9A La Prensa Panamá, miércoles 21 de mayo de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. pontánea, sino planeada; ni frente a ciudadanos desesperados que agotan los recursos legales disponibles. Se trata de una agrupación sindical con poder estructurado y respaldo político, que ha tomado como rehén a toda una provincia para negociar con base en la fuerza lo que no logra mediante el diálogo ni la legalidad. Que el gobierno permita —o peor aún, pacte con— este tipo de medidas equivale a ceder el control de su función esencial: garantizar el orden público dentro del marco de la ley. Una democracia no puede funcionar si el cumplimiento de la ley depende del poder de presión del infractor. Tolerar que un sindicato bloquee carreteras sin consecuencias judiciales, mientras otros panameños deben cumplir rigurosamente con sus deberes, equivale a establecer una ciudadanía de dos niveles: unos con inmunidad callejera y otros con sujeción absoluta. Es cierto que la protesta es un derecho fundamental. El artículo 38 de la Constitución lo garantiza, pero con una condición clave: debe ejercerse “sin armas” y “sin alterar el orden público”. No hay derecho alguLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Día del Médico Mensaje Hoy alzamos la voz como país y como institución para rendir homenaje a quienes hacen de la medicina no solo una ciencia, sino un acto cotidiano de humanidad y compromiso. Celebramos con orgullo y gratitud a los médicos panameños, y de manera muy especial, a quienes forman parte de la Caja de Seguro Social. Cada 21 de mayo conmemoramos la fundación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, hito que marcó el inicio de una historia de servicio y entrega al pueblo panameño. Esta fecha, oficializada por el Decreto n.º 148 del 19 de junio de 1978, es mucho más que una efeméride: es un llamado a reconocer la dimensión ética, técnica y humana de una profesión esencial. Los médicos de la CSS son custodios de vidas. Su labor va más allá del conocimiento clínico: encarna vocación, sacrificio y resiliencia. En cada consulta, en cada sala de urgencias, en cada visita a una comunidad lejana, se expresa una misma verdad: la salud de nuestra gente está en manos de profesionales que no se rinden. En tiempos de transformación institucional, su ejemplo inspira. La medicina no solo se practica con bisturíes o recetas, sino también con escucha, empatía y palabras que sanan. Son ustedes quienes humanizan nuestros servicios y quienes llevan esperanza donde muchos solo ven diagnóstico. Doctoras y doctores: ustedes honran el título con cada acto de servicio. Su ética es guía; su esfuerzo, sostén; su humanidad, faro. En la Caja de Seguro Social, ser médico no es simplemente una profesión: es una vocación de vida. Hoy no solo los felicitamos. Hoy los reconocemos. Y lo hacemos en nombre de cada paciente, de cada familia y de una institución que tiene en ustedes una de sus columnas más firmes. ¡Gracias por cuidar a Panamá con ciencia, con entrega y con corazón!¡Feliz Día del Médico! EUA y su política de intervención en América Latina Geopolítica soberanos, sin aclarar si esa soberanía es realmente plena sobre todo nuestro territorio. Los hechos sugieren lo contrario. Esta alusión al pasado es pertinente para ilustrar el intervencionismo estadounidense en los asuntos internos de otras naciones, a menudo recurriendo a la intimidación arancelaria o al chantaje en su política exterior y comercial. Recientemente, Estados Unidos ha declarado que la influencia china es “maligna” para América Latina, después de años de desdén hacia el continente, como cuando afirmaron que “ellos nos necesitan más a nosotros que nosotros a ellos”. Ahora pretenden aplicar la política del “garrote” para entorpecer y obstaculizar el desarrollo de los países que acepten cooperación de quien les tienda la mano. El Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado emitió una amenaza clara: “Estados Unidos se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y futuros desembolsos del BID y otras instituciones financieras para empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia (y en otros países de la región donde la Iniciativa de la Franja y la Ruta tenga proyectos). Estos proyectos ponen en peligro la seguridad de la región”. En respuesta, el presidente Gustavo Petro anunció: “Ya entramos a la Ruta de la Seda”, enfrentando abiertamente la posición estadounidense. Según explicó, esta decisión permitiría reducir el déficit comercial de 14 mil millones de dólares con China y revitalizar la zona del litoral Pacífico colombiano, desde donde se abrió en febrero una conexión marítima con Shanghái. Antes, Perú ya había recibido una advertencia similar, a pesar de que China había financiado el megaproyecto del puerto de ChanJorge Obediente Es hora de gobernar, no de ceder Legalidad democrática En los últimos días hemos sido testigos de un hecho que afecta gravemente el Estado de derecho en Panamá: el gobierno ha permitido que un sindicato bananero, junto con otros grupos que lo respaldan, cierre calles y bloquee carreteras sin consecuencia legal alguna, vulnerando el derecho constitucional a la libre circulación y dejando a la ciudadanía a merced de una minoría organizada. Este acto no solo constituye una omisión intolerable del deber de gobernar, sino también una renuncia tácita a los principios que sostienen la legalidad democrática. El derecho a la circulación, consagrado en el artículo 27 de nuestra Constitución, no es un mero privilegio con límites imprecisos, en el que no se sabe dónde empieza una cosa y dónde termina la otra: es una garantía individual que permite a cada persona desplazarse libremente dentro del territorio nacional. Cuando el Estado consiente pasivamente en su violación, abre la puerta a una anarquía selectiva, en la que unos pocos imponen su voluntad al resto sin contrapeso ni sanción. No estamos aquí ante una protesta esno que ampare impedir a otros ir al trabajo, al hospital o a la escuela. No puede haber justificación moral ni legal para el uso sistemático de bloqueos como forma de chantaje colectivo. Protestar no es sinónimo de sabotear. El gobierno panameño debe asumir su responsabilidad institucional. La autoridad que no actúa frente al quebrantamiento del orden público no solo pierde su legitimidad, sino que se convierte en cómplice por omisión. No hay neutralidad posible cuando se trata de garantizar derechos fundamentales. O se hace valer la ley para todos, o el país caerá en un estado de excepción informal donde el más fuerte impone su ley de facto. Panamá necesita gobernantes que no teman ejercer la autoridad legítima. Tolerar abusos como los actuales, en nombre de una malentendida paz social, es sembrar la semilla de futuros estallidos aún más difíciles de contener. La justicia social no puede construirse sobre el atropello de derechos ajenos. El Estado debe rectificar. Aplicar la ley no es represión: es justicia. Defender el derecho a circular no es un capricho exclusivo ni un privilegio, sino un acto de defensa de la dignidad de cada panameño que madruga para trabajar, estudiar o vivir en paz. Ceder ante el chantaje de unos pocos es perder el control del país. Es hora de gobernar, no de ceder. Opinión EL AUTOR es director ce la Caja de Seguro Social. EL AUTOR es ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia. EL AUTOR es ciudadano. Dino Mon cay. En el reciente foro China-CELAC, en el cual Panamá no tuvo una representación de peso, el gobierno chino reafirmó su compromiso de fortalecer la relación comercial con América Latina y el Caribe, anunciando líneas de financiamiento por más de 8 mil millones de dólares. En contraste, el caso de Panamá resulta patético: fue obligado a abandonar la Iniciativa de la Franja y la Ruta, perdiendo así la oportunidad de acceder a financiamiento para proyectos estratégicos como el canal seco entre Chiriquí y Bocas del Toro, o la línea ferroviaria hacia Costa Rica y el resto de Centroamérica. Nuestros gobernantes no han hecho nada al respecto. Este nuevo episodio de intervencionismo incluye incluso la identificación de “candidatos preferidos” en elecciones nacionales por venir en América Latina, con el fin de apoyarlos y consolidar su influencia geopolítica en la región. ¿Quién es, entonces, la verdadera influencia maligna? Las finanzas estadounidenses tampoco atraviesan su mejor momento. Una calificadora de riesgo rebajó recientemente la nota de la deuda soberana, señalando un continuo deterioro fiscal. Esto ha encarecido los bonos a 30 años, y si los tenedores masivos los liquidaran en el mercado, se elevarían aún más los intereses, afectando seriamente la economía interna. Pese a ello, Washington sigue aplicando su política de garrote internacional mientras enfrenta una profunda crisis interna, marcada por una polarización política que probablemente se reflejará en las elecciones de medio término. Mientras más países se resisten a sus presiones, mayor es la vulnerabilidad de Estados Unidos... y más fortalecidos emergen los demás en esta larga carrera de resistencia. Dos preguntas para nuestros gobernantes:¿Mantenemos soberanía plena sobre todo el territorio, salvo lo ocupado por fuerzas extranjeras?¿Qué esperamos para reincorporarnos a la Ruta de la Seda? Volviendo la mirada hacia atrás, recordamos cómo la interferencia de Estados Unidos, a través de su agencia de tres letras especializada en operaciones extraterritoriales —y posiblemente amparada por la prerrogativa constitucional de las “cartas de marca y represalia”— ha permitido entrometerse en las decisiones soberanas de cualquier nación. Quiero referirme a dos intervenciones estadounidenses que cambiaron el destino de dos países: Cuba y Nicaragua. Fulgencio Batista gobernó Cuba desde 1937 hasta 1959, periodo en que ese país fue conocido como la “perla de las Antillas” y experimentó progreso, riqueza literaria, turismo y una relativa estabilidad social. Algo similar ocurrió en Nicaragua con Anastasio Somoza, quien estuvo en el poder de 1937 a 1956, también bajo un clima de desarrollo y estabilidad. Coincidentemente, ambos gobernaron durante la misma época y fueron derrocados por movimientos armados impulsados por facciones extranjeras que promovían la democracia como justificación para acabar con las dictaduras. Batista fue desplazado por Fidel Castro y Somoza por Daniel Ortega. Basta comparar la situación de esos países entonces y ahora. Hay muchos otros ejemplos similares en América Latina, siendo Venezuela uno de ellos, cuando Hugo Chávez sucedió a Carlos Andrés Pérez, seguido por el actual presidente, Nicolás Maduro. Panamá también ha tenido su cuota de dictadores influenciados por los estadounidenses, como Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega, este último derrocado por una invasión cuando dejó de ser útil a sus intereses. Hoy, ese intervencionismo se vive de nuevo en carne propia, aunque el presidente panameño proclame que somos Aplicar la ley no es represión: es justicia. Defender el derecho a circular no es un capricho exclusivo ni un privilegio, sino un acto de defensa de la dignidad de cada panameño que madruga para trabajar, estudiar o vivir en paz. Edgardo Molino Mola Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón Washington sigue aplicando su política de garrote internacional mientras enfrenta una profunda crisis interna, marcada por una polarización política que probablemente se reflejará en las elecciones de medio término.
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