como aliada La inteligencia artificial está ayudando a mejorar la suscripción, detectar fraudes y ofrecer una atención más eficiente. Si se implementa con responsabilidad, puede convertirse en una herramienta poderosa en mercados donde los recursos humanos y tecnológicos son aún limitados. Una oportunidad para todos… especialmente para las nuevas generaciones Estas tendencias no solo impactan a las aseguradoras: deben interesar a todos los actores del sistema, y muy especialmente a los jóvenes que hoy se están formando. A quienes estudian administración, economía, derecho, ingeniería, tecnología o ciencias actuariales: el mundo del seguro les ofrece múltiples puertas para crecer profesionalmente y contribuir al desarrollo del país. Ya sea desde aseguradoras, reaseguradoras, brokers de seguros o de reaseguros, insurtechs o como ajustadores de siniestros, hay un campo amplio, dinámico y con visión de futuro. Panamá, por su conectividad, estabilidad y escala, tiene el potencial de convertirse en un centro regional de buenas prácticas en seguros. Pero eso solo ocurrirá si contamos con talento joven, preparado, ético y comprometido con transformar los riesgos en soluciones sostenibles para todos. LA AUTORA es técnica en control de vectores. EL AUTOR es especialista en riesgos y seguros. EL AUTOR es exministro de Trabajo y y experto en normas internacionales del trabajo. Yanellys Batista ca de ciclo corto bajo la modalidad “aprender haciendo” en áreas clave como ciberseguridad, desarrollo de software, big data, ciencia de datos, inteligencia artificial, mantenimiento industrial, tecnologías metalmecánicas, gestión ejecutiva bilingüe y automotriz, entre otras. Asimismo, la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) ha diseñado una oferta académica enfocada en la automatización, la digitalización, y la integración de procesos logísticos, con carreras como ingeniería en energía sostenible, eléctrica, electromecánica industrial, logística y cadena de suministros, logística y transporte multimodal, mecánica automotriz, ciberseguridad, desarrollo de software y electromecánica biomédica. El informe también resalta el papel creciente de la economía del cuidado, que abarca las capacidades, conocimientos y actitudes necesarias para brindar atención profesional a personas en situación de enfermedad, discapacidad, vejez o dependencia. En este ámbito destaca la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), que ofrece carreras como gerontología, educación especial, estimulación temprana, tecnología biomédica, fisioterapia, fonoaudiología, terapia respiratoria, optometría, urgencias médicas, enfermería, entre otras. El futuro del trabajo anticipa fronteras cada vez más permeables entre disciplinas, donde se valorará tanto el conocimiento especializado como una comprensión multidisciplinaria. Este perfil se conoce como el “trabajador en forma de T” (T-shaped), que combina profundidad en un área con habilidades generales como trabajo en equipo, adaptabilidad social, comunicación efectiva, capacidad organizativa y resolución de problemas. Gerenciar nuestra propia formación con responsabilidad es hoy una necesidad. Debe ser pertinente, sobresaliente, destacada y relevante. Conectemos con el futuro y construyamos prosperidad. El talento humano es la mayor riqueza de un país. Los constantes cambios en la actividad económica, la tecnología y los procesos productivos obligan a actualizar las prioridades educativas y a desarrollar normas de aprendizaje y diseños curriculares que respondan a estas transformaciones y contribuyan efectivamente a elevar la productividad. Es crucial, por tanto, contar con un conocimiento preciso y actualizado de las competencias que demanda el mercado laboral, a fin de mejorar el diseño y la planificación de la oferta formativa de los distintos sectores productivos, y hacer más eficiente el uso de los recursos destinados a la formación. Recientemente, el último informe del Foro Económico Mundial reveló cómo la irrupción tecnológica, la sostenibilidad y los cambios sociales están redefiniendo las oportunidades laborales y las competencias más valoradas en América Latina. Según el Informe sobre el Futuro del Empleo 2025, se prevé la creación neta de 78 millones de empleos hacia 2030, como resultado de la aparición de 170 millones de nuevas oportunidades laborales y la desaparición de 92 millones de roles existentes. De allí la importancia de propiciar espacios que permitan revisar la oferta de formación superior técnica y profesional, y conectarla con las necesidades reales del mercado laboral. En octubre de 2014, la Alta Comisión de Empleo de Panamá —que reunió al sector productivo, trabajadores, universidades públicas y privadas, y expertos en el mercado laboral— identificó, entre otros aspectos: (1) la necesidad de una educación articulada con las demandas del mercado; (2) que las competencias prioritarias para el periodo 2015–2020 estarían relacionadas con agroindustria, construcción, comercio, turismo, logística e innovación tecnológica; (3) la urgencia de fortalecer la articulación entre el sistema de formación profesional y el sector productivo; y (4) la Panamá, por su conectividad, estabilidad y escala, tiene el potencial de convertirse en un centro regional de buenas prácticas en seguros. Gabriel de Obarrio El futuro del trabajo anticipa fronteras cada vez más permeables entre disciplinas, donde se valorará tanto el conocimiento especializado como una comprensión multidisciplinaria. Opinión

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