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7A La Prensa Panamá, sábado 10 de mayo de 2025 La opinión de Hilde Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. virtuar lo que signiŠca y conlleva ser un país protector y amigo, transformándose en un Estado que, producto de su fortaleza militar, ideológica y de in¥uencias, comenzó a “colonizar democráticamente” o, por medio de “memorándums de entendimiento”, a ocupar estratégicamente parte del territorio de países aliados, incluso de una nación neutral y constitucionalmente sin fuerza militar. Una paranoia, mezclada con una dicotomía en cuanto a la aplicación del control Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Instrucciones para escribir cuentos Literatura martillo…”. No se trata solo de que algo le suceda a Mauro, sino de que ese algo sea interesante. Ahora insertamos a un ser que amenaza al valle, pero no es una criatura cualquiera; es la prueba que Mauro debe superar para convertirse en su destino. Las frases que marcan el desarrollo —“De pronto...”, “Inesperadamente...”— son rupturas, nudos de acción que le dan tensión al relato; lo que llaman trama. El cuento tampoco es una serie de acciones. El relato debe aportar miradas de la condición humana: El miedo de Mauro nos ayuda a ver la fragilidad humana, el temor a fracasar. Ha nacido un personaje. Algo importante es que, si creamos un personaje y lo metemos en un problema, lo ayudemos a salir. Es muy fácil meter a los personajes en un lío y abandonarlo a su suerte. A veces el personaje está tan vivo que se pone en contra de su creador. Sin embargo, lo que importa es que solucione su problema y esta resolución a veces termina en fracaso o la muerte. No lo podemos evitar. El cuento así lo pide. No hace falta un “y vivieron felices para siempre” para cerrar el cuento. A veces un final abierto o inespeCarlos Fong Soberanía nacional Canal de Panamá Un país que luchó contra la colonización, la opresión, la desigualdad racial y la explotación de recursos naturales —los cuales eran exportados para aumentar las riquezas de extranjeros—; una nación que gestó y predicó el anticolonialismo en América, lo cual fortaleció el nacionalismo territorial y contribuyó al surgimiento de la Doctrina Monroe, que no es más que: “América para los americanos”. Sin embargo, de proteger a los países del continente, Estados Unidos empezó a desChi Minh para buscar el respaldo del gobierno estadounidense, este nace de la teoría anticolonialista que Estados Unidos había expresado al mundo. Pero el resultado fue un revés fatal: favorecieron a los franceses. Dichas incongruencias en la política exterior envían un mensaje claro a la ciudadanía panameña: al Šnal de la jornada, cada país actuará conforme a su Raison d’État. De este modo, Panamá debe sostener una política internacional apegada a cada cláusula del Tratado de Neutralidad, y mientras no exista incumplimiento por parte de la República de Panamá, no hay razón alguna para permitir bases militares o acuerdos que comprometan nuestra soberanía. En cierto modo, el Canal de Panamá no requiere defensa extranjera: requiere respeto. Opinión EL AUTOR es abogado y estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad de Panamá. EL AUTOR es ecritor. y esa razón siempre es la misma: hacer que el mundo imaginado sea tan real como el verdadero. Los componentes del cuento son como un tejido que le da forma a la historia. Los personajes no son meras figuras, sino entidades que tienen deseos y miedos que los hacen parecerse a nosotros, porque tienen problemas similares a los humanos reales: grandes temas de la vida. Pensemos en nuestro personaje, Mauro: ¿Es una historia sobre la valentía? ¿Sobre el precio de algún deseo? ¿Sobre la fragilidad de la vida? ¿Sobre el miedo a morir? El tema no se declara, se insinúa, como un aroma que gravita en las páginas sin necesidad de nombrarlo. Al final, lo que queda es el efecto, esa sensación que persiste cuando el cuento ya terminó. A veces es una alegría o una incertidumbre. Como educadores, la misión no es enseñar recetas, porque no las hay. Es enseñar a encender una vela que no se apague jamás. Que los estudiantes se atrevan a romper moldes, a cuestionar la realidad desde la imaginación, a descubrir que un cuento es un bicho que despertó convertido en hombre, para contradecir a Kafka. Porque en el arte de contar historias, lo más importante no son las palabras sobre el papel, sino el descubrimiento de la naturaleza humana a través de ellas. La magia del cuento reside en su aparente simplicidad: un principio que atrapa, un acontecimiento puro que conmueve y un final que deja una impresión de la realidad. Dedico este artículo a los educadores que buscan guiar a sus estudiantes en el arte de escribir cuentos. Un cuento no es solo una estructura: inicio, nudo y final. Un cuento es un organismo vivo compuesto de algunos elementos que respiran a través de las palabras. Un cuento tampoco es una anécdota, pero sí puede que la anécdota devenga en cuento. Los inicios clásicos —“Había una vez”, “Érase una vez”— son viejos compañeros, pero la creatividad y la imaginación permiten abrir otras puertas. El principio del cuento puede ser un gesto, un aroma, un silencio cargado de sentido. Imaginemos un cuento donde el personaje se llama Darío, el joven herrero de un pueblo, no solo vive en un valle rodeado de montañas; sus sueños están hechos del mismo metal que forja, y es ahí, en ese detalle mínimo, donde comienza su historia: “El silencio del valle se interrumpió con el golpe de un Panamá debe sostener una política internacional apegada a cada cláusula del Tratado de Neutralidad , y mientras no exista incumplimiento por parte de la República de Panamá no hay razón alguna para permitir bases militares o acuerdos que comprometan nuestra soberanía. Jean Pierre Ríos Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Anne e Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón Un cuento no es solo una estructura: inicio, nudo y final. Un cuento es un organismo vivo compuesto por algunos elementos que respiran a través de las palabras. Un cuento tampoco es una anécdota, pero sí puede de que la anécdota devenga un cuento. rado pueden ser más poderosos que cualquier moraleja explícita. Mauro vence a la criatura, sí, pero su verdadera victoria no está en haber creado una espada, sino en haber creído que era posible usarla para lograr la libertad. Las palabras que sellan el cuento —“Finalmente...”, “Y así fue como...”— serán un eco que seguirá sonando en la mente del lector, porque se lleva una moraleja implícita que toca algo humano. Escribir un cuento es aprender a mentir con elegancia. Si no somos capaces de mentir, no podemos escribir. Mentimos para editar la realidad y desenmascararla. Los cuentos son mentiras que nos hablan de la realidad. Por eso la gente se reconoce en ellos. La simplicidad no es pobreza; es precisión y es coraje de contar sin miedo. Es importante saber elegir desde qué punto de vista se va a contar el cuento. Atención a estas líneas: “Me dispuse a salir para adentrarme en el bosque” (primera persona). “Se dispuso a salir para adentrarse en el bosque (tercera persona). “Te dispusiste a salir para adentrarte en el bosque”. Cada una de estas formas contará el cuento desde una distancia distinta respecto a la realidad que vive el personaje. Saber que el cuento permite: la sugestión, la concentración, la sorpresa, la tensión, elipsis; pero que no tolera: desvíos, digresiones, adornos, cabos sueltos y, sobre todo, que un cuento hace verosímil lo inverosímil. Cada palabra debe estar ahí por una razón, ideológico y geopolítico frente a relaciones comerciales legítimas entre Panamá y la República Popular China —negocios que mantienen la mayoría de los países del mundo, incluyendo a los propios estadounidenses—, es satanizada por estos mismos, tomando como pretexto que el Canal de Panamá está supuestamente operado por China y no por manos panameñas. Resulta contradictorio que un país que luchó a favor de la independencia y soberanía de las naciones, expulsando a los colonizadores europeos de nuestras tierras, practique lo mismo en pleno siglo XXI. A manera de ejemplo, durante el siglo XX, el entonces presidente de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte), Ho Chi Minh, envió una comunicación al secretario de Estado de Estados Unidos, Robert Lansing, solicitando apoyo para asegurar la liberación de Vietnam del control colonial francés. Sin embargo, la solicitud no prosperó. Si analizamos el principal motivo de Ho

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