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7A La Prensa Panamá, martes 10 de junio de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. mación básica, ejercer sus derechos y vincularseconsucomunidad.Lalegislación nacional, incluida la Ley 15 de 2016 y la Ley 1 de 1992, garantiza su uso como parte integral de los derechos de las personas sordas. No obstante, muchas personas sordas aún no tienen garantizado el acceso a una educación en LSP. Esto da lugar a la creación de lo que se conoce como “lengua de señas casera”: una forma improvisada de comunicación gestual que surge cuando un niño sordo crece en un entorno sin acceso a una lengua de señas formal ni apoyo lingüístico. Esta situación limita no solo su comunicación efectiva, sino también su desarrollo personal, educativo y social. Frente a esta realidad nace Symphia, un proyecto impulsado por jóvenes del LaboratorioLatinoamericanodeAcciónCiudadana (LLAC 2025), organizado por el Canal de Panamá y Jóvenes Unidos por la Educación. Symphia busca empoderar y visibilizaralacomunidadsordamedianteel usodelaLSP,fomentandolainclusiónyel intercambio entre jóvenes sordos y oyentes a través de talleres, contenido didáctico en redes sociales y espacios de aprendizaje accesibles, naturales y atractivos. Nuestra misión es construir puentes de comprensión y equidad, y soñamos con llevar Symphia a cada rincón del país. Es vital entender que la LSP no es una simple traducción del español. Es una lengua completa, con su propia gramática, estructura y riqueza cultural. Su enseñanza requiere formación especializada, tanto en lo lingüístico como en lo pedagógico. Por ello, urge que las instituciones educativas, universidades y centros de formación incluyan programas accesibles, actualizados Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. ¿Miedo? ¡No! ¡Euforia! IA Leo The Singularity is Nearer, el último libro del genio inventor Ray Kurzweil, quien lleva años compartiendo y explicando su teoría de la singularidad, según la cual la tecnología nos está conduciendo hacia una transformación radical de la humanidad. Hace 15 años asistí a tres seminarios de Kurzweil en Nueva York. Lo sigo desde entonces. La computadora, inventada por el británico Alan Turing para descifrar los códigos secretos de la marina alemana, costó millones. En ese momento, Turing lanzó un reto: solo cuando una computadora pase la prueba de Turing se le podrá considerar igual a un ser humano. El progreso de la tecnología computacional dejó atrás la ley de Moore —según la cual la capacidad de procesamiento se duplicaría cada dos años— y dio paso a un crecimiento exponencial. Cada dos años, la capacidad se multiplica cientos de veces; cada cuatro, millones; y así sucesivamente. La tecnología progresa billones de veces día a día. Este avance exponencial también ha abaratado la computadora. Ochenta años después de su invención, todos tenemos una. Y pronto costarán menos de un dólar. En su camino hacia superar nuestra inteligencia, la inteligencia arti”cial ha comenzado a descubrir avances que ya mejoran la salud y el bienestar humano. Puede encontrar rápidamente soluciones para enfermedades que hoy consideramos incurables. Basta entrar a un hospital moderno o a una sala de urgencias para ver tomógrafos, CAT scans, radiografías, electroencefalografías. Lo mismo ocurre en una clínica dental, en la comunicación y en el transporte. Desde hace más de una década, somos inseparables de los celulares, y vemos cómo surgen nuevos servicios constantemente. Muchísimas personas han dejado de ser completamente humanas, con prótesis e implantes que reemplazan rodillas, caderas, piernas, brazos e incluso sentidos como el oído, ahora conectados directamente al cerebro. Sin embargo, aunque la computadora ya ha derrotado al mejor ajedrecista del mundo y al mejor jugador de Jeopardy, todavía no ha pasado la prueba de Turing. Kurzweil predice que eso ocurrirá en el año 2029. Cuando llegue la singularidad, serán totalmente humanas. Ya tenemos asistentes más inteligentes, creativos e ingeniosos que muchos de los más dotados de nuestra especie. ¿Por qué temer a la inteligencia arti”cial? Es cierto que podemos imaginar escenarios macabros sobre lo que ocurriría cuando ellos —robots y clones— sean todopoderosos. ¿Nos dominarán? ¿Nos harán la guerra? ¿Nos aniquilarán? Pero como estamos todavía en proceso de construirla, podemos prevenir esas catástrofes. Yo misma escribí un cuento en el que los robots, hartos de ver cómo los humanos destruyen el planeta, deciden salvar la Tierra. Organizan misiones pioneras a Marte, lo adaptan para la vida humana... y nos exilian allá. Pero la realidad que nos muestra Kurzweil es todo lo bueno que la inteligencia arti”cial ya está haciendo —y todo lo que hará. En sus palabras: “Eventualmente, la nanotecnología permitirá expandir directamente nuestros cerebros con capas de neuronas virtuales en la nube. Este fenómeno ampliará nuestra inteligencia y conciencia de manera tan profunda que se hará difícil de comprender.” A ”nes de los años 2030, seremos capaces de replicarnos. No todos querrán hacerlo, pero la tecnología estará disponible. Muchos habremos transferido toda la información de nuestro cerebro a un androide y existirán el Yo1 y el Yo2, ambos seguros de ser el original. Incluso podremos guardar nuestra memoria en un chip, para usarla si llegamos a perderla. Yo, personalmente, ¡quisiera tener mi respaldo ya! Arrowsmith en Panamá Ciencia y pasión como de tecnologías de materiales, mecánicas, electrónicas y computacionales. Ahora bien, quienes hacen de la medicina un mero o”cio carente de una vertiente de descubrimiento cientí”co o desarrollo técnico generado por ellos mismos, delegan la responsabilidad de las bases mismas de su ejercicio a otros: biólogos, químicos, físicos, tecnólogos, matemáticos. Por ello, los profesionales que adoptan exclusivamente esta modalidad suelen carecer de la base cientí”ca necesaria para entender su o”cio en profundidad. En de”nitiva, se trata de una práctica imperfecta, limitada e insu”ciente de la medicina. El ”n de la Segunda Guerra Mundial supuso un punto de inžexión en la construcción de las sociedades actuales, con el reconocimiento, por parte de muchos gobiernos —sobre todo en Estados Unidos—, de la necesidad de realizar fuertes inversiones públicas para cambiar el curso de la historia hacia la modernidad tecnológica. En el campo biomédico, tales inversiones públicas dieron origen a nuevas universidades, departamentos e institutos enfocados en el desarrollo de tecnologías, y alentaron el nacimiento de la industria biotecnológica y una revolución en la industria farmacéutica. El reconocimiento de la importancia crítica de generar nuevo conocimiento, técnicasyterapiasenmedicinaimpulsólacreación de programas de doble titulación, en los que los estudiantes de medicina combinan estudios clínicos con programas de doctorado que implican participación activa en proyectos de investigación y descubrimiento (programas “MD-PhD”). El éxito de estos programas en Estados Unidos, tanto para fortalecer sus sistemas de salud como para fomentar la innovación biomédica, propició suadopciónenmuchosotrospaíses. En Panamá existe un programa de doctorado para licenciados en medicina, gestionadoconjuntamenteporlaUniversidad de Panamá y el Instituto de Investigaciones Cientí”cas y Servicios de Alta Tecnología Timothy Thomson Del silencio a la acción: hacia un Panamá verdaderamente inclusivo LSP Panamá ha logrado avances importantes en diversos ámbitos. Sin embargo, persisten desafíos urgentes, como alcanzar una verdadera inclusión a través de la Lengua de Señas Panameña (LSP). Esta lengua fue reconocida o”cialmente como la lengua de las personas con discapacidad auditiva mediante la Ley 42 de 1999, y más tarde rea”rmada y ampliada con la Ley 15 del 31 de mayo de 2016. A pesar de estas normativas, cabe preguntarse: ¿realmente se promueven y aplican estas leyes en nuestro entorno social? Aunque muchas personas con discapacidad auditiva utilizan la LSP para comunicarse y expresar su identidad cultural, esta lengua ha sido históricamente ignorada por buena parte de la sociedad. En los últimos años, han surgido señales alentadoras:hoyvemosintérpretesdeLSPen noticieros, eventos o”ciales y algunos comunicados gubernamentales. Si bien estas apariciones no son constantes ni universales, representan avances importantes en visibilidad y reconocimiento. Este reconocimiento no es menor. Según datos de la Asociación Nacional de Sordos de Panamá (ANSP), miles de panameños dependen de la LSP para acceder a infory dirigidos tanto a estudiantes sordos como oyentes. Esto permitiría que la LSP deje de ser vista como algo ajeno o extraordinario, y se convierta en una parte natural de nuestro entorno. Desde nuestra experiencia como cofundadores de Symphia, hemos comprobado que la inclusión no consiste solo en integrar a las personas sordas en un sistema ya establecido, sino en transformar ese sistema para garantizar igualdad de oportunidades y participación plena. En nuestras conversaciones con jóvenes sordos, una idea se repite constantemente: el verdadero cambio comienza cuando dejamos de tratar la LSP como una “lengua especial” y empezamos a reconocerla como lo que es: una lengua tan válida, compleja y valiosa como cualquier otra. Por eso, en Symphia no buscamos “ayudar” desde una mirada asistencialista, sino construir en conjunto, desde el respeto, la colaboración y el reconocimiento mutuo. Aunque aún hay mucho por hacer, creemos que cada paso cuenta. Si más personas se atreven a intentarlo —a abrir los ojos, las mentes y también las manos— podremos construir un Panamá más accesible, justo y empático. Porque cuando las manos hablan, el silencio se llena de signi”cado. Y en un país tan diverso como el nuestro, necesitamos todos los puentes posibles para que la inclusión no sea solo una promesa, sino una realidad compartida. Opinión LA AUTORA es escritora. LA AUTORA es egresada del Laboratorio Latinoamericano de Acción Ciudadana 2025. EL AUTOR es doctor en medicina y director del INDICASAT Beatriz Valdés (INDICASAT AIP), que representa un paso importante para conducir al país hacia la modernidad en biomedicina: un futuro en el que los médicos no podrán seguir siendo aplicadores pasivos de conocimientos generados por otros. Hay que considerar que la imparable oleada de herramientas de la llamada “inteligencia arti”cial” aplicadas a las ciencias biomédicas hará obsoleta esa medicina practicada de forma pasiva. Los nuevos médicos solo serán útiles a la sociedad si poseen un profundo conocimiento del método cientí”co, con formación y criterios sólidos para ir más allá de lo que indiquen los algoritmos de aprendizaje automatizado (machine learning). En este sentido, para Panamá será fundamental exigir a los futuros médicos una demostrada capacidad cientí”ca —en forma de publicaciones de alto impacto, descubrimientos y patentes— como requisito para acceder a posiciones de liderazgo en hospitales públicos o privados, y en los distintos niveles del sistema de salud. A lo largo de la historia, numerosos médicos han contribuido a generar conocimientosydescubrimientosfundamentales para la medicina moderna, y algunos han sido galardonados con la más alta distinción cientí”ca: el Premio Nobel. De los cinco latinoamericanos premiados con un Nobel en ramas cientí”cas, tres eran médicos: Bernardo Alberto Houssay (Argentina, 1947; glándula pituitaria y metabolismo), Baruj Benacerraf (Venezuela, 1980; complejo mayor de histocompatibilidad) y César Milstein (Argentina, 1984; anticuerpos monoclonales). Para avanzar, nuestra sociedad necesita más médicos-cientí”cos, de entre los cuales surjan quienes puedan aspirar, con méritos, a un Premio Nobel. También Panamá. “Formación. Eso es lo que necesitas. Conocimiento fundamental. Aprende química. Aprende biología”. Esa fue la recomendación que recibió Martin Arrowsmith, por entonces joven aspirante a médico, de parte de un galeno convencional que lamentaba no haber tenido el bene”cio de esa formación cientí”ca. Arrowsmith, novela de Sinclair Lewis publicada en 1925 y galardonada con el Premio Pulitzer en 1926, narra la trayectoria personal, cientí”ca, médica y profesional del personaje ”cticio Martin Arrowsmith. La obra presenta el recorrido vital de un joven con enorme curiosidad y deseo de descubrir, que llega a convertirse en un investigador médico (o un médico investigador) que encuentra un nuevo principio curativo; que, en una etapa de su vida, cede a la presión social y a los espejismos del dinero y el poder; y que, en su última etapa, vuelve a lo que verdaderamente da sentido a su vida: el descubrimiento cientí”co para bene”cio de la salud humana. La práctica de la medicina puede plantearse desde diversos ángulos: como mero o”cio, como arte, como forma de poder, como servicio público o como ciencia. La medicina entendida como o”cio y como arte es una práctica tan antigua como la humanidad misma, y ha ido evolucionando a medida que adoptamos nuevos conceptos e inventamos nuevas técnicas. Esta forma de ejercer la medicina se alimenta necesariamente de las ciencias biológicas,químicas,farmacéuticasyfísicas,así Ana Laura Santimateo Trejos 7A LaPrensa Panamá, jueves 16 de enero de 2025 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. 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