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10A La Prensa Panamá, miércoles 7 de mayo de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. genera indignación: instalaciones deterioradas, paredes agrietadas, aires acondicionados que exhalan su último soplo de frescura, baños sin papel higiénico y un personal médico y administrativo que, a pesar de todo, intenta comportarse con empatía frente a la imposibilidad de ofrecer un servicio digno. ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Dónde está el dinero? ¿Será que todo se va en las millonarias planillas de los diputados, quienes parecen necesitar cientos de colaboradores en cargos sin funciones claras ni rendición de cuentas? No debemos olvidar que elegimos a un diputado, no a una empresa paralela de contrataciones para cada uno de ellos. ¿O será que esos diputados carecen de la preparación necesaria y, por eso, requieren cientos de asesores para, si acaso, impulsar una sola ley en toda su ejecutoria? Cada ley creada mediante ese mecanismo le cuesta demasiado caro al país. Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. La rivalidad entre EUA y China, una oportunidad Comercio global En medio de la creciente competencia entre Estados Unidos y China por el liderazgo económico global, Panamá se encuentra frente a una coyuntura estratégica que no debe pasar desapercibida. Con su reconocida posición geográfica y su rol consolidado como hub logístico en la región, Panamá tiene ante sí una gran oportunidad para fortalecer su economía y atraer inversiones clave. El sector logístico panameño representa actualmente más del 11 % del producto interno bruto, con ingresos anuales que superan los 8 mil millones de dólares, según datos de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. Además, cuenta con la Zona Libre de Colón, considerada la segunda más grande del mundo, la cual es un eje fundamental para el comercio entre Asia y América Latina. La reconfiguración de las cadenas de suministro globales, impulsada por tensiones comerciales y nuevas políticas arancelarias de Estados Unidos, llevará a muchas más empresas a acercar sus operaciones a los mercados de consumo. Panamá, con su conectividad aérea y marítima, estabilidad política y capacidad para ofrecer servicios de valor agregado (como ensamblaje, empaques o etiquetado), se presenta como una alternativa eficaz y competitiva. Panamá también avanza hacia la creación de un hub logístico para la industria de semiconductores. El gobierno ha diseñado una estrategia que incluye infraestructura especializada, parques tecnológicos y programas de capacitación de talento humano, buscando captar inversiones en diseño, empaquetado y distribución de chips. Además, Panamá cuenta con tratados para evitar la doble tributación con economías clave como Estados Unidos, España, Reino Unido y otros países. Estos acuerdos reducen la carga fiscal para las empresas, lo que convierte al país en una opción atractiva para establecer sedes regionales y plataformas de comercio internacional. La rivalidad entre estas potencias puede generar incertidumbre para muchos, pero para Panamá representa una posibilidad concreta de incrementar su relevancia en el comercio global. Aprovecharla dependerá de nuestra capacidad para actuar con visión y eficacia. Frente a este nuevo contexto internacional, Panamá debe actuar con inteligencia, coherencia y determinación. Es fundamental que nuestras misiones diplomáticas, gremios empresariales y organismos del Estado promuevan activamente las ventajas que ofrece el país: ubicación estratégica, régimen fiscal competitivo y una infraestructura consolidada. Realidades sobre el Canal de Panamá Geopolítica Otro proyecto que no tiene sentido para la ACP es el endeudamiento para construir un gaseoducto como alternativa de ingresos para el Canal, especialmente a la luz de las declaraciones permanentes del “desquiciado” de recuperar “su” canal. China, bajo su programa de la Ruta de la Seda —al cual Panamá no supo aprovechar y del que fue forzada a salir por presión estadounidense— está y seguirá generando oportunidades de mega inversiones que estamos perdiendo. En el caso de Perú, China facilitó la construcción del megapuerto de Chancay, que conecta con el puerto de Nansha en Guangzhou sin pasar por el Canal de Panamá, reduciendo tiempos de entrega y costos logísticos. La naviera china COSCO, uno de los clientes del Canal, ya está explotando activamente esta ruta. Desde Perú, se exportan hacia China frutos del mar, mariscos, vinos, vegetales y frutas frescas. De regreso, llegan una gran variedad de productos manufacturados: electrodomésticos, artículos tecnológicos, juguetes, vestimenta y chucherías que entran a zonas libres para ser distribuidas en Sudamérica, convirtiéndose también en centros regionales de distribución. Posiblemente, la Zona Libre de Colón reciba un daño colateral. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que conecta el Pacífico con el Atlántico, ya fue activado. El mes pasado culminaron pruebas con 900 automóviles Hyundai que fueron transportados en tren hasta el puerto de Veracruz y embarcados hacia Georgia, Estados Unidos. Este movimiento logístico duró aproximadamente una semana, con importantes ahorros en tiempo y costos. El Corredor Bioceánico Vial, aún en proyecto, conectaría Brasil, Paraguay, Chile y Argentina, facilitando el acceso de esos países a los mercados asiáticos, reduciendo costos y tiempos a expensas del Canal de Panamá. También se beneficiaría del flujo inverso con productos chinos. Jorge Obediente Centro de salud a las 4:00 a. m.: la dignidad que resiste Prioridades del Estado Recientemente tuve la oportunidad de visitar un centro de salud. Sí, como lo leen: un centro de salud del Ministerio de Salud. De esos a los que acuden quienes no tienen otra alternativa ante un problema médico. No fui por estar enfermo, sino como acompañante de una ciudadana que necesitaba realizar un trámite que solo puede gestionarse en estos lugares. Fue una experiencia tan enriquecedora como triste. Enriquecedora porque es esperanzador ver a los panameños que, a pesar de las carencias, no se rinden. A pesar de estar enfermos, guardan silencio en interminables filas desde antes de que el sol comience a calentar —o a calcinar—, con la esperanza de ser atendidos sin tener que dedicar todo el día a un trámite que, en una clínica privada, tomaría menos de una hora. Pero también fue una experiencia desconcertante, incluso enervante. Ver las condiciones en que operan estos centros No parece que estemos administrando bien el Estado cuando vemos a funcionarios circular en autos de lujo, con choferes incluidos, sobre calles tapizadas de huecos, mientras en un centro de salud los documentos aún se redactan en máquinas de escribir. Durante demasiado tiempo se ha apostado a la indiferencia del ciudadano atolondrado, ese que no reacciona ni aunque quede flotando en medio de una calle inundada por los ciclónicos aguaceros que azotan a Panamá. Pero los tiempos cambian, y los actores también. Los jóvenes son otros, y no debemos llamarnos a engaño. Hoy ya hay quienes dicen, sin temor: “No acudiré al llamado del presidente”, porque las viejas tácticas de encerronas con cúpulas para negociar a puerta cerrada ya no funcionan. Esto abre una ventana de esperanza: que un mañana mejor es posible. No en los términos que dictan quienes hoy están en decadencia, sino en los que impondrán las nuevas generaciones. Un mañana donde hacer fila a las 4 de la mañana para recibir atención médica no sea la norma, sino el recuerdo de un sistema que tuvimos el coraje de transformar. Opinión EL AUTOR es presidente de la Comisión de Libre Empresa y Comercio Exterior de la Apede. EL AUTOR es escritor y máster en administración industrial. EL AUTOR es ciudadano. Ahmed Elneser Kadri La importancia de la ruta interoceánica del Canal de Panamá, cuyos principales usuarios son Estados Unidos y China, está destinada a disminuir en lo que respecta al comercio bilateral y geoeconómico, por las razones mencionadas anteriormente. La única importancia relativa para Estados Unidos que no cambiaría sería la posibilidad de movilizar sus flotas navales de un océano a otro. Veamos dónde está Panamá hoy en relación con el Canal y su soberanía. El “Desquiciado” reiteró su intención de recuperar el Canal y, para mi sorpresa, manifestó “que ya no hay chinos en el Canal”. Tomando estas premisas como válidas, y considerando las afirmaciones contundentes del “Gringuillo” y sus funcionarios sobre la “virginidad intacta” de nuestra soberanía, entonces sigamos adelante con nuestro proyecto del canal seco en la zona occidental del país. Este debe incluir puertos en ambos océanos, zonas libres que los complementen, y el gaseoducto a través de Petroterminales. El “Gringuillo” y sus funcionarios piden soluciones para los problemas que atraviesa el país. Aquí tienen una que no solo generaría empleo en el occidente y las provincias centrales, sino que contribuiría a descongestionar las áreas metropolitanas de Panamá y Colón. Revitalizaría las provincias centrales, al atraer migración hacia nuevos polos de desarrollo. El canal seco nos ayudaría a recuperar la importancia logística que estamos perdiendo frente a otras rutas de tránsito y trasiego, ninguna de las cuales tiene la “cinturita” de nuestro istmo, que debería hacerlo más eficiente en tiempo y costo. El complemento de zonas comerciales e industriales en ambos océanos reforzará la vocación natural de Panamá por el comercio internacional. Toca imitar el ejemplo de Perú y su megaobra marítima. Debemos volver a la Ruta de la Seda y acoger la mano que nos tiende un país amigo: China. Nadie mejor que ellos tiene la tecnología, los recursos y la voluntad para ayudarnos a desarrollar nuestro canal seco. Tenemos que enfrentar las realidades del nuevo entorno económico mundial, que está afectando —y afectará permanentemente— el orden tradicional de las relaciones entre potencias, hábitos de consumo y disponibilidad de bienes y servicios, así como el intercambio de productos. Ya el cambio está sucediendo: una economía basada en consumo e importación (Estados Unidos) ahora quiere convertirse en una de manufactura e industria; y otra, eminentemente manufacturera e industrial (China), está incentivando el consumo doméstico para reducir su dependencia de las exportaciones. Este fenómeno trae consecuencias directas al flujo de tránsito por el Canal, ya que disminuye el volumen de tránsitos en ambas vías. A esto se le suma el cambio en el comportamiento de los mercados de petróleo y gas licuado (GLP), que han redireccionado sus compras desde fuentes tradicionales como medida de boicot por aranceles punitivos, además de los grandes descubrimientos de petróleo y gas en diversos países del mundo. Durante un siglo se pensó que el Canal era un activo insustituible. Mientras estuvo bajo la administración estadounidense, el principal objetivo era estratégico: movilizar rápidamente sus fuerzas navales de un océano a otro, produciendo ingresos suficientes para sufragar el costo de las fuerzas militares acantonadas en la Zona del Canal. Cuando revirtió a Panamá, se construyó el tercer juego de esclusas para acomodar la creciente actividad marítima de la época, además de generar mayores ingresos para alimentar las finanzas públicas. Actualmente, hay un proyecto prioritario de los embalses del río Indio para asegurar la fuente de agua del Canal y el suministro de agua potable para las comunidades. Este proyecto debería ser del Estado y no de la Autoridad del Canal de Panamá. No parece que estemos administrando bien el Estado cuando vemos a funcionarios circular en autos de lujo, con choferes incluidos, sobre calles tapizadas de huecos, mientras en un centro de salud los documentos aún se redactan en máquinas de escribir. Gabriel J. Perea Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. 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