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8A La Prensa Panamá, lunes 28 de abril de 2025 Contacto [email protected] Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión de La Prensa se expresa únicamente en el Hoy por Hoy. En primer lugar, resalta que la norma no menciona “omisiones” como fundamento para la censura, sino que únicamente se refiere a actos atentatorios o ilegales o errores graves que perjudiquen los intereses del Estado. Inclusive, la norma dice que el acto debe ser ilegal, lo cual requiere, bajo el principio de presunción de legalidad de actos administrativos, que sea declarado como ilegal por un tribunal competente antes de que se pueda considerar el acto como ilegal. Sin embargo, en el fallo de 23 de diciembre de 2022, el pleno de la Corte Suprema de Justicia se pronunció a modo obiter dictum (es decir, “dicho sea de paso” y no vinculante), del siguiente modo: “Veamos, por ejemplo, la citación que la Asamblea Nacional le hace a un servicio público (Ministro de Estado). En el evento que el mismo incumple con la asistencia por dicho requerimiento, se pudiera entender que ha incurrido en una falta o incumplimiento de sus deberes y responsabilidades lo cual, a juicio de esta Superioridad, es viable atender por conducto de la figura constitucional denominada “voto de censura, de acuerdo al artículo 161 numeral 7 de nuestra Carta Magna, que puede dar paso a una acción penal por omisión”. en el deber de sus funciones”. Como se evidencia, la Corte sí ha considerado las omisiones (entendidas como faltas o incumplimientos de deberes) como sustento del voto de censura. No obstante, aún sino se cumpliera con la motivación que exige la norma, no queda claro qué consecuencia tendría ello. La norma únicamente hace referencia a la exeLas colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 650 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensa se reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. La traición recurrente Soberanía El gobierno del presidente José Raúl Mulino ha consumado la peor traición de este siglo: permitir una ocupación militar estadounidense. El memorándum que la autoriza, firmado entre Panamá y Estados Unidos sin conocimiento ni consentimiento de los panameños, representa la más reciente y grave intervención avalada por nuestro propio gobierno. Esta entrega de soberanía no es fruto de la cobardía, como si hubiera sido impuesta. Es una traición voluntaria, movida por intereses compartidos. Mulino y su administración colaboran abiertamente con el imperialismo estadounidense. Tras la recuperación del Canal en 1999, los gobiernos posinvasión avalaron una creciente presencia militar extranjera. Mulino replica ese sometimiento y consuma un retroceso histórico: una ocupación permanente. El memorándum permite a buques de guerra de Estados Unidos transitar por el Canal sin pagar peajes, establece bases militares en Howard, Sherman y Rodman —donde rigen leyes estadounidenses— y habilita el entrenamiento de tropas panameñas y latinoamericanas en esquemas de rotación continua. Bajo eufemismos violaron el Tratado de Neutralidad, la Constitución y nuestra soberanía, creando además una nueva zona canalera. Esta vez, el enclave fue disfrazado de acuerdo comercial: Estados Unidos ofrece “protección militar” a cambio de una porción de nuestra soberanía y nuestros impuestos. Para justificar este subsidio al mayor ejército del mundo, inventaron la amenaza china sobre el Canal de Panamá. ¿Pero qué protección recibe realmente Panamá? Sabemos a quién protege Estados Unidos: a su hegemonía en la región, asegurando su control geopolítico frente al ascenso del sur global. Panamá, por su posición estratégica, es esencial en esa proyección de poder. La protección que recibe Panamá no es para su pueblo, sino para su clase dominante: una oligarquía acostumbrada a apropiarse de la riqueza en tránsito sin desarrollar el país, que históricamente ha recurrido a Estados Unidos para defenderse de su propio pueblo. Hoy, esa oligarquía necesita apoyo extranjero para garantizar la reactivación de la mina, la construcción del embalse del río Indio y las reformas de la Caja del Seguro Social. Necesita proteger sus intereses ante el descontento social. Para Mulino y su entorno, la soberanía no es un principio, sino un obstáculo para los negocios. Coinciden así con los intereses estadounidenses: mientras Estados Unidos refuerza su control sobre Panamá, nuestra oligarquía asegura su poder interno. Están dispuestos a militarizar el país con tal de resguardar sus privilegios. Estados Unidos quiere regresar a un pasado donde dominaba el mundo y Panamá era su colonia. Ese pasado es intolerable. Nuestra historia está marcada por generaciones que lucharon y conquistaron soberanía. Nos corresponde avanzar, abolir el enclave y expulsar toda presencia militar extranjera. Es la tarea pendiente: conquistar la segunda y definitiva independencia de Panamá. El momento ha llegado. ‘Vere Papa mortuus est’ Iglesia católica dos los temas más sensibles para el catolicismo, como el lugar de las personas divorciadas, los laicos y las mujeres dentro de la Iglesia, el celibato de los sacerdotes o la postura de la Iglesia ante la homosexualidad. Aunque muchos habrían querido, en este sentido, avances más radicales, los cambios han sido lentos, pero innegables. La gobernación del Vaticano (el equivalente a una alcaldía) está hoy ocupada por una mujer, así como el Dicasterio (si lo comparamos a un gobierno, un dicasterio sería el equivalente a un ministerio) para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica —un cargo nada menor, que supervisa más de 700,000 personas en el mundo entero—, la subsecretaria del Sínodo de los Obispos (el órgano asesor del Papa, y la primera mujer con derecho a voto en un sínodo católico), o la secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En el tema de la violencia sexual, también el Papa marcó pasos significativos al recibir a víctimas y, por primera vez, pedirles perdón en nombre de la Iglesia católica con un discurso de una firmeza no vista anteriormente. Aunque este discurso fue acompañado de medidas reales, también guardó alguna cautela, posiblemente relacionada con presiones de la Curia y de las corrientes más conservadoras del catolicismo, pero también con la implicación de algunos de sus allegados. Toda reforma en la Iglesia está sujeta a un difícil equilibrio: hacer los cambios necesarios sin desestabilizar la institución ni correr el riesgo de romperla. Otra de las sombras de su papado concierne quizás al conflicto en Ucrania, donde su pacifismo absoluto, así como probablemente una tradición latinoamericana que ve con ojos benevolentes a los adversarios de los Estados Unidos y con más suspicacia a sus aliados, llevó al papa Francisco a tener una posClaire Nevache Voto de censura, análisis jurídico de su aplicación y consecuencias Institucionalidad Recientemente fue presentado en el pleno de la Asamblea Nacional y está pendiente de discutirse una moción de voto de censura contra el ministro de Relaciones Exteriores. Entre sus motivos, se encuentran nombramientos cuestionados de embajadores, la firma de un memorando de entendimiento entre el ministro de Seguridad y el secretario de Seguridad de Estados Unidos, y la inasistencia del ministro de Relaciones Exteriores a su citación al pleno del Legislativo. Por sí solo, este es un ejercicio político interesante de la facultad fiscalizadora del Órgano Legislativo, que conlleva una discusión crítica de la gestión del ministro y que no había sido utilizado desde la administración del expresidente Guillermo Endara, cuando se presentó la moción contra su ministro de educación Marco Alarcón. Sin embargo, fuera de su matiz político, resulta interesante analizar mesuradamente cuál es el fundamento que establece el numeral 7 del artículo 161 de la Constitución para sustentar un voto de censura, y cuál sería la consecuencia jurídica que tendría que aprobarlo. quibilidad (es decir, la “constitucionalidad”) del trámite de la moción, pero no a su motivación. Por último, hay que referirse a la consecuencia jurídica del voto de censura, misma que es inexistente. La norma no le fija consecuencia, sino que indica que la ley establecerá la sanción que corresponde. Sin embargo, no hay ley que establezca su sanción y el Reglamento Interno de la Asamblea Nacional (que también es una ley) no le fija sanción. En el período pasado se debatió sobre establecerle como sanción, la destitución del ministro censurado, pero solo se discutió, y es cuestionable la constitucionalidad de esta sanción, tomando en cuenta que el numeral 1 del artículo 183 de la Constitución establece que ello es una atribución que ejerce por sí solo el Presidente. Sin embargo, si regresamos al fallo precitado, veremos que el pleno mencionó que un voto de censura “puede dar paso a una acción penal por omisión en el deber de sus funciones”. Este delito está tipificado en el artículo 356 del Código Penal, pero requiere, como es propio del principio de última ratio del derecho penal, que haya un perjuicio grave al bien jurídico tutelado, que en este caso sería la Administración Pública. Todo lo anterior nos deja muchas dudas sobre el voto de censura, pero también nos deja una cosa clara: las futuras reformas constitucionales deben abordar este tema mesuradamente. Opinión EL AUTOR es profesor y economista político. EL AUTOR es abogado. LA AUTORA es politóloga e investigadora del Cieps. Richard Morales tura quizás excesivamente equidistante entre un país agresor y otro agredido. El balance general es probablemente el de un papa heredero de una tradición jesuita y también del catolicismo de los años 1960 y 1970, con su “opción preferencial por los pobres” (o “con los pobres”, como prefería el Papa), inmensamente popular fuera de la institución, reconciliando a muchos no católicos o católicos alejados de la institución con la Iglesia. El giro conservador o incluso “postliberal” de corrientes más recientes generó, sin embargo, importantes tensiones internas. Son estos los desafíos que enfrenta la Iglesia a algunas semanas de la apertura del Cónclave. Aunque, en teoría, cualquier varón bautizado podría ser elegido, lo más seguro es que el Colegio Cardenalicio siga la tradición de los últimos ocho siglos y elija a uno de sus miembros como futuro Papa. El Colegio, profundamente renovado, también tiene la marca de Francisco, no necesariamente por sus orientaciones liberales, sino por su mirada al sur. Así, por primera vez, los cardenales europeos no son mayoría. Los centroamericanos seremos representados por dos cardenales: Álvaro Ramazzini, de Guatemala, y Leopoldo Brenes, de Nicaragua, comprometidos con los retos democráticos y sociales de la región. En un periodo marcado por recomposiciones geopolíticas, en las que los valores de democracia e inclusión no parecen marcar ya la brújula de las potencias mundiales, la elección del futuro guía espiritual de más de 1,400 millones de personas reviste un carácter que podría resultar clave, ya sea en la resistencia de estos valores o en la confirmación de su declive. En 2013, al optar por su nombre papal, Francisco mandaba dos mensajes. El primero, la elección de un nuevo nombre, inédito entre los 264 anteriores, mostraba una voluntad de renovación de la institución, mientras que el homenaje a San Francisco de Asís, el santo de los pobres y las aves, prácticamente hizo función de “plan de gobierno”. El compromiso del papa Francisco con los más excluidos, en particular con los migrantes, fue una constante de su papado, desde su primer viaje oficial a Lampedusa —una pequeña isla del Mediterráneo, destino de miles de precarias lanchas venidas de África y escenario de naufragios trágicos— hasta el último día, cuando abogó por los migrantes en su entrevista con el vicepresidente de los Estados Unidos y en su homilía del domingo de Pascua. El medio ambiente también estuvo en el centro de su papado, y es probable que la encíclica Laudato si sea uno de sus legados más relevantes: la primera posición oficial de la Iglesia sobre el deber de la humanidad con la protección del medio ambiente. Este aporte difícilmente puede ser desvinculado de su posición de primer papa no europeo, trayendo a la institución preocupaciones particularmente fuertes en la opinión pública latinoamericana. Otro hito particularmente notable, tanto en forma como en fondo, fue el Sínodo de la Sinodalidad que tuvo lugar entre los años 2023 y 2024, que puso a conversar a toda la Iglesia en un pie de igualdad, con una amplia participación de laicos. Fueron abordaRogelio Paredes Ríos Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente Ejecutiva y Directora Editorial Annette Planells Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Subdirectora y Editora de la Unidad de Investigación Mónica Palm Editora Digital Yolanda Sandoval Editor del Impreso Juan Luis Batista ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com Aviso sobre el uso de Inteligencia Artificial Este periódico emplea inteligencia artificial (IA) para asistir en la edición de contenidos y mejorar la experiencia de lectura. Garantizamos que todo contenido publicado es creado y rigurosamente revisado por nuestro equipo editorial antes de su difusión. 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