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7A La Prensa Panamá, sábado24 de mayo de 2025 La opinión de Hilde Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. lidad y visión de país, podríamos perder lo que con tanto esfuerzo hemos construido: nuestra estabilidad, nuestra credibilidad y nuestra capacidad de crecer. El cierre de la mina, según datos de la Cámara Minera de Panamá (Camipa), redujo el crecimiento del PIB en aproximadamente un 4.8% en 2024. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una disminución en el crecimientoeconómicodePanamá,estimando que el PIB crecería solo un 2.5% en 2024, en comparación con el 7.5% registrado en 2023. Esta desaceleración se atribuye principalmente al cierre de la mina, que contribuía directa e indirectamente con alrededor del 5% del PIB del país. Esta caída afectó no solo al sector minero, sino también a otras áreas de la economía que dependían de la actividad minera, como el transporte y los servicios. La economía panameña dejó de percibir aproximadamente B/.2,514 millones debido al cese de operaciones de la mina. Además, se perdieron alrededor de 54,107 empleos formales directos asociados a la actividad minera. El Canal de Panamá —la verdadera gallina de los huevos de oro del país— se encuentra en una posición frágil. El cambio climático y la falta de infraestructura para garantizar su operación plena han reducido significativamente su capacidad. La oposición al uso del río Indio como fuente alterna de agua pone en jaque la sostenibilidad del Canal. Esto no es un tema técnico: es una decisión de país. De los ingresos del Canal dependen aproximaLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Para que puedas contar Narrar para formar En la encíclica Laudato Si’ (2015), el Papa Francisco hace referencia a la contemplación estética y su relación con el cuidado del planeta y cómo la cultura desde la poesía, el arte y la música pueden volver a recuperar el diálogo con la naturaleza en medio del ruido: “La naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio del ruido constante?” Sin embargo, es en el Mensaje para la 54ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (2020) con el título: “Para que puedas contar y grabar en la memoria” donde Francisco reflexiona sobre el poder de las historias y la narración en la formación de las personas. Nos presenta un discurso con citas bíblicas y referencias literarias donde destaca cómo la literatura es un canal mediador para explorar las grandes preguntas del ser humano. “Quiero dedicar el Mensaje de este año al tema de la narración, porque creo que para no perdernos necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos”. Así inicia su discurso. Más adelante dice: “Desde la infancia, tenemos hambre de relatos como tenemos hambre de alimento. [...] Las historias nos marcan, plasman nuestras convicciones y comportamientos, nos ayudan a entender y Carlos Fong ‘No solo perderemos la gallina de los huevos de oro’ Confianza del mercado La economía no se derrumba de un día para otro, pero cuando lo hace, arrastra todo a su paso. Hoy no estamos simplemente amenazados por la desaceleración o la inflación: estamos al borde de un colapso más profundo. La llamada “gallina de loshuevosdeoro”—lossectoresquetradicionalmente han sostenido nuestra economía, como las exportaciones clave, el turismo y la inversión extranjera— están en riesgo. Pero lo más grave es que el propio “gallinero” —la estructura económica que los hace posibles: instituciones, confianza, estabilidad macroeconómica y tejido empresarial— también empieza a mostrar grietas preocupantes. Si no se toman decisiones valientes y estratégicas, no solo dejaremos de producir riqueza: podríamos destruir nuestra capacidad de generarla a largo plazo. Y recuperarla no será tan fácil como conseguir una nueva gallina. Panamá vive un momento crítico. Lo que hoy enfrentamos no es una simple coyuntura política o económica: es una amenaza directa al modelo que ha sostenido nuestra economía y nuestra proyección internacional durante décadas. Si no reaccionamos con responsabipara apoyar reformas sostenibles está creando un escenario insostenible. Cada día que pasa en esta zozobra debilita la confianza de los cotizantes y amenaza el colapso del sistema. La reforma de hoy garantiza que millones de panameños tengan salud y pensión. Mientras tanto, el comercio nacional —especialmente el de pequeños y medianos negocios— se contrae peligrosamente. Las ventas han caído, la inversión se ha frenado y la sensación de incertidumbre es generalizada. La economía nacional está en una especie de coma inducido por la confrontación y la falta de comprensión de algunos grupos. La gran pregunta es: ¿vamos a reaccionar o vamos a dejar que todo esto colapse? Estamos perdiendo la confianza de los mercados internacionales, la estabilidad interna y el bienestar de nuestros ciudadanos. No podemos seguir postergando decisiones cruciales por miedo al costo político. No se trata de elegir entre sectores: se trata de preservar lo que da vida al país entero. Panamá necesita líderes a la altura del momento. Necesita visión, valentía y compromiso con el interés nacional. Porque si seguimos por este camino, no solo vamos a perder el Canal, los puertos o el agro: vamos a perder la confianza de la gente y el respeto del mundo. Y eso sí que no lo podemos permitir. Opinión EL AUTOR es auditor forense y examinador de fraude autorizado. EL AUTOR es escritor. humano y las palabras. Estamos constantemente leyendo el mundo. El título de la conferencia de Francisco viene de la Biblia, del libro de Éxodo. Cuando el Señor se le revela a Moisés y le dice: «Para que puedas contar [y grabar en la memoria] de tus hijos y nietos […] los signos que realicé en medio de ellos. Así sabréis que yo soy el Señor» (Ex 10,2). Porque para Dios el poder de la memoria es vital para que los forjadores de libertad, los líderes, luchen por la justicia. Nos dice Francisco: “De la memoria de Dios brota la liberación de la opresión, que tiene lugar a través de signos y prodigios”. Entonces, las historias son un camino seguro al conocimiento, son espejo y reflejo de nuestra existencia. “Los relatos nos enseñan; plasman nuestras convicciones y nuestros comportamientos; nos pueden ayudar a entender y a decir quiénes somos“, dice Francisco y añade: “Sumergiéndonos en las historias, podemos encontrar motivaciones heroicas para enfrentar los retos de la vida”. “El hombre será llamado así, de generación en generación, a contar y a grabar en su memoria los episodios más significativos de esta Historia de historias, los que puedan comunicar el sentido de lo sucedido”. Por eso la historia de la humanidad es un gran relato que se teje en los tiempos y que le da sentido y significado, en medio del caos y el absurdo, a la vida. En sus diversos documentos y discursos, el Papa Francisco hizo alusión a los poderes de la cultura, la literatura, el arte y la narración oral. También se refirió al valor de la educación. En Veritatis Gaudium (2018) -Exhortación Apostólica- Francisco eleva una crítica a la educación puramente técnica y apela por integrar la literatura, la filosofía y la historia en la formación. La literatura, como parte de las humanidades, ayuda a desarrollar el pensamiento crítico y la sensibilidad ética, nos dice. El discurso en la Plenaria del Pontificio Consejo de la Cultura (2017) es una reflexión sobre el diálogo entre fe, ciencia y cultura. Destacó el papel de la literatura y las humanidades en la búsqueda de sentido. Citaba constantemente algunos de sus autores favoritos: “Los grandes escritores —desde Homero hasta Dante, desde Dostoievski hasta Borges— han sabido explorar los abismos del alma humana, sus luces y sombras, su sed de infinito.” Carlos A. García Molino Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón decir quiénes somos.” Porque cada ser humano está hecho de historias. Somos las historias que contamos. La evolución humana no se puede entender sin las historias. El Papa subraya que las narraciones (literatura, cine, tradición oral) no son solo entretenimiento, sino formadoras de identidad. La literatura, en este sentido, es un alimento espiritual que ayuda a dar sentido a la existencia. De allí la diferencia de las buenas y malas historias: “Cuántas historias nos narcotizan, convenciéndonos de que para ser felices necesitamos tener, poseer, consumir. [...] Pero solo las historias capaces de atravesar nuestro corazón pueden transformarnos.” Necesitamos contarnos historias para reconocernos en el otro y nosotros mismos. “En medio de la confusión de las voces (...) necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos (...) que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”. Porque cuando contamos historias estamos reparando el tejido social y también las heridas personales. Las historias están implícitas en la vida cotidiana: “El hombre es un ser narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos. Ya sean en forma de cuentos, de novelas, de películas, de canciones, de noticias…, las historias influyen en nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello”. Existe un contrato tácito entre el ser damente el 3.5% del PIB nacional y más de mil millones de dólares anuales que alimentan directamente el presupuesto del Estado. No podemos darnos el lujo de dejar que esta fuente se agote por falta de consenso. Y si hablamos de nuestras ventajas logísticas, los puertos son el segundo pilar de esta plataforma. Juntos, el Canal y los servicios logísticos que lo rodean representan cerca del 30% del PIB. Sin embargo, esta plataforma está siendo socavada por la creciente conflictividad interna. Los cierres de calles, las huelgas, la incertidumbre política y la falta de una ruta clara afectan la imagen de Panamá como hub confiable. Cada barco que opta por otra ruta, cada contenedor que se redirige a otro puerto, representa una pérdida que no se recupera fácilmente. En medio de este panorama, otro sector clave se desangra lentamente: el agro. El cierre de fincas bananeras en Bocas del Toro es solo la punta del iceberg. Las protestas prolongadas, los bloqueos de vías y la ausencia de políticas sostenidas han golpeado duramente a miles de productores que ya vivían al límite. El sector agropecuario, que representa aproximadamente el 2.5% del PIB, pero que genera empleo directo e indirecto para más del 15% de la población activa, está en franco retroceso. No podemos subestimar lo que esto significa: son familias sin ingresos, comunidades rurales en crisis y mayor dependencia de alimentos importados. Todo esto ocurre mientras el país se paraliza frente a otro desafío mayor: el futuro de la Caja de Seguro Social. La falta de voluntad política

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