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7A La Prensa Panamá, martes 6 de mayo de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. tablemente no han logrado impedir nuevos ataques. El autor reconoce, al menos, el ataque genocida perpetrado por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. En esa ofensiva, los atacantes violaron, secuestraron y asesinaron de las formas más crueles e inimaginables a todas las personas que encontraron a su paso. Sin embargo, Pedreañez a‰rma que Israel debería proceder simplemente a la “persecución y captura” de los terroristas para su enjuiciamiento, como si se tratara de una operación policial rutinaria, ignorando que los agresores se esconden entre la población civil y operan desde túneles subterráneos precisamente para evitar ese tipo de confrontación directa. Además, acusa falsamente a Israel de practicar el apartheid y de cometer genocidio. Estas a‰rmaciones se desmontan con los siguientes hechos: 1. Israel advierte a los civiles para que evacúen zonas donde se anticipan enfrentamientos, una vez detectados combatientes. Hamás, en cambio, impide dichas evacuaciones y dispara contra quienes intentan salir. 2. Israel ha facilitado el ingreso de ayuda humanitaria, permitiendo la entrada de miles de camiones con suministros. Sin embargo, Hamás los intercepta, vende los productos a precios exorbitantes y los reparte entre sus militantes para mantenerse en el poder. 3. Hamás viola sistemáticamente las leyes de la guerra, utilizando hospitales, mezquitas, escuelas, ambulancias e incluso cementerios como plataformas de ataque. Según el derecho internacional, esto convierte a esos lugares en objetivos militares. Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Burlas, libertad de expresión y una princesa Actualidad Una de las peores ministras es la de Educación. Ya lo demostró y vuelve a demostrarlo: pocos tienen dos gobiernos para hacerlo igual o peor, pero eso no justi‰ca que nadie haga burlas racistas. Hay que condenar estas conductas, al igual que la xenofobia escondida tras un nacionalismo ignorante que cree que, por color de piel o nacionalidad, se tiene más o menos razón, o se puede o no opinar. La mediocridad es así de atrevida. La libertad de expresión está cada vez más comprometida en Panamá por dos vías: la o‰cial, que no tolera críticas, ataca cada jueves a los medios y realiza movimientos sospechosos contra ciertos agentes de opinión; y la otra, la mediocridad creciente de los propios medios: programas de opinión autocomplacientes, artículos pésimos y demasiada información de agencias, que sirven un plato frío de noticias enlatadas que indigestan al público. Este, por su parte, se presta al juego peligroso del insulto y la censura: las redes arden de cabezas huecas que son un peligro con miles de seguidores. Mientras tanto, Panamá solo es noticia por el atraque del Juan Sebastián de Elcano, que esta vez tiene entre sus tripulantes a la princesa Leonor de Borbón. La reina Letizia —coincidiendo por casualidad con el Día de la Madre— la fue a visitar. En las imágenes de la televisión pública española, se ve que los llevaron de paseo por Panamá Viejo, y poco más: de nuestra circunstancia y de nuestra parte del relato, no se dice nada, a nadie le importa y nadie quiere hablar más que la paja que se consume dentro del país. Seguimos ensimismados, creyendo que las viejas gestas mueven la rueda del compromiso democrático. Estamos en manos de nostálgicos y desafectos, lo que nos lleva a la mutua descon- ‰anza y al silencio ruidoso que producen las opiniones cruzadas. Al ‰nal, nadie sabe qué decimos, y eso nos hace sospechosos. ¿Gobernar con las manos sucias?: el precio moral del poder Conflicto de valores de las ventajas provenientes de la cooperación social. Esta visión del bien común como justicia distributiva nos ayuda a evaluar las decisiones políticas más allá de sus intenciones inmediatas. El ‰lósofo Michael Walzer introduce el concepto de “inocencia” para referirse a quienes no han incurrido en acciones moralmente cuestionables. Según él, es imposible gobernar sin perderla. Los actos de gobierno, aunque justi‰cables desde una perspectiva utilitarista del bien común, pueden ser moralmente reprobables. La reforma a la CSS, impulsada para garantizar su sostenibilidad ‰nanciera, encontró fuerte oposición de sindicatos y sectores sociales. Aquí se evidencia el con“icto entre distintas visiones del bien común: sostenibilidad del sistema versus bienestar inmediato de los ciudadanos. El verdadero bien común, sin embargo, no se limita a visiones cortoplacistas ni puramente economicistas, sino que integra consideraciones de equidad intergeneracional y sostenibilidad institucional. La Asamblea aprobó la reforma, mostrando la división entre diputados que priorizaron el respaldo popular y quienes enfrentaron una urgencia por el bien común. Los opositores conservaron su “inocencia”, mientras que los defensores son cuestionados éticamente, a pesar de buscar un sistema viable para futuras generaciones. Esto recuerda a Maquiavelo, quien sugiere que un gobernante debe tomar decisiones moralmente cuestionables para evitar males mayores. El bien común se convierte así en criterio fundamental para evaluar la Natanael García La democracia israelí frente al terrorismo Medio oriente El artículo “La democracia israelí frente al abismo”, escrito por Estelio Mario Pedreañez y publicado en La Prensa el sábado 3 de mayo, contiene una serie de acusaciones falsas que deben ser aclaradas, a ‰n de evitar que el autor logre su cometido de desinformar al público con a‰rmaciones cuyo origen se encuentra en la maquinaria propagandística del grupo terrorista Hamás y de aquellos que, como Irán, buscan la destrucción del Estado de Israel, la única democracia del Medio Oriente. Yendo paso a paso, recordemos que Israel evacuó total y unilateralmente toda la Franja de Gaza en 2005, brindando a los palestinos la oportunidad de autogobernarse en paz. Al año siguiente, en 2006, se celebraron elecciones legislativas locales en las que Hamás obtuvo la mayoría. Este resultado re“ejaba los anhelos de una parte de la población local, a pesar de que dicha organización sostiene abiertamente que el Estado de Israel debe ser destruido y reemplazado por un Estado islámico regido por su interpretación particular de la sharia (ley islámica), que impone con violencia. En 2007, Hamás derrocó violentamente al gobierno gazatí, entonces en manos de la Autoridad Palestina, mediante una cruenta guerra civil entre palestinos, durante la cual fueron asesinados cerca de 200 funcionarios leales a Mahmud Abbas. Desde entonces, Hamás ha convertido Gaza en una base de operaciones desde la cual ha atacado reiteradamente a Israel, lanzando más de 12,000 misiles contra su territorio. Estas agresiones han derivado en cruentos enfrentamientos, que lamen4.Las cifras de víctimas provistas por el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, no distinguen entre civiles y combatientes. En esta guerra trágica, muchos inocentes han muerto, usados como escudos humanos. Incluso organismos de las Naciones Unidas —pese a su sesgo contra Israel— han reconocido que las cifras no son con‰ables. 5. No existen campos de exterminio en Gaza ni en ninguna otra zona bajo control israelí. Comparar esta guerra con el Holocausto banaliza el genocidio y ofende la memoria de sus seis millones de víctimas. No olvidemos que Haj Amin al-Husseini, gran muftí de Jerusalén y ‰gura destacada del nacionalismo árabe palestino, fue aliado de Adolf Hitler y participó en crímenes de guerra contra serbios, gitanos y judíos en los Balcanes. Hay evidencia histórica y fotográ‰ca de ello. Solo queda preguntarse si Estelio Mario Pedreañez —convertido en vocero de una narrativa distorsionada— es una persona real o un seudónimo. En su inactivo per- ‰l de Facebook aparece como venezolano. La ley panameña prohíbe el anonimato en los artículos de opinión. Por tanto, es responsabilidad de La Prensa veri‰car e informar sobre la existencia o no de este individuo. Quienes defendemos la verdad tenemos la obligación de refutar las acusaciones que pretenden engañar a la opinión pública de buena fe. Desde el 7 de octubre de 2023, Israel libra una guerra cuyo objetivo es garantizar que Hamás —organización armada y ‰nanciada, entre otros, por la República Islámica de Irán— no vuelva a representar una amenaza para su existencia. Recordemos que Israel lucha por la supervivencia de sus diez millones de habitantes, entre ellos judíos, musulmanes, cristianos, drusos, arameos, circasianos y otras minorías, todos con los mismos derechos ante la ley. Opinión EL AUTOR es escritor. EL AUTOR es educador e historiador. EL AUTOR es psicólogo y miembro de Jóvenes Unidos por la Educación. Pedro Crenes legitimidad política, por encima de principios morales absolutos. Amartya Sen complementa esta visión al a‰rmar que el bien común debe evaluarse en términos de capacidades y libertades efectivas de los ciudadanos, no solo en términos de recursos o utilidades. El con“icto abarca también los métodos. Dialogar con la oposición o aceptar propuestas conjuntas puede verse como contradicción ética, pero estas acciones pueden orientarse a un bien común que trasciende divisiones partidistas y fomenta una democracia deliberativa, donde el intercambio de razones públicas fortalece la legitimidad de las decisiones. La ética absoluta, que rechaza dialogar con quienes no comparten mis valores, no considera las consecuencias de no alcanzar acuerdos, cruciales para aprobar leyes. Esta rigidez obstaculiza la consecución del bien común, que requiere negociación y visión a largo plazo. La ‰lósofa Hannah Arendt nos recuerda que el espacio público es donde diferentes perspectivas convergen y se confrontan, permitiendo que emerja un bien común auténticamente plural. Desde Jóvenes Unidos por la Educación, creemos que el pensamiento crítico debe acompañarse de acciones concretas orientadas al bien común. Las palabras deben respaldarse con hechos tangibles para generar cambios signi‰cativos en bene‰cio de todos, especialmente de los más vulnerables. Esperamos que la ciudadanía comprenda que el verdadero cambio no se logra con reglas rígidas, sino en un espacio “exible, donde es necesario negociar, considerar diferentes perspectivas y encontrar soluciones intermedias que contribuyan al bien común. Solo así se avanzará hacia el bienestar colectivo, sin sacri‰car principios fundamentales de justicia y moralidad. En la política, los gobernantes enfrentan dilemas éticos que desafían las normas morales comunes. Sus decisiones afectan a toda una nación. En una democracia, estas decisiones se toman en nombre de los ciudadanos. En nuestro país, decisiones como las reformas a la CSS, la posible reapertura de la mina, la gestión del agua para el Canal y las relaciones internacionales con Estados Unidos y China se toman y ejecutan en diversos órganos del Estado, poderes no directamente accesibles para los ciudadanos. Esto plantea la pregunta de si los políticos deben seguir normas morales distintas. Aunque las intuiciones morales cotidianas pueden guiar algunas decisiones, los políticos enfrentan situaciones complejas que requieren decisiones difíciles, orientadas hacia el bien común, entendido como aquello que bene‰cia a la mayoría y fortalece las instituciones a largo plazo. Una respuesta a este dilema se encuentra en la obra Las manos sucias, de Jean-Paul Sartre. En ella, Hugo debe asesinar a un líder rival, creyendo que este acto justi‰cará la causa revolucionaria. Viola sus principios morales para alcanzar un objetivo mayor: el bien común de aquellos a quienes sirve. Este dilema resuena con nuestra política actual, donde los políticos toman decisiones moralmente cuestionables, pero justi- ‰cadas —según ellos— por un bien común que trasciende intereses particulares. El ‰- lósofo John Rawls argumenta que el bien común se alcanza cuando las instituciones sociales distribuyen los derechos y deberes fundamentales y determinan la división Hamás viola sistemáticamente las leyes de la guerra, utilizando hospitales, mezquitas, escuelas, ambulancias e incluso cementerios como plataformas de ataque. Alberto Jabiles Schwartz Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Anne e Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. Utilizamos la IA como herramienta de apoyo para asegurar la precisión y calidad de la información que entregamos a nuestros lectores. Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón La reforma a la CSS, impulsada para garantizar su sostenibilidad financiera, encontró fuerte oposición de sindicatos y sectores sociales. Aquí se evidencia el conflicto entre distintas visiones del bien común: sostenibilidad del sistema versus bienestar inmediato de los ciudadanos.

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